AL OTRO LADO DEL PASILLO

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Para quienes desean que los niños aprendan que el miedo no es más que un ruido en su cabeza.

AL OTRO LADO DEL PASILLO

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Tenemos que rescatar a mi mamá.”

¡Mañana es el cumpleaños número 7 de Mateo! Sin embargo, antes de que todos canten las mañanitas y se parta el pastel, el pequeño deberá enfrentar una vez más a la oscuridad de la noche, a esos ruidos que luego escucha y que tanto miedo le provocan. Nada que temer. Lo único que anda rondando por ahí es una simpática criatura llamada Fobo, quien acompañará a Mateo en un metafórico viaje al pasado para ayudar a que su mami enfrente el terror que le causa un tenebroso pasillo. Entre poder hacer pipí en el baño y no en la cama, dejar de temerle tanto a la oscuridad, y cantar un poco, hay una enorme lección que aprender tanto para los niños como para sus papás.

“¿Crees que está bien hacerse pipí a los cinco?”

Vencer los miedos irracionales que desarrollan los niños, como a la oscuridad, es uno de los puntos cardinales sobre los que se basa la obra infantil “Al Otro Lado del Pasillo” de Chantal Torres. A través de la invención de una ser mágico que acompaña al protagonista de la obra, la autora desarrolla una divertida dinámica que explica, sin caer en lo aleccionador, lo que significa tener miedo y cuán sinsentido es. Sin embargo, al introducir al personaje de la mamá de Mateo, tanto como una madre que apoya por completo a su hijo a enfrentar sus temores, así como siendo una niña de cinco años que se hace pipí en la cama por miedo a ir sola al baño en la noche, la obra trata de un delicado tema de manera sencilla y clara: la forma en que los papás muchas veces, sin querer, provocan vergüenza en sus hijos, impactando directamente en su autoestima.




“A veces los papás y las mamás hacen cosas sin querer.”

Fobo le platica a Mateo de cómo él ha vivido en esa casa desde hace muchísimos años, desde que la mamá de Mateo era una niña, aunque ella ya no lo recuerda. De repente, se empiezan a escuchar unas bombas caer. Mateo asustado no sabe qué hacer, pero Fobo le explica que esas detonaciones son palabras que los papás lanzan a sus hijos que, sin que se den cuenta, los lastiman y les hacen sentirse avergonzados por lo que hacen. Este hecho se ejemplifica claramente cuando se escucha la voz de la abuela de Mateo burlándose de su hija por todavía estarse haciendo pipí en la cama a pesar de ya tener cinco años. Uno de los puntos más destacables en la dramaturgia de “Al Otro Lado del Pasillo” es la manera en que las lecciones que la obra quiere impartir, tanto a niños como a adultos, son insertadas hábilmente dentro de la historia, y no caen en la condescendencia de querer explicarlo todo con peras y manzanas. De tal manera, los niños son capaces de captar el mensaje de no temerle a la oscuridad sin tener que hacer una pausa en la narrativa para decírselos de manera explícita. De igual forma, la dura crítica que se lanza a la forma en que mamá y papá a veces lanzan comentarios hirientes a mentes jóvenes es presentado de manera metafórica, no regañona, pero igualmente contundente y clara.

“Tú eres la persona más valiente que conozco en todo el mundo.”

Mateo trae puesto una especie de largo overol rojo que simboliza la cobija de su cama. Cuando su mamá apaga las luces, se pone una pequeña tela amarilla sobre su cara para representar que ya no ve nada. En uno de los momentos más importantes de la obra, los tres personajes se posan hasta el fondo del escenario en una esquina, mientras que aparece un largo haz de luz blanca simbolizando el largo camino que tienen que recorrer hasta el baño. Apoyada por un sólido equipo de trabajo, donde se destaca el diseño de vestuario y utilería de Benjamín Barrios y el diseño de iluminación de María Vergara, la dirección de María José Caballero en “Al Otro Lado del Pasillo” resulta exitosa desde dos muy distintas vertientes. Por un lado hay una estética que motiva la inspiración en los niños, que es capaz de reírse de sí misma (como al hacer referencia a que el actor se supone que está acostado en su cama cuando en realidad está de pie), y que fortalece la progresión de la narrativa. Por el otro, el ritmo y tono que Caballero establece consigue crear un verdadero sentido de urgencia en los personajes, mismo que se contagia entre los más jóvenes espectadores quienes se divierten enormemente ante la tensión que les provoca descubrir si efectivamente lograrán los protagonistas llegar al baño a tiempo o no. Este acierto, más que ningún otro, consigue que el mensaje de la obra sea alcanzado con mucha mayor potencia.




“Cada noche tú me has preparado para enfrentar este momento.”

Mientras que Mateo y su mamá cantan y bailan una simpática canción para que el pequeño se vaya a dormir sin miedo, justo atrás de ellos Fobo trata de seguir los pasos de baile que realizan sin mucho éxito. Cuando Mateo le pregunta a Fobo qué fue lo que dijo, de manera retórica, la criatura le repite a todo pulmón lo que acaba de decir para deleite de todos los espectadores. Ya sea hablando de Brócoli y Chetos, hablando en efe, o apoyando con toda ternura a los niños a enfrentar a la oscuridad, la actuación de Amanda Farah en “Al Otro Lado del Pasillo” resulta francamente divertida, honesta y uno de los puntos más destacables de la puesta en escena. Junto a ella, Estela del Rosario y Jatzke Fainsod como mamá e hijo realizan una sólida labor actoral, evitando por completo interpretaciones exageradas o fingidas por tratarse de una obra infantil. Muy al contrario, el elenco entero realiza su labor desde un lugar de honestidad y verdad.

“Si sientes miedo, aquí estoy.”

¿Cuánto pesas? ¿En verdad vas a comer más? ¿Ya te viste en el espejo para ver qué tan gordo estás? Estas preguntas me las hicieron adultos que decían amarme cuando yo era niño. Mis papás, mis tíos, mis abuelas… todos ellos me señalaron bajo el pretexto de quererme y buscar lo mejor para mí. Sus palabras me hirieron, me hicieron sentir menos, me avergonzaron constantemente, me hicieron un adulto que se odiaba profundamente a sí mismo a causa de su peso. Yo no le tuve miedo a la oscuridad, le tenía terror a que alguien notara mi panza y se burlaran. Ninguno de ellos lo hizo a propósito, ninguno buscó hacerme daño, pero lo hicieron. Papás, adultos en general, tengan cuidado con la manera en que le hablan a sus hijos, las palabras que eligen, la forma en que los educan. No tienen idea de las heridas que provocan y qué tanto tiempo puede tomar sanarlas. Se los dice un hombre de 49 años que aun carga con aquel estigma de la infancia.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Al Otro Lado del Pasillo

DRAMATURGIA: Chantal Torres

DIRECCIÓN: María José Caballero

ELENCO: Amanda Farah, Estela del Rosario y Jatzke Fainsod.

VOZ EN OFF: Montserrat Ontiveros

DÓNDE: Teatro La Capilla

DIRECCIÓN: Madrid 7, Del Carmen Coyoacán.

CUÁNDO: Sábado y Domingo 12:30 horas. Hasta el 9 de abril 2023.

COSTO: $250 entrada general. Boletos en taquilla y en Al otro lado del pasillo – Boletópolis (boletopolis.com)

DURACIÓN: 50 minutos sin intermedio

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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