Para quienes quieren ver el más grande homenaje a la época de oro del cine mexicano.

SI NOS DEJAN

El cine México podrá estar en ruinas, pero los recuerdos siguen tan vivos como en aquellos días donde las grandes luminarias brillaban en el blanco y negro del celuloide. En ese entonces los hombres andaban a caballo, cantaban a todo pulmón sobre sus pasiones y dolores y un destino se podía jugar en una tirada de dados, mientras que las mujeres cantaban sobre lo que debían callar, se entregaban de lleno a quien su corazón mandaba y una carta malintencionada daba vuelcos a su alma. La época de oro del cine mexicano terminó hace muchos años, pero el teatro es eterno y en él, su gloria renacerá.

El musical de rocola, donde se toman canciones pre-existentes para la creación de un espectáculo,  cobró fuerza en Broadway a finales de los años noventa con obras como “Mamma Mia”, “We Will Rock You” y “Rock of Ages”. Claramente inspirado en esta tendencia, José Manuel López Velarde escribió uno de los musicales más exitosos en la historia del teatro musical mexicano con “Mentiras”, donde se utilizan canciones de las grandes intérpretes de los ochentas como Yuri, Lupita D’Alessio y Daniela Romo en una farsa sencillamente deliciosa para todo aquel que vivió en esa década. Años después, y aprovechando el auge de su triunfo, decidió junto con el apoyo de Ocesa, tomar la misma fórmula pero ahora aplicada a la época de oro del cine mexicano y a las canciones rancheras. El resultado de este trabajo creativo dio como resultado el musical “Si Nos Dejan” que tuviera 550 representaciones a lo largo de 20 meses en el Centro Cultural Telmex 2 y que ahora gozará de una corta temporada en el Teatro Blanquita antes de iniciar temporada en Colombia.

José Alfredo, un humilde hombre de pueblo, y Paloma, la hija del hacendado mejor conocido como El Rey, se han enamorado profundamente. Por supuesto que este amor no ha de ser posible y toda una serie de intrigas, instigadas por el mismo padre de la joven, se encargarán de mantenerlos separados. Con ayuda de una madre comprensiva y toda una serie de compañeros y amigos, incluyendo a Eufemia, criada y confidente, estos dos enamorados descubrirán que ni la muerte será capaz de separar lo que el destino ha marcado como amor verdadero.

“¿Por qué no le hice caso a mi mamacita de no regresar jamás?”

Uno de los puntos más destacables en “Si nos Dejan” radica en la manera en que López Velarde ha capturado la verdadera esencia de esas películas de antaño y lo convierte en un pastiche de todo lo que hacía tanto sublime como ridículo a los melodramas de aquella época. Variaciones a la historia de Jose Alfredo y Paloma se pueden encontrar una y otra vez en los guiones de películas de grandes directores como Gabriel Figueroa o de El Indio Fernández. López Velarde no pretende ser original, sino rendir homenaje, y lo logra airosamente.

Musicalmente, “Si nos Dejan” es un verdadero cancionero de la música ranchera y el resultado es irresistible para aquellos que disfrutan de este género. ”México Lindo y Querido”, “Me he de Comer esa Tuna”, “La Malagueña”, “Las Golondrinas” y “Paloma Negra” son tan sólo un ejemplo de la colección de canciones que se interpretan a lo largo de toda la función, algunas dando sustancia y fuerza a la obra, otras realmente metidas con calzador o meramente para divertirnos mucho como cuando se lleva a cabo una corretiza entre los buenos y los malos al ritmo de “El Mariachi Loco”. Sin embargo, lo que más me llamó la atención a nivel musical en “Si nos Dejan” es como, en general, las canciones que mejor son recibidas por el público y muchas veces las mejores utilizadas en la historia son las compuestas por el divo de México, Juan Gabriel. “No Vale la Pena”, “Ya no me Interesas” o “Amor Eterno” están a la misma altura de las canciones compuestas por grandes como José Alfredo Jiménez, llegando a provocar momentos de teatralidad pura. Uno de mis momentos cumbres de la noche fue escuchar a la madre de Paloma cantarle con todo sentimiento a su hija “Te lo Pido Por Favor”.

Una vez dicho todo esto, la más poderosa razón para ir a ver “Si nos Dejan” es la verdaderamente sublime obra de arte visual que ha creado el escenógrafo Jorge Ballina, apoyado por la iluminación de Xóchitl González. A partir de proyecciones sobre telares en constante movimiento, los restos de un cine abandonado y las luces, una y otra vez consiguen que se le caiga la quijada al público en verdadera admiración, sorpresa o incredulidad ante lo que se está consiguiendo ver sobre el escenario. Una noche en una barca, el bañarse en el mar, andar a caballo o simplemente subir las escaleras de la hacienda para llegar a la habitación de la hija, roban el aliento a partir de la creatividad con que se consiguen estos momentos con una estética visual exquisita. De verdad me atrevo a declarar con toda certeza que el trabajo de producción detrás de “Si nos Dejan” está a la altura, e incluso por encima, de cualquier otra producción de Londres, Nueva York, o cualquier otra parte del mundo.

El talento actoral en “Si nos Dejan”, encabezado por Leticia López, Mariano Palacios, Ernesto D’ Alessio, María Filippini y Juan Navarro pareciera que está sobreactuado la mayor parte del tiempo, pero debemos recordar que lo que están haciendo es emular el estilo de actuación propio de las películas de ese entonces. Por consecuencia, la sobre exageración gestual, la caricaturización de los personajes o el estereotipo están a tono con la premisa de la obra. Sin embargo, aquí de lo que verdaderamente se trata es de poder lucir la capacidad vocal para cantar tan icónicas canciones, y en ese caso, se deben de aplaudir en general los logros alcanzados, destacando tanto la poderosa voz de Leticia López y la hermosa interpretación que brinda María Filippini como Doña Lola, quien consiguió nublarme la vista un par de veces durante la función con  su profundo entendimiento de su personaje.

“Me he de comer esa tuna, aunque me espine la mano.”

Mi labor como crítico no es el de juzgar una obra a partir de mi gusto personal, sino a partir de mis conocimientos teatrales, mi experiencia y mi capacidad de convertirme en el público target a quien está dirigida la obra. Yo confieso que no tolero las películas mexicanas de la época de oro, no me gusta la música ranchera y menos los melodramas sentimentales. Ninguno de estos elementos me impidió apreciar el enorme valor tanto teatral como artístico detrás de una verdadera carta de amor a una época que muchos siguen amando profundamente. “Si nos Dejan” es una obra de arte visual disfrazada de teatro comercial y como tal la admiro, la respeto y le aplaudo de pie.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)