Eso de hacer teatro del otro lado de la frontera no siempre es cosa de risa.

LAS QUE SE QUEDAN

El frente del escenario está decorado por veladoras y flores de cempasúchil, el fondo con algunos huacales y papel picado tradicional de día de muertos. Mientras suben las actrices Priscila Morales, Susana Téllez y Karla Sarmiento se va creando un ambiente de fiesta. Ofrecen un vasito de Posh para beber al público y hasta se invita a alguien a bailar con ellas. Desde antes de la tercera llamada se ha establecido que Las que se Quedan de Alejandra Serano Rodríguez será algo que bajará las defensas del espectador por medio de la carcajada antes de lanzar su estocada final.

La anécdota es ingeniosa sin duda. Una compañía teatral conformada por mujeres mexicana cruza constantemente hacia Estados Unidos con la excusa de presentarse ante comunidades latinas cuando en realidad lo que buscan es visitar a sus familiares de quienes están separados por la frontera. Sin embargo, la hilaridad comienza cuando la narrativa entremezcla la dura realidad de una gran cantidad de familias fragmentadas por la división entre países con una mordaz crítica al quehacer teatral en voz de tres personajes con personalidades equidistantes.

Una madre que abandonó a su familia para irse del otro lado; un desastre por una máquina de humo que a nadie se le ocurrió probar antes de subir el telón; un padre encarcelado lejos de su patria; una actriz con sueños de tener su momento protagónico pero que siempre se ve truncado a causa de otras compañeras de escena; una dramaturga que escribe copiando episodios de La Rosa de Guadalupe. Las que se Quedan hace uso de la narraturgia para dar cuenta de una situación casi inimaginable: tres mexicanas tratando de volver a su país tras verse atrapadas en Estados Unidos por un sistema legal que les impide regresar, o por una fama accidental alcanzada gracias a un miope crítico teatral. En voz de Lucha, María y Conchita, tres personajes cómicamente fallidos y encantadores a la vez en situaciones por demás improbables, Serrano pone su ácido sentido del humor al servicio de una muy real problemática social en este país, alcanzando crear catarsis en el espectador a través de la risa, antes de, literalmente, voltearles el huacal en una denuncia real y urgente.

Al comienzo de la puesta en escena se muestra un video, en tono telenovelesco, mostrando un desastre que ocurrió una noche cuando a la mitad de la función una de las actrices descubrió al hombre que la abandonó;  Concha aparece por primera vez en escena portando una muy ridícula corona hecha con hojas de maíz, ejemplo del tipo de ridiculeces que las actrices tienen que vestir durante las muy malas obras que representan; a la mitad de la obra, las tres actrices bajan del escenario para agradecer al público que aún siguen ahí, aguantándolas.

La dirección de Darwin Enahudy Castillo, en complicidad con su elenco, consiguen potencializar tanto el humor inherente del texto como las tan ridículas situaciones en las que se ubican los personajes hasta un punto en el que, durante la función del miércoles 16, los asistentes no paraban de carcajearse. Destacando la labor que realiza Karla Sarmiento como Lucha, quien es evidente lleva la mayor carga humorística durante el montaje, el equipo entero en Las que se Quedan se entrega de lleno a la propuesta escénica para regalar al público de la Muestra Nacional de Teatro un elemento que muchas veces pareciera un tanto ausente entre tantas propuestas tan necesarias y urgentes: la risa.

Las que se Quedan de Paren Oreja Producciones, del estado de Chiapas, se presentó en La Caja Negra MNY los días miércoles 16 y jueves 17 de noviembre dentro de la 42 Muestra Nacional de Teatro en la ciudad de Torreón Coahuila.

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Las que se Quedan

DRAMATURGIA: Alejandra Serrano Rodríguez

DIRECCIÓN: Darwin Enahudy Castillo

ELENCO: Priscila Morales, Susana Téllez y Karla Sarmiento.

DÓNDE: CAJA NEGRA MNT

DURACIÓN: 55 minutos sin intermedio.