Para quienes desean ver una nueva reinterpretación al más aclamado melodrama de Shakespeare.

ROMEO Y JULIETA

“Mi enemigo es el dueño de mi vida.”

La rencilla entre las familias Capuleto y Montesco les ha robado la paz a las bellas calles de Verona. Sin embargo, en medio de insultos, provocaciones y enfrentamientos, dos jóvenes amantes descubrirán que más allá de los nombres existe la pasión que sólo se puede vivir cuando se halla el verdadero amor. Juramentos realizados en secretos, pócimas mortíferas vendidas en los rincones más oscuros y la sangre que corre harán de esta dulce historia una tragedia capaz de rebasar el espacio y el tiempo convirtiéndola en inmortal.

“¿Es mi alma quien me llama por mi nombre?”

Considerada, junto con Hamlet, una de las más representadas e icónicas tragedias escritas por William Shakespeare, “Romeo y Julieta” ha logrado capturar el corazón y la imaginación de espectadores alrededor del planeta por más de 400 años.  Una tragedia a partir de la dialéctica de sus personajes, la obra es capaz de recrear con gran poeticidad el amor adolescente entre dos casi niños en medio de una batalla cargada de odio, evocando imágenes eternas a través de un lenguaje que deja en claro el por qué la dramaturgia del bardo inglés persevera hasta nuestros días. Esto, aunado a un gran tratado sobre cómo las manos del destino son capaces de arruinar el más puro y limpio de los romances, a través de una misiva no entregada, por mencionar tan sólo un ejemplo.

“Mi único amor surge de mi único odio.”

La obra comienza desde antes de la tercera llamada. Los miembros del vasto coro que representan a los Montesco y a los Capuletos deambulan por el escenario, entre las butacas, platican incluso con los asistentes. Lentamente, las miradas de rencor aparecen, un empujón de un lado del lugar, un insulto arrojado de un extremo del espacio al otro. Sin el menor aviso comienza una batalla donde las algunas prendas salen volando, los golpes están presentes a diestra y siniestra y la obra da inicio directamente sin preámbulo, libre del tan conocido prólogo a la obra de Shakespeare. Tras una exitosa temporada el año pasado en el Teatro Helénico (crítica aquí), el director Mauricio García Lozano revisita y remonta su propia versión de “Romeo y Julieta” empezando por una nueva adaptación a la traducción realizada por Alfredo Michel Modenessi. Afuera están las intervenciones del príncipe de Verona, así como prólogo y epílogo, muchos diálogos entre amigos y familiares, dando como resultado una versión mucho más enfocada en los personajes titulares, en sus anhelos y pasiones, en sus dolores y quebrantos. Ciertamente algunos puntos clave de la trama se dan por entendidos sin mayor explicación como la pelea entre las familias, algunos otros quedan mencionados apenas, siendo esta un “Romeo y Julieta” más ligero, más asequible para un público joven que quizás carece de la paciencia para apreciar la obra de Shakespeare en su entereza.

“La tristeza de este día anuncia males peores.”

Tras la muerte de Mercucio a manos de Romeo la pasarela que funciona como escenario es enmarcada por dos caminos de sangre. Los dos extremos, representando a las dos familias en pugna, se sienten aun más lejanas, menos posible el amor que profesan los amantes. La nueva visión de “Romeo y Julieta” que presenta Mauricio García Lozano cuenta con ligeros guiños al montaje original, así como a montajes suyos anteriores como Medida por Medida, aun cuando cuenta con su propia propuesta escénica. Coherente a la adaptación, esta puesta en escena se percibe libre de parafernalia escénica y se centra mucho más en la figura de los personajes centrales, así como en la de Lady Capuleto. No obstante, el uso de un gran número de actores como coro para dar mayor peso a las diferentes escenas, todos ellos en ropa interior, le imprime una grandiosidad al montaje haciéndolo parecer mucho más grande de lo que en verdad es al mismo tiempo que rinde un discurso de igualdad entre diferencias, pues debajo de las etiquetas no hay manera de distinguir quién pelea por cuál bando. La exploración de García Lozano es fructífera en diversos niveles, siendo necesario resaltar el magnífico trabajo de combate escénico a cargo de Roy Valdés y Gabriel Cruz.

