EL ÁNGEL DE VARSOVIA

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Para quienes desean conocer la admirable vida de una mujer justa entre las naciones.

EL ÁNGEL DE VARSOVIA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Algunas cosas las he olvidado, y otras la he borrado intencionalmente de mi memoria.”

2,500 niños. De entre las garras del tercer Reich una trabajadora social y enfermera logró arrebatar 2,500 vidas para que tuvieran un futuro, una oportunidad lejos de los campos de concentración, de la cámara de gas. En su casa hay dos frascos. El primero, lleno de los nombres de aquellos pequeños, tanto el que recibieron al nacer, como el dado una vez fuera del gueto; el segundo está lleno con pequeñas piedras que esos sobrevivientes le han entregado a manera de agradecimiento y homenaje. Se dice que quien salva a una vida, salva a un pueblo entero. Irena Sendler, justa entre las naciones, salvó al mundo entero.

“En la guerra no hay pasado y menos futuro.”

El reconocido dramaturgo Tomás Urtusástegui, quien gozará de gran popularidad en los escenarios durante los 80s y 90s, rinde un profundo homenaje a una figura clave dentro del humanitarismo que surgió a raíz de la Segunda Guerra Mundial, Irena Sendler, con su monólogo “El Ángel de Varsovia”. Abarcando múltiples pasajes de su vida desde su niñez hasta el ocaso de sus días, su relación con la comunidad judía o las monstruosas razones de el por qué necesita de una andadera para caminar, la obra pinta un potente retrato de una mujer que inspira desde su bondad, su humor y hasta en su culpabilidad por no haber podido salvar aun más vidas de las que consiguió.




¿Cómo se puede reír a carcajadas cuando has estado rodeada de dolor y muerte?”

Para poder burlar a los guardias nazis, Irena inventa que en el interior de la ambulancia, misma que viene repleta de niños judíos, se encuentran varios pacientes con tifoidea altamente contagiosa. El explicar a una madre las razones por las que le debe de entregar a su bebé para que pueda vivir, su negativa de revelar los nombres de aquellos infantes que salvó, aun a costa de su propia integridad física, son algunos de los pasajes que “El Ángel de Varsovia” presenta junto con historias de la niñez de la protagonista, de sus estudios, o como una mujer de familia. El resultado es melodramático, ciertamente, enfocado a momentos en exacerbar el sentimiento durante los actos heroicos que realizó. Sin embargo, la potencia de su historia, la magnitud de sus actos, y la capaz pluma de Urtusástegui son capaces de entregar un monólogo que moverá fibras profundas en el espectador, independientemente de su conexión con tan nefanda guerra.

“¿Qué haces con un niño que acabas de sacar del gueto?”

El escenario está dividido en tres espacios marcados por mesas donde se hallan retratos, un par de frascos de gran tamaño, una radio, girasoles y otros objetos personales pertenecientes a Irena Sendler. A medida que la narrativa avanza, al fondo se proyectan videos en relación a la movilización de judíos, a la vida en los guetos, o a los campos de concentración, específicamente a Treblinka, campo de exterminio ubicado en Polonia.  Durante una escena de tortura, la iluminación se torna rojiza, el escenario se llena de hielo seco, y se escucha una música de gran dramatismo. Siguiendo la línea emocional establecida por el mismo texto, la dirección que Carlos Rangel propone para “El Ángel de Varsovia” potencializa a momentos el melodrama, ilustrando al espectador sobre qué tipo de emociones debe de sentir en diferentes escenas. En contraste, la misma dirección permite que se creen momentos de intimidad con Sendler, mostrando más a la mujer que la humanitaria, escenas que fluyen con buen ritmo y permiten al público compenetrarse con la narradora. Esta línea dual es la que al final de la puesta en escena consigue la contundencia, las lágrimas en muchos, la ovación de pie merecida.




“Salvar niños es una justificación de mi existencia en esta Tierra y no un título de gloria.”

Con mano exageradamente temblorosa, Irena escribe nombres en pequeños pedazos de papel; al recordar los momentos más duros vividos durante la Guerra, la enfermera lanza gritos atorados en la garganta, cuando deberían de haber sido creados desde la misma entraña. “El Ángel de Varsovia” es protagonizado por la actriz Fanny Sarfati, a quien Urtusástegui escribió el monólogo. Su interpretación es formal, sus movimientos estudiados y llevados a cabo con precisión y oficio. No obstante, anímicamente el trabajo carece de riesgo, de fractura emocional, o vivencia actoral. La excepción a esto sucede cuando Sarfati rompe con el personaje para personificar a un gendarme nazi, momento memorable dentro del montaje.

“Moriré con la pena de no haber hecho más.”

“El Ángel de Varsovia” se presenta en el Foro Shakespeare los días jueves a las 20:30 horas hasta el 29 de Septiembre de 2022.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: El Ángel de Varsovia

DRAMATURGIA: Tomás Urtusástegui

DIRECCIÓN: Carlos Rangel

ELENCO: Fanny Sarfati

DÓNDE: Foro Shakespeare

DIRECCIÓN: Zamora 9, Colonia Condesa.

CUÁNDO: Jueves 20:30 horas. Hasta el 29 de Septiembre 2022.

COSTO: $350. Boletos en taquilla y Boletos | El ángel de Varsovia | SHKSPR & CÍA (shakespeareycia.com)

DURACIÓN: 70 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Hay un estacionamiento justo a lado.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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