CRIMEN, PASIÓN Y BOLEROS: LA RADIONOVELA DE MÉXICO

Para quienes desean que el reloj regrese el tiempo a la época dorada de la radio y de los boleros.

CRÍMEN, PASIÓN Y BOLEROS: LA RADIONOVELA DE MÉXICO

“Los comerciales van en vivo.”

La XEB, el buen tono de la radio, se engalana esta noche de 1958 al recibir a grandes luminarias de la locución y la actuación quienes darán vida con su voz a una de las más hermosas tradiciones auditivas: la radionovela. En cuanto acaben las noticias, los radioescuchas podrán deleitarse con un nuevo capítulo de ¿Quién Mató a Ignacio Lara?. Claro que cuando se trabaja en radio uno tiene que estar listo para todo, pues nunca se sabe qué podría salir mal. Entre cantar algunos de los más bellos boleros de la época, algunos tendrán que hacer los comerciales en vivo; quizás se pueden llegar a perder algunas partituras de música, o incluso, se pueden revelar misterios en la trama que dejarán a todos boquiabiertos y ansiosos por escuchar la siguiente emisión.

“¿Qué historia estará escondida detrás de este asesinato?”

Un melodrama plagado de intrigas, traiciones y hasta un asesinato; 12 números musicales con icónicos boleros de Armando Manzanero, Consuelo Velázquez y Roberto Cantoral entre otros; un día más de trabajo en una de las estaciones de radio más importantes de América Latina en los años 50s. La directora y actriz Luz María Meza adapta  “Las Canciones de Ayer y Siempre… y un Crimen” de los escritores y músicos David Aréizaga y Mario Cassán para dar vida a “Crímen, Pasión y Boleros: La Radionovela de México”. En este musical 100% mexicano no sólo se cuenta una gran historia de suspenso, se ofrece un vistazo a los dimes y diretes detrás del cómo se hacía la radio a la mitad del siglo XX, así como se rinden homenajes a los grandes boleros de antaño y a uno de los géneros radiofónicos más importantes en la historia.

“Todos sus secretos están saliendo a la luz esta noche.”

Entre comerciales de jabón Palmolive, Fab y chocolate Azteca, los radioescuchas se enteran de que el joven Ignacio Lara ha sido asesinado en la hacienda de la altiva Señora Velázquez, quien claramente está escondiendo más de un secreto. Será misión del detective Olvera interrogar a todos los presentes para encontrar al culpable, de la misma manera en que el pianista en el estudio debe encontrar sus partituras robadas antes de que acabe el programa. “Crímen, Pasión y Boleros: La Radionovela de México” es un encantador y divertido viaje en el tiempo, un melodrama exacerbado con giros de tuerca únicamente posibles en este tipo de historias, y un deleite musical que sencillamente enamora. Esto se consigue a través de las diversas capas de lectura con que cuenta la dramaturgia. Por un lado se puede disfrutar de una radionovela que captura con precisión el sabor de la época, misma que se fortalece enormemente por la oportuna inserción de boleros reconocidos en ella. Escuchar Esperaré en voz de una amante dejada, Reloj cantada por una pareja que se ama y que sabe que se habrá de separar o una resignificación de Esta Tarde Vi Llover que enchina la piel por su emotividad al final de la obra son algunos ejemplos del muy loable trabajo de selección musical, misma que es tocada en vivo. recordando al asistente cuán bello es el cancionero mexicano. Sin embargo, en una segunda lectura, se puede apreciar la vida y el quehacer de los actores de voz radiofónicos que están dando vida al melodrama. Mientras que unos meramente están tejiendo o limándose las uñas mientras el programa sucede, otros chismean, tocan instrumentos, manipulan los múltiples elementos de utilería, o cometen una que otra fechoría. Nada de esto toma foco dentro de la narrativa per se, se puede atisbar si uno se fija en los detalles del montaje, añadiendo sabor y sazón a la recreación de la época, parte primordial en la adaptación que realiza Meza.

“Se suponía que nos fugaríamos esta noche.”

