HASTA LUEGO

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Para quienes desean ovacionar un monólogo sobre el amor paternal, la soledad y la conquista del espacio.

HASTA LUEGO

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Los críos… volaron.”

Videos en blanco y negro muestran el lanzamiento de un cohete al espacio. Una nueva misión a Marte se ha ido de la Tierra para empezar una colonia en el planeta Rojo. Si estos valientes viajeros del cosmos volverán o no es una pregunta que aún está en el aire. Sobre el escenario, un hombre de edad avanzada, con claro cansancio y una sonrisa amarga en la cara, mira hacia el cielo tratando de darle sentido al vacío que ha quedado en casa. Esto no es una historia de ciencia ficción, no es una aventura intergaláctica; esto no es más que el adiós que un padre debe decir a sus hijos cuando ellos han abierto sus alas y decidido volar más allá de la atmósfera terrestre hacia el planeta que tanto inspiró a David Bowie.

“Hay que extraerse de la Tierra de alguna manera.”

El primer cohete tripulado con la misión de colonizar Marte ha sido lanzado. Tardarán seis meses en llegar al planeta rojo, y la tecnología para regresar aún no está lista, por lo que los astronautas no tienen certeza de volver a la Tierra. Bajo esta premisa es que el dramaturgo suizo Antoine Jaccoud construye “Hasta Luego”. Lejos de tratar el tema espacial o de sus tripulantes, este monólogo se centra en el padre de dos de los viajeros que se ha quedado en este planeta, del adiós que debe decirles a sus hijos ante tan lejana travesía, del vacío físico y emocional que ha quedado en casa y en su alma. Aunado a esta potente y sensible premisa, el autor aborda el tema de la devastación del planeta a manos del hombre, de cómo el ser humano se ha encargado de devastar el jardín que habita, no quedándole más remedio que salir al espacio a buscar nuevas tierras que contaminar. Esta ecológica denuncia es congruente con la narrativa de la partida de los hijos ya que Jaccoud crea un paralelismo con la figura del hogar, con el espacio que habitamos como humanos y el que habitamos como familia. La soledad que invade al padre es producto de ver a sus hijos partir, sí, pero también es una reflexión sobre cómo no hay motivos para quedarse en un lugar que se ha llenado de ruido, destrucción y miseria.




“Teníamos un bello jardín aquí abajo y lo dejamos degradar.”

Papá recuerda un viaje en coche donde uno de los chicos se mareó y termino vomitando; en la mañana del despegue, el amoroso padre prepara un par de sándwiches con lechuga, jamón y queso para que sus hijos no vayan a pasar hambre en el espacio, guardándolos en un par de tuppers que no importa si ya no se los regresan.  Uno de los elementos que toca fibras sensibles en “Hasta Luego” es la delicada manera en que la dramaturgia desarrolla la manera en que los padres deben lidiar con el inevitable crecimiento y partida de los hijos hasta dejar el nido vacío. A pesar de que uno de sus hijos se encargará de la vegetación en Marte, mientras que el otro tendrá los transportes bajo su responsabilidad, su papá no puede dejar de percibirlos, amarlos y cuidarlos como los críos que alguna vez tuvo en sus brazos. Adicionalmente, es destacable la forma en que el autor presenta una figura masculina amorosa, presente en la vida de sus hijos, que debe enfrentar una casa vacía y las preguntas incómodas que pueda recibir hasta en la carnicería a donde va de compras. Presentar toda esta problemática de un hombre que desborda amor por sus hijos, dentro de un marco futurista distópico brinda a la obra un mayor peso dramático y acentúa de manera acertada la progresión del conflicto, pero de una manera admirablemente agridulce.

“¿Quién es el padre de Cristóbal Colón?”

