Para quienes desean enfrentarse a la bestialidad humana de la guerra y la violencia a través de la risa bufonesca.

SOMOS EL ENEMIGO

“¿Una boleadita?”

Lo único que necesitaba la Mari era un poco de ayuda para sacar a su hermano del centro para menores. Jamás imaginó la inocente lustradora que aquel amable militar, quien le dio su tarjeta luego de una boleada de sus bellísimas botas, en vez de ayudarla con su problema la llevaría a descubrir toda una nueva carrera en la milicia. Ahora, luego de mucho entrenamiento, abuso, golpes, y distintos procesos de deshumanización, esta mariposa ha perdido sus ganas de volar, es una máquina de tortura, lista para arrancar enormes carcajadas de una verdad que no tiene la menor gracia.

“Yo, con la caja de zapatos, estoy divinamente.”

La capacidad del ser humano para la violencia, los extremos a los que se es capaz de descender en su barbarie, son explorados a través del lenguaje del clown en “Somos el Enemigo” de Rosaura Pérez Sanz, Froylán Tiscareño y Raquel Navas Ortega. En voz de una encantadora limpiabotas indigente, quien ni siquiera sabe cuál es su nombre verdadero o fecha de nacimiento, la dramaturgia plantea un sórdido camino hacia el abismo, de una feliz y amigable mujer a un monstruo en uniforme militar, haciendo uso del más oscuro lado del bufón, aquel que hace soltar carcajadas constantes al tiempo que planta un espejo distorsionado frente al espectador para mostrarle su más horrenda capacidad de destrucción.

“La guerra es la paz y nosotros somos los defensores de la paz.”

Luego de deambular por los eternos pasillos de una enorme casona llena de muchos cuadros con hombres a caballo, sin saber cómo ni cuándo Mariposa terminó alistándose a las fuerzas armadas. Con la misma ceguera con la que llenó papeles empezó su entrenamiento, teniendo que enfrentarse a trompetas matutinas, abusos de sus superiores y compañeros, y una que otra practica violenta. Esto en escena se presenta en voz de la protagonista o a través de largas secuencias donde el lenguaje era el cuerpo, la mímica y la gestualidad. A nivel narrativo, “Somos el Enemigo” se destaca por un claro y preciso entendimiento del clown, de la forma en que el cuerpo es capaz de avanzar la acción sin necesidad de la palabra, al mismo tiempo que se provoca una risa reflexiva. De tal manera, el proceso de bolear unas botas, o conectar a una persona a la corriente eléctrica se puede realizar con la misma facilidad, logrando en cada uno de estos estímulos visuales ciertas reacciones viscerales de entre los espectadores. Aunado a esto, el engranaje de la historia, el trayecto del héroe que transita Mariposa, en este caso el camino hacia el infierno, es desarrollado con presteza por los tres autores para entregar un arco dramático que, aunque podría ser predecible para algunos, no pierde su contundencia.

“Lejos de todo pronóstico, se ha convertido usted en el mejor soldado de toda su generación.”

Luego de presentarse con el público, e interactuar de manera sumamente graciosa con varios, el camino de Mariposa inicia. Tras dejar su caja de boleado encargada, misma que se habrá de convertir en su kit militar, la joven busca las oficinas del Coronel Vizcaino. El escenario se llena de humo y se ilumina de manera mortecina simbolizando la caída que el personaje está a punto de comenzar. Más allá del claro entendimiento que demuestra la dirección de “Somos el Enemigo” a cargo de Froylàn Tiscareño, su trabajo de iluminación, y juegos con oscuros totales, consigue llevar la puesta en escena a lugares tanto lúdicos como dantescos. De tal manera, una luz a través de uno de los pasillos del espacio consigue crear una estética, un poco de grasa de zapatos en la cara produce al más grande villano de la historia, y una luz blanca lanzada directamente al público, envuelta por hielo seco, crea uno de los momentos de mayor contundencia en la obra, al momento en que la soldado se da cuenta de que ha cometido el más nefando de los actos por voluntad propia. Apoyado por el vestuario diseñado por Sol Jellan y el movimiento escénico creado por Rosaura Pérez Sanz, Raquel Navas Ortega y el mismo Tiscareño, el trabajo de dirección que se realiza es verdaderamente admirable desde diferentes aristas, un creador escénico con evidente conocimiento en el manejo emocional de una audiencia.

“Cadete Mariposa reportándose mi Coronel.”

Al interactuar con el público, Mariposa apoda a uno de los presentes como el Mudo, personaje que será clave en el proceso de la narrativa. Entre carcajadas y trucos de manos, es inevitable que uno no se enamore de la bolera. A medida que su transformación cobra tintes cada vez más oscuros, una sombra se cierne sobre la mirada de la antes angelical mujer, culminando en una escena en la que, literalmente, quema su pasado con la convicción de la fiera en la que se ha convertido. “Somos el Enemigo” encuentra en Rosaura Pérez Sanz a una actriz capaz de llenar cada una de las diferentes facetas por las que transita el personaje, cada una dotándose de verdad y gracia. Con la misma capacidad con la que se muestra frágil y simpática en su humilde vestido rosa, es capaz de hacer la mímica de realizar las peores torturas contra prisioneros políticos en su traje militar. Haciendo reír constantemente a la audiencia gracias a su pericia en el clown y la bufa, provocando escalofríos con la rabia que emana de sus ojos, Pérez Sanz entrega un trabajo verdaderamente delectable y merecedor de toda una ovación.

“Los prisioneros de ahora no aguantan lo mismo que los de antes.”

A lo largo de los años he tenido el privilegio de aplaudir una enorme cantidad de montajes alrededor del tema de la guerra o la bestialidad humana, así como he reído enormemente, y a veces llorado, con grandes puestas en escena clown. Cuando estos dos mundos se juntan, el resultado tiende a ser potente, una invitación casi forzada a la reflexión profunda, catarsis que sólo se consigue a través de la risa. “Somos el Enemigo” es una exquisita obra, hecha por un muy talentoso grupo de artistas escénicos que nos hace reír para que puedan desgarrarnos las entrañas con su antibélico mensaje. Somos bestias, sí, só lo somos. Sin embargo, muchas veces en la cara del monstruo podemos descubrir la esperanza que se deja entrever en una nariz roja, en una cara blanca, en la amplia sonrisa de una mariposa con el mismo apellido que Rambo.

21DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Somos el Enemigo

DRAMATURGIA: Rosaura Pérez Sanz, Froylán Tiscareño y Raquel Navas Ortega.

DIRECCIÓN: Froylán Tiscareño

ELENCO: Rosaura Pérez Sanz

DÓNDE: Teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque

DIRECCIÓN: Reforma y Campo Marte, detrás del Auditorio Nacional, Chapultepec.

CUÁNDO: Lunes y Martes 20:00 horas. Hasta el 29 de Mayo 2023.

COSTO: $150. Boletos en taquilla y ¿Buscas boletos para somos el enemigo? Encuentra entradas en Ticketmaster MX. Aplican descuentos.

DURACIÓN: 80 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con estacionamiento.