El escenario se ha convertido en un estudio de grabación. Mientras que los actores principales cantan y narran al frente, en la parte trasera las encargadas de los coros escuchan la trama mientras bordan o tejen pacientemente. Al momento de ser necesario, los encargados de los sonidos ambientales abren una pequeña puerta de madera, pasean zapatos de tacón por una madera o tintinean unas llaves. Cuando es hora de cantar, las armonías que llenan el teatro son dignas de los mejores musicales. Bajo la dirección de Luz María Meza, “Crímen, Pasión y Boleros: La Radionovela de México” recrea la época dorada de la radio en México con minuciosa precisión. Un vestuario cuidado desde la zapatería hasta las perlas en el cuello de algunas damas, los peinados altos o relamidos que estaban de moda a mediados de los 50s, hasta los ademanes de los actores a la hora de estar frente al micrófono son parte de una recreación que claramente revela el trabajo de mesa detrás del montaje. Aun cuando la calidad del sonido actúa a momentos en contra del montaje, hecho que apunta a las carencias del teatro y no de la producción, el compromiso de la compañía teatral entera, y su talento, consiguen que estos problemas no sean razón para no disfrutar la puesta en escena. Igualmente destacable es el trabajo de dirección musical de Mario Cassán la cual deleita los oídos entre música de piano, percusiones y hasta un güiro, pero sobre todo gracias a las potentes voces que se han conjuntado para dar vida a la obra.

“Antes de conocerte te adiviné.”

Con la ceja levantada y un dejo de desprecio en la voz, la señora Velázquez increpa al detective que no deja de atosigarla con preguntas; tras despertar de un largo desmayo, la enamorada Eydie Manzanero cuenta su historia con el occiso y entrega uno de los mejores momentos musicales de toda la velada; el recién llegado al puerto de San Jacinto Ignacio Lara canta Guantanamera con toda la ilusión de un joven dispuesto a devorarse la vida entera. No cabe duda de que la carta más fuerte detrás de “Crímen, Pasión y Boleros: La Radionovela de México” se halla en su elenco conformado por Luz María Meza, Enrique Herranz, Carlos Rodea, José Antonio López Tercero, Tzaitel Santini, Rebeca Castillejos, Héctor Aguilar, Mario Cassán, Dietrich Martens, Jorge Mejía. Adrián Mejía, Yuri Martz, Alejandro Membrillo, Magdalena Barón, Karina Luna y Mariana Pampolona. Desde la presteza con que Meza da catedra del exagerado tono en que se maneja el melodrama de aquel entonces, hasta las magistrales voces y calidad interpretativa de Rodea, Castillejos y Santini, la gran mayoría de los participantes demuestra pasión por el proyecto, talento sobre el escenario y voces dignas del género del bolero.

“Esperaré a que sientas nostalgia por mí.”

Yo confieso ser un gran amante de los podcasts y los audiolibros. De igual manera confieso no ser nada afecto a los grandes boleros. Sin embargo, mi pasión por el teatro y mi enorme afición de que se me cuenten grandes historias desde el audio se hermanan con maravilloso equilibrio en “Crímen, Pasión y Boleros: La Radionovela de México”. Esto me permite no sólo apreciar el gran cancionero mexicano de una época, sino también de ver como una gran compañía de teatro ha logrado que el reloj de marcha atrás para volver a ese momento en que con unos micrófonos, algunos bien utilizados trucos y enorme talento se hacia verdadera magia radiofónica.

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Crimen, Pasión y Boleros: La Radionovela de México”

DRAMATURGIA: Adaptación de Luz María Meza de “Las Canciones de Ayer y Siempre… y un Crimen” de Mario Cassán y David Aréizaga.

DIRECCIÓN: Luz María Meza

ACTÚAN: Luz María Meza, Enrique Herranz, Carlos Rodea, José Antonio López Tercero, Tzaitel Santini, Rebeca Castillejos, Héctor Aguilar, Mario Cassán, Dietrich Martens, Jorge Mejía. Adrián Mejía, Yuri Martz, Alejandro Membrillo, Magdalena Barón, Karina Luna y Mariana Pampolona.

DÓNDE: Foro Cultural Coyoacanense “Hugo Arguelles”

DIRECCIÓN: Allende 36, Colonia del Carmen, Coyoacán.

CUÁNDO: Domingo 18:00 horas.

COSTO: $600. Boletos en taquilla y al whatsapp 5519677261.

DURACIÓN: 120 minutos con un intermedio.

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.