QUIQUE Y ANGIE, LA PAREJA IMPERIAL, FIN DE LA PESADILLA

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Para quienes desean reír de cuán ridículo es el presidente más gris en la historia de nuestro país y su esposa.

QUIQUE Y ANGIE, LA PAREJA IMPERIAL, FIN DE LA PESADILLA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

 

“Nunca pensé que esta mezcla de política y farándula sería tan complicada.”

Ninguno de los dos entiende por qué el pueblo mexicano se burla tanto de ellos con cosas tan ofensivas como hashtags y memes. Sobre todo, cuando lo único que ellos han hecho ha sido gobernar de manera tan competente. Bueno, ciertamente han habido algunos errores, ciertos malentendidos, declaraciones que podrían ser interpretadas como señales inequívocas de poca preparación para ocupar la silla presidencial. Pero esos no son más que detalles insignificantes. Ni para que preocuparse. El sexenio ya casi acaba y hay que planear cómo van a disfrutar de la maravillosa pensión que todos y cada uno de nosotros habremos de pagar.

“Ya te he dicho que es de mala educación hablar con la cabeza vacía.”

No cabe duda de que nuestro presidente y la primera dama de este país han sido tierra fértil para la burla y la sátira. Actos cínicamente evidentes de corrupción, así como declaraciones públicas dignas de verdaderos lerdos ignorantes, entre muchas otras aberrantes situaciones, han sido una y otra vez motivo de vergüenza y burla por todo el pueblo mexicano. Un sexenio tan desafortunado como el que hemos vivido es la fuente de inspiración para “Quique y Angie, la Pareja Imperial, Fin de la Pesadilla” un espectáculo de cabaret escrito por Camila González y Leticia Pedrajo que hace un entretenido recuento de cuán lamentables han sido todos los errores cometidos por dos personas que jamás debieron acceder al poder.

“Esto ya se convirtió en un melodrama chafa.”

Desde el escándalo de la casa blanca hasta la infame declaración de menos, como cinco, pasando por Ayotzinapa, los tres libros que el presidente nunca ha leído y una aberrante presentación en la Universidad Iberoamericana, “Quique y Angie, la Pareja Imperial, Fin de la Pesadilla” está conformado por una serie de viñetas, algunas mejor desarrolladas que otras, donde el público ve a la pareja presidencial discutiendo o vanagloriándose de sus propios errores. Durante una transmisión televisiva, en el baño de Los Pinos antes de irse a la cama, consumiendo cocaína en algún antro o curándose la cruda, la sátira es dura y cómica a la vez, a momentos llegando a ser verdaderamente hilarante como cuando se menciona a Jaimito el cartero o a la pájara Peggy. Sin embargo, la dramaturgia carece de una crítica o denuncia verdadera, limitándose únicamente a exponer una y otra vez y de manera satírica cuán ridículo es nuestro gobernante y su esposa. Asimismo, resulta desconcertante el uso de canciones de Juan Gabriel, Yuri, Daniela Romo y Julión Álvarez ya que los cambios que se le hacen a la letra no son lo suficientemente ingeniosos para provocar las carcajadas deseadas. Digno de mencionarse como excepción es la canción Me Alimento de ti, donde ciertamente Peña y su Gaviota cínicamente cantan su amor al partido que los puso en la cima del poder.





“Me alimento del PRI, me alimento del PRI.”

Mientras se preparan para ir a la cama, Quique se peina con un peine de gran tamaño y un gigantesco frasco de gel eGo, ambos elementos en blanco y negro, hechos de cartón y en una estética entre lo caricaturesco y el pop art. La estética dentro de la dirección conjunta que realizan Antonio Cerezo y Lizeth Rondero para “Quique y Angie, la Pareja Imperial, Fin de la Pesadilla” es atractiva y por demás funcional para el espectáculo de cabaret, impregnando toda la puesta de un aire de ridiculez muy merecida. El ritmo de la obra es el propio de su género, acelerado y fluido en todo momento, con algunas bien seleccionadas participaciones del público para aumentar la comicidad. Resulta necesario trabajar aún con el diseño de audio para que no se pierdan los diálogos, principalmente durante las canciones, y fortalecer la iluminación para que no ensucie la escena. Sin embargo, la dirección es solvente y consigue el cometido de fortalecer la dramaturgia, principalmente, la comedia.

“¿Quién es mi Barbie con disfunción inmobiliaria?”

Justo antes de dormir, Angie increpa a su esposo con una serie de reclamos que van en crescendo hasta llegar a una apoteósica histeria legítimamente divertida. En otra escena, el presidente menciona a los 56 desaparecidos de Ayotzinapa, sólo para ser corregido con toda seriedad por su esposa, mencionándole que fueron 33. No cabe duda que el verdadero deleite de “Quique y Angie, la Pareja Imperial, Fin de la Pesadilla” recae en la presencia de Leticia Pedrajo como La Gaviota