FIERAS

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Para quienes desean cuestionar las violencias, y la pertinencia, de William Shakespeare en nuestros días.

FIERAS

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Esto era una comedia hace 400 años.”

Catalina es una mujer de fuerte personalidad, con la capacidad de defender sus propias ideas, con el coraje de no permitir que un hombre hable por ella. A causa de estas características, ella es considerada tanto por su padre, como por aquel que pretende casarse con ella, como una fiera que debe ser domada. Esta podría ser la historia de muchas mujeres que son vendidas por sus familias, que son agredidas por sus parejas hoy en día. Sin embargo, este es, no es broma, la premisa de una “comedia” que escribió William Shakespeare hace más de 400 años. Vamos, ríanse de la violencia de género, no se atrevan a cuestionar la pertinencia o relevancia de tan horrendas palabras, el más grande dramaturgo de todos los tiempos los invita.

“¿Habrá un hombre tan loco que quiera casarse con el infierno?”

La Fierecilla Domada es considerada una de las obras más controversiales, polarizantes e, incluso, inmontables de William Shakespeare. A pesar de ser considerada una comedia, la historia de un padre que prohíbe el matrimonio de su hija menos hasta que la mayor esté casada, de una transacción comercial en la que dos hombres deciden el destino de una mujer, de una relación profundamente violenta entre Catalina y Petruchio, donde la primera es violentada al punto de romperle por completo su espíritu, revela un contenido de misoginia sencillamente perturbador que para muchos es determinantemente inaceptable en nuestros días. A partir de este cuestionamiento sobre si el montar esta obra específica de Shakespeare es pertinente en pleno siglo XXI, y de hacerlo, cuál sería la mejor manera de abordarlo, es que se desarrolla “Fieras”, una adaptación de Estefanía Norato y la también directora Xhaíl Espadas.




“Esta obra ataca a mi cuerpo.”

Al comenzar la obra se escuchan las voces del elenco expresando sus dudas, temores y objeciones a montar La Fierecilla Domada. No están hablando los personajes de Shakespeare, sino los miembros de la Compañía Nacional de Teatro. A lo largo del montaje, actores y actrices detendrán el flujo de la acción para comentar sobre lo que está sucediendo en la obra, lo que está pasando dentro de ellos mismos, compartiendo con el público sus sentires ante la violencia que expresa Shakespeare, pero la que ellos mismos cargan en sus vidas. Entre las muchas grietas a la realidad que abren, Estefanía Norato comenta sobre el hecho de que su personaje Blanca es una de las dos únicas mujeres en la supuesta comedia, misma que no tiene casi diálogos más que para hablar de casarse. Por su parte, Mariana Villaseñor expresa su verdadero disgusto ante el indiscutiblemente misógino monólogo final de su personaje Catalina, dejando en claro que las violencias a las que su cuerpo es sometido en la obra rebasan a la ficción y se hacen presente en su realidad. La adaptación que realiza “Fieras” al material original parte de ver la obra, no como una comedia, sino como un drama que carece de cualquier motivo de risa. Aunado a esto, se realiza un trabajo preciso de análisis con los histriones encargados de dar vida a los personajes, para exponer en un claro ejercicio de meta-teatralidad lo que a ellos produce el estar diciendo palabras de hace 400 años, escritas por el que es considerado el más grande dramaturgo de todos los tiempos, y que están en absoluto conflicto con los valores de una sociedad deconstruida y que busca alejarse del heteropatriarcado. El resultado es interesante, por decir lo menos, un detonador en la mente del espectador quien deberá cuestionarse si en algún momento del montaje algo de lo dicho por los personajes le pareció gracioso en alguna forma.

“¿Qué tan violento es el silencio que guardo?”

