Para quienes quieren carcajearse con la versión de Don Juan Tenorio de San Jesús del Cojo.

DON JUAN CHILORIO

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

“Esto no es el Don Juan Tenorio.”

En este bonito teatro de pueblo se presentan obras pensando en el sano entretenimiento de los habitantes de San Jesús del Cojo. Eso sí, siempre cuidando que los estándares de calidad y valor cultural estén presentes. Claro que eso es bajo los muy discutibles criterios de cierto funcionario público que seguramente jamás ha abierto un libro en su vida. Es por eso que este recinto sagrado dedicado a las bellas artes no se permite que se le dé al público gato por liebre. La gente vino y pagó por ver una representación de Don Juan Tenorio y eso es lo que va a ver, no payasadas.

“¿O sea que es usted funcionario de la cultura?”

A lo largo de diversas puestas en escena, la compañía teatral Puño de Tierra, comandada por el dramaturgo y director Fernando Bonilla, ha sabido entretejer con diestra manufactura la comedia bufonesca con la crítica social o política con resultados tanto sorprendentes como divertidos. Con “Don Juan Chilorio”, su más reciente propuesta escénica, la obra clásica de José Zorrilla se convierte en un vehículo para que Bonilla pueda pitorrearse de un sistema cultural ineficiente e inservible al mismo tiempo que presenta una hilarante versión clown de una de las obras cumbres de la dramaturgia hispana.

“No voy a tolerar desnudos no justificados en mi teatro.”

Bajo la promesa de recibir dos tortas como paga, y con la ayuda de la mujer encargada de la limpieza del teatro, dos payasos intentarán presentar una digna representación de Don Juan Tenorio para poder acallar la furia del Licenciado Herculano Profundo Zedillo, quien no está dispuesto a aceptar otro tipo de espectáculo. Este simpático punto de partida es tan sólo la punta de lanza de donde Fernando Bonilla construye en “Don Juan Chilorio” tanto una versión verdaderamente cómica y original del Tenorio, máscaras de luchadores incluidas, como una estupenda representación de lo que se vive todos los días en el decadente mundo de la supuesta cultura de este país. Entre carcajadas producidas por una exquisita mezcla de comedia bufa y mordaz, el espectador recibe un patético mensaje sobre las instituciones culturales y los ineptos que las manejan.

“Nadie me va a quitar el diablo de la pastorela.”

La dirección a cargo del mismo Bonilla consigue potencializar y llevar tan ridícula situación en “Don Juan Chilorio” hasta sus últimas consecuencias. Haciendo uso de un miembro del público para que se haga cargo de uno de los principales papeles en el Tenorio, con un claro entendimiento del ritmo y tono que se requiere para que un espectáculo clown y una comedia fluyan libremente, y sabiendo explotar al máximo las habilidades de cada uno de sus actores, el director consigue que la risa fluya  constantemente durante toda la función gracias a la habilidad con que lo absurdo, lo gracioso y lo patético, se funden en una sola propuesta que funciona deliciosamente para el deleite del espectador.

“Tendré que auto suicidarme yo mismo.”

Al ver “Don Juna Chilorio” el espectador puede darse cuenta de que muy posiblemente la dramaturgia y la construcción escénica fueron creadas ya pensando en los actores que conformarían el elenco final. De ahí que la presencia de Malcolm Méndez y Valerio Vázquez  como los dos payasos que terminan representando a Don Juan Tenorio resulta imperante para el éxito de la puesta, ya que ambos logran encantar con su gracia y habilidad en las diferentes técnicas clown que aparecen a lo largo de la obra, incluyendo una deslumbrante pelea consistiendo de una serie de actos acrobáticos. Aunado a esto, la presencia en escena de Mario Monroy, resulta sencillamente entrañable y encantadora. Con su característico carisma y habilidad nata para jugar el papel del inocente despistado, Monroy logra ganarse al público a menos de cinco minutos de empezada la función como un funcionario público que simplemente no tiene nada que hacer sobre un escenario por más que lo desee. Monroy, con su eterna jovialidad y su sonrisa encantadora, se gana las palmas del público una y otra vez a medida que nos dobla de la risa con su talento. El cuadro actoral lo completa con buena manufactura Valentina Sierra en el papel de La Tlacuacha, la señora encargada de la limpieza del teatro que curiosamente se sabe el Don Juan Tenorio de memoria.

 “Don Juan ganó la apuesta honestamente.”

En una ciudad que presume de tener un montaje cómico del clásico de José Zorrilla durante todo el año, resulta refrescante encontrarse con la propuesta que Puño de Tierra ha traído a la cartelera teatral. Con gran inteligencia, sentido del humor y elegancia, esta compañía teatral nos recuerda que para hacer buena comedia no es necesario de albures, estrellas de televisión, comedia de pastelazo o personajes estereotípicos que sólo perpetúan modelos escénicos que ya deberíamos haber superado como público hace mucho tiempo. Sin embargo, la realidad en Ciudad de México, como en San Jesús del Cojo, es que la cultura sigue siendo algo intangible para la gran mayoría de los mexicanos quienes entienden el teatro como una extensión en vivo de lo que acaban de ver en la última telenovela de las ocho en cualquier televisora.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Don Juan Chilorio”

DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Fernando Bonilla

ACTÚAN: Mario Monroy, Valentina Sierra, Malcolm Méndez y Valerio Vázquez.

DÓNDE: Foro Shakespeare

DIRECCIÓN: Zamora 7, Colonia Condesa. A dos cuadras del Metro Chapultepec.

CUANDO: Lunes 20:30 hrs.

COSTO: $200 entrada general. Boletos en taquilla y ticketmaster.

DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: El Foro Shakespeare no cuenta con valet parking, pero hay un estacionamiento a lado.