“La despedida es un dolor tan dulce.”

Romeo llega a los aposentos de Julieta, desesperado por el crimen cometido, por el destierro al que ha sido condenado, al mismo tiempo feliz y ansioso por fundirse en los brazos de su amada. Ella lo recibe con una sonrisa en los labios, con lágrimas en los ojos y con puños que se estrellan en su espalda, dejando en claro los múltiples conflictos que embargan el alma de la joven Capuleto que ama a un Montesco al mismo tiempo que lo odia por haber dado muerto a Mercucio. Más allá de toda escenificación, el verdadero motivo para ver y ovacionar “Romeo y Julieta” se encuentra en la profundamente honesta y dolorosa interpretación de Assira Abbate como Julieta. Ya sea con una enorme sonrisa confesando su amor prohibido a la nana, enfrentando con rabia a su madre o llorando desconsolada el destino de su Romeo, Abbate demuestra el por qué se ha ido coronando como una de las mejores actrices de su generación. A su lado, Miguel Jiménez como Romeo realiza un sólido trabajo, capturando la inmadurez emocional de su personaje, siendo necesaria la exploración más profunda de sus emociones viscerales para poder encontrarse con Abbate en el mismo plano de fractura. Digno igualmente de mencionar son los trabajos que realizan Emma Dib como Lady Capuleto, quien logra evocar rabia y desesperación con tan sólo una mirada o con un pequeño gesto en sus manos, y el de Haydeé Boetto como la nana. Esta última consigue imprimir un agradecido y necesario elemento de humor a la puesta en escena, no por ello cayendo en la comedia fácil sino a partir de desarrollar un personaje con peso escénico verdadero. El resto del elenco lo conforman con resultados ambivalente Diego Jáuregui, Quetzalli Cortés, Miguel Santa Rita, Ernesto Coronel, Julián Segura y Samantha Coronel.

“¡Soy juguete del destino!”

Una joven perdidamente enamorada pero profundamente acomplejada por sus defectos físicos, una machorra norteña defendiendo sus tierras, una vivales capaz de venderle nada a monarcas o la hija de una de las más icónicas figuras de la dramaturgia. Pocos son los placeres del crítico equiparable al de ver la cerrera de un talento en su proceso de desarrollo. Los Ojos, Corridos Chejovianos, El Nuevo Traje del Emperador y Después de Casa de Muñecas son algunos de los montajes en los que he tenido la fortuna de ver el trabajo de Assira Abbate, uno que logra siempre sorprender por su capacidad de accionar a partir de la verdad. “Romeo y Julieta” es el punto más alto al que ha llegado la aún muy joven actriz, promesa de grandes proyectos por venir. Es mi intención estar ahí, en cada uno de ellos, para seguir documentando su camino por el escenario.

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Romeo y Julieta”

DRAMATURGIA: William Shakespeare

TRADUCCIÓN: Alfredo Michel Modenessi

ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN: Mauricio García Lozano

ACTÚAN: Miguel Jiménez, Assira Abbate, Emma Dib, Diego Jáuregui, Haydeé Boetto, Quetzalli Cortés, Miguel Santa Rita, Ernesto Coronel, Julián Segura y Samantha Coronel (alternan funciones).

CORO: Alejandro Herrera, Copelia Paula Menéndez, Cristina Tamayo, Cryse Guerrero, Daniela Peña, Daphne Penélope, David Brian Ruiz, Antonio Pérez, Bolena Guevara, Frida Ugalde, Jesús Radi, Andrea Aguilera, Leonardo Rojas, Marco Arturo Valencia, María de Anda, Fernanda Carrión, Pablo Navarro, Lina Castro, Rodrigo Suárez, Rosie Pellizzer y Xchel Villaseñor.

DÓNDE: Foro Lucerna

DIRECCIÓN: Lucerna 64 esquina con Milán, Colonia Juárez.

CUÁNDO: Viernes 20:30, Sábado 19:15 y Domingo 18:15 horas. Hasta ek 14 de Julio.

COSTO: $400. Boletos en taquilla y www.ticketmaster.com.mx

DURACIÓN: 120 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera, así como las obras que se presentan en el Teatro Milán, dentro del mismo edificio.