EL FUTURO SEGÚN KUN
Para quienes desean escuchar la voz de una joven generación estresada por su urgente existir.
EL FUTURO SEGÚN KUN
“¿Cuántos años tendrá este sujeto?”
Bla, bla, bla. Mientras que mamá trata de comunicarse con su hijo, Kun no despega la mirada del teléfono. Bla, bla, bla. Hacer algo de provecho, dejar de estar pegado a la pantalla, salvar al mundo entero de todos sus problemas, aunque ni Kun ni nadie de su generación sean responsables de ellos, son muchas de las presiones que sus mayores ponen sobre los hombros del joven dibujante. Bla, bla, bla. Mientras que el joven nacido en el siglo pasado planea un regalo de cumpleaños, el tiempo sigue pasando, y una mala tirada de dados abrirá un infierno del que no habrá marcha atrás.
“¡Ya deja ese teléfono Kun!”
Hiperconectados, constantemente devorando masivas cantidades de información a través de la red, rebeldes a las reglas preestablecidas por las generaciones pasadas y capaces de revisar sus cuentas de Instagram, Twitter y Facebook al mismo tiempo que están desayunando y buscando el regalo perfecto por internet. La compleja mente de los millennials es retratada con una visión tanto aguda como ácida en “El Futuro Según Kun” de Antón Araiza. En voz de un joven que se niega a revelar su edad, el monólogo abre toda una serie de líneas argumentales en torno a cuán agobiante puede ser el haber nacido en un nuevo milenio plagado de problemas heredados, donde aparentemente nunca hay tiempo suficiente, y en el que las fotografías aparentemente sólo existen en su formato digital.
“Siento que nací sin tiempo, sin opción y sin oportunidad.”
Los papás de Kun lo presionan para que haga algo con su vida, los medios digitales lo presionan para arreglar todos y cada uno de los problemas que aquejan al planeta, y dos ancianos jugando backgammon le demuestran que, aunque el tiempo no deja de moverse, las cosas realmente siguen igual que siempre. “El Futuro Según Kun” es preciso en su retrato, no sólo de los millennials, sino de distintas generaciones en conflicto. Este contraste, así como la manera en que se dibuja con claridad el sentir de toda una serie de jóvenes adultos que no están conformes con el quehacer de las cosas hasta ahora, es donde el trabajo dramatúrgico de Araiza tiene relevancia y urgencia. Aunado a esto, se suma un inesperado giro de tuerca que refuerza tanto las premisas de la narrativa, particularmente aquella referente a lo apremiante del tiempo en esta época. Aun cuando el final cae innecesariamente en el terreno de lo aleccionador, la manera en que Araiza captura el sentir de toda una generación es una radiografía digna de admirarse.
“Hay un mundo alrededor de mí accionando y reaccionando.”
En un intento por escapar de su realidad, Kun constantemente está lanzándose contra la pared trasera del escenario en una coreografía que transita entre el parkour y la contorsión. Parte de su cuerpo está amarrado por cuerdas, símbolo de todo aquello que lo ata a un mundo del que está desesperadamente tratando de liberarse. La dirección de Ginés Cruz en “El Futuro Según Kun” lleva la narrativa de las palabras al cuerpo del actor, tanto en sus movimientos como en su estética, enfatizando los discursos presentados de forma certera. Este acierto se diluya a momentos por una iluminación innecesariamente cambiante, y por una musicalización ilustrativa de los sentimientos del protagonista, particularmente al final en el que incluso se entra en el terreno de lo manipuladoramente melodramático. De igual manera, en ciertas escenas se escucha la voz en off de los padres de Kun al mismo tiempo que él mismo dice las palabras, elemento que no fortalece el discurso que ya es potente por sí mismo. Una de las decisiones más interesantes de la puesta en escena es en el constante contacto que el joven tiene con la pared trasera, aquella que quisiera destrozar para salir, símbolo de un elemento que lo ata a un universo del que tan desesperadamente quisiera salir.
“Quiero que alguien dibuje mi mirada porque sé que está cambiando.”
La madre de Kun se representa con la espalda recargada a la pared y las piernas dobladas; un anciano jugando un juego de mesa con un fuerte encorvamiento de la espalda, mientras que el padre está completamente erguido y con la cabeza en alto de manera desafiante. Por su parte, Kun hablará al público ya sea con un pie pegado a la pared, de cabeza, o derrumbado en el suelo, en una posición fetal que revela su fragilidad. Gianni Ríos es el encargado de darle vida al personaje titular en “El Futuro Según Kun”. El trabajo de corporalidad del actor es preciso, su lenguaje corporal comprometido con las palabras, explotando su físico para proyectar las conflictivas emociones por las que transita el joven dibujante mientras planea el regalo perfecto para su madre. A medida que Ríos conecte con veracidad con los sentimientos, que la visceralidad tome preponderancia sobre la forma, se conseguirá un trabajo de mayor equilibrio y mucha mayor contundencia.
“No sé ustedes, pero yo sí quiero ser mejor a pesar de todo.”
El mundo es un lugar horrible, horrible, pero eso no significa que yo sea una persona horrible. Esta frase de la obra El Juego que Todos Jugamos de Alejandro Jodorowsky, misma que escuche a mediados de los 80s, ha sido una de las más grandes filosofías de vida que he seguido a lo largo de toda mi vida. A más de 30 años de haberla escuchado, me enfrento a una variante de ella en voz de Kun, demostrando una vez más que el tiempo pasa, es inclemente, pero las verdades absolutas no pierden su contundencia, no importa en que milenio se profesen, en voz de qué generación provengan.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “El Futuro Según Kun”
DRAMATURGIA: Antón Araiza
DIRECCIÓN: Ginés Cruz
ELENCO: Gianni Ríos
DÓNDE: Centro Cultural El Hormiguero
DIRECCIÓN: Gabriel Mancera 1539, Colonia del Valle.
CUÁNDO: Jueves 20:00. Hasta el 28 de Julio. Función adicional el miércoles 27 de Julio a la misma hora.
COSTO: $250. Boletos en taquilla y en https://boletopolis.com/es/evento/22552
DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio. Principio del formulario
DATOS ADICIONALES DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.