La escena del matrimonio entre Petruchio y Catalina es musicalizado con la Marcha Nupcial, tocado por lo que podría considerarse una típica banda de pueblo. Mientras que el vestuario de Blanca incluye un omnipresente velo que le cubre la cara durante gran parte de la puesta en escena, el de Catalina está compuesto por pantalones, un corsé, y un gran tocado en la cabeza, todo ello en rojo intenso y decorado con perlas. El contraste entre ambos atuendos remite a mensajes de sumisión, control masculino y modas impuestas desde distintas aristas. La escenificación de “Fieras” a cargo de Xhaíl Espadas utiliza estéticas propias de la época shakesperiana en yuxtaposición con elementos propios de la actualidad en un claro reflejo entre lo antiguo y lo contemporáneo, en una determinante denuncia que evidencia la manera en que el mensaje de la obra sigue apareciendo en la contemporaneidad. Esto se aprecia claramente en el vestuario diseñado por Libertad Mardel y en la música regional utilizada, misma que es apreciada gracias al diseño sonoro de Yurief Nieves o en escenas que remiten a las telenovelas que siguen, lamentablemente, siendo del gusto de millones en este país. Este contraste no es tan apreciable en el trabajo de Escenografía de Monica Raya, quien presenta una serie de árboles blancos secos a los laterales del escenario, junto con dos escalinatas movibles que a momentos parecieran funcionar como pedestales. No obstante, su iluminación, específicamente durante la escena de quiebre del personaje de Catalina mientras se encuentra prisionera consigue capturar la atmósfera de violencia en la que habitan los personajes femeninos de la obra.




“Hoy decido poner esta parte de mi violencia al servicio de una obra de teatro.”

Luego de haber sometido, más bien torturado, a Catalina, Petruchio decide llevar a su esposa de visita a Padua con su familia. Al momento en que el marido declara que el sol brilla a la mitad de la noche, su esposa le corrige diciendo que se trata de la luna. De inmediato Petruchio el toma con fuerza la cara a Catalina, le sube la mirada y le ordena que mire bien al cielo, pues lo que brilla en lo alto es el sol. Ante la amenaza de que se cancele el viaje, y posiblemente mayor violencia, Catalina con los ojos desorbitados declara rendida que se trata de el astro amarillo. Esta escena de brutal violencia se contrasta con el quiebre emocional que muestra Alan Uribe Villarruel al hablar de sus propias violencias sufridas de niño, o con la rabia con que Mariana Villaseñor repudia dicha escena. Adicionalmente a los recién mencionados, el elenco de “Fieras” está conformado por Salvador Carmona, Armando Comonfort, Óscar Narváez, Estefania Norato, José Carlos Rodríguez, Gustavo Schaar y Mario Vera. El trabajo actoral que se realiza es apreciable desde dos vertientes, la construcción de personajes shakesperianos, y los momentos donde se realizan grietas a la realidad y son ellos mismos los que hablan. Las interpretaciones clásicas son precisas, en línea con el teatro isabelino, destacando la labor tanto de Villarruel como de Villaseñor. Sin embargo, se dice al principio de la obra que los momentos meta-teatrales pueden suceder en cualquier momento, que los actores son libres de romper con la ficción, hecho que en escena se percibe como elementos marcados y ensayados. En la medida que estos quiebres se doten de una mayor naturalidad, su impacto será mucho más contundente en las butacas.

“Hay que dejar que la contradicción hable.”

Recuerdo haber reído, y mucho, con con la versión cinematográfica de La Fierecilla Domada estelarizada por Elizabeth Taylor y Richard Burton. Recuerdo como la violencia entre ellos, matrimonio en la vida real, era sencillamente deliciosa para mí, un excelente divertimento donde jamás habría cuestionado su horror. Claro que también recuerdo ese mismo nivel de agresión entre Taylor y Burton en ¿Quién Teme a Virginia Woolf? de Edward Albee, y entendiendo que ese nivel de barbarie entre dos personas era sencillamente inaceptable. Los tiempos han cambiado, nos hemos deconstruido, supuestamente. Sin embargo, las historias de Catalina y Petruchio, de Martha y George siguen sucediendo a diario, por todo el país, por todo el mundo. Mientras nos sigamos riendo, al mismo tiempo de que las están vendiendo, violando y matando, la luna seguirá siendo el sol, aun cuando ellas digan lo contrario.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Fieras

DRAMATURGIA: Estefanía Norato y Xhaíl Espadas a partir de La Fierecilla Domada de William Shakespeare, traducciones de Luis Astrana, Rodolfo R. Vareal y Ángel Luis Pujante.

DIRECCIÓN: Xhaíl Espadas

ELENCO: Salvador Carmona, Armando Comonfort, Óscar Narváez, Estefania Norato, José Carlos Rodríguez, Gustavo Schaar, Mario Vera, Alan Uribe Villarruel, y Mariana Villaseñor.

DÓNDE: Sala Héctor Mendoza

DIRECCIÓN: Francisco Sosa 159, Colonia Barrio de Santa Catarina, Coyoacán.

CUÁNDO: Jueves y Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 horas. Hasta el 30 de Junio 2023.

COSTO: Entrada libre. Boletos bajo reservación al correo públicos.cnteatro@inba.gob.mx

DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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