Salvo por una silla blanca suspendida en lo alto, el escenario está completamente vacío, claro reflejo de la soledad en la que se encuentra papá tras la partida de sus hijos. En momentos clave de la obra, específicamente cuando el padre se deja llevar por su imaginación hasta el planeta al que se dirigen sus críos, la iluminación se torna rojiza, el espacio se llena de humo y la atmósfera se llena de música, ya sea Moon River o Life on Mars de David Bowie. El camino que ha recorrido “Hasta Luego”, bajo la dirección de Daniel Bretón, ha ido transformando el montaje hasta destilarse a su más pura esencia. Originalmente presentada en 2018 dentro del Drama Fest como una lectura dramatizada, la obra tuvo su primera escenificación durante la pandemia transmitiéndose en línea. En aquellas funciones virtuales, el escenario estaba plagado de toda una serie de elementos de utilería que reflejaban el caos que el padre debía comenzar a ordenar en su nueva vida sin hijos. Ahora, en su versión presencial, Bretón ha despojado el montaje de todo elemento, salvo por la silla arriba mencionada, y apuesta más por la actoralidad, la sutileza, la intimidad y el espacio vacío. Empujar una silla hasta que el cuerpo está a punto de caer al vacío, iluminar esa misma silla desde las esquinas traseras del escenario para crear un juego de sombras que sugiere la presencia de los ausentes, silencios cargados de emotividad, y el uso de unos audífonos para crear un casco de minero son algunos de los sutiles pero potentes estímulos que propone Bretón para darle teatralidad a la dramaturgia, demostrando que menos es más cuando hay una profunda comprensión de lo que se quiere expresar en escena.




“¿Acaso mis hijos quisieran regresar?”

El padre se recarga contra la pared. En ese sencillo movimiento deja al descubierto el inmenso cansancio que siente, cuán drenado emocionalmente lo ha dejado el ser testigo del despegue de un cohete que lleva a sus hijos dentro. Cuando recuerda un viaje en coche, o al narrar el simple hecho de preparar un par de emparedados, su deja entrever una sonrisa que encierra felicidad y dolor, mismos sentimientos que se perciben en la mirada, sentimientos que no pueden evitar provocar una profunda ternura sobre el personaje. La delicadeza con que Boris Schoemann da vida al padre en “Hasta Luego”, la carga emocional que le imprime a su personaje, estableciendo un medio tono libre de toda exacerbación sentimental, da como resultado una actuación que alcanza su contundencia a partir de una honestidad palpable. Adicionalmente, Schoemann es capaz de arrancar carcajadas o suspiros a partir de su evidente dominio de la escena y de su corporalidad, ya sea supuestamente caminando sobre la superficie de Marte mientras está acostado en el escenario, o rompiendo por completo con una de las escenas más potentes del montaje para entablar una mundana conversación con su carnicero. Es a partir de estos elementos actorales que Boris Schoemann entrega una de sus más poderosas actuaciones, digna de una verdadera ovación de pie al final de la puesta.

“Después de Marte ya no hay nada.”

Recuerdo la profundamente amarga sonrisa que esbocé cuando acabó la transmisión en línea de “Hasta Luego”. Todo el gusto de haber visto una gran obra de teatro se desvanecía ante el silencio que imperaba en la sala de mi casa, libre del aplauso compartido que se genera cuando el oscuro final sucede. En esta ocasión, dentro de un teatro abarrotado, pude aplaudir la obra como se merecía. Al salir, pude platicar con amigos, compartir una copa, abrazar a Boris por tan extraordinario trabajo. Gracias vida por permitirme recordar que el teatro es convivio, es estar juntos, es alejar la soledad que se siente cuando vemos al espacio e imaginamos que será de nosotros cuando ya existan colonias allá a lo lejos… en Marte.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Hasta Luego

DRAMATURGIA: Antoine Jaccoud

DIRECCIÓN: Daniel Bretón

ELENCO: Boris Schoemann

DÓNDE: Teatro La Capilla

DIRECCIÓN: Madrid 7, Del Carmen Coyoacán.

CUÁNDO: Lunes 20:30 horas. Hasta el 24 de abril 2023.

COSTO: $250 entrada general. Boletos en taquilla y en Hasta Luego #0423 – Boletópolis (boletopolis.com)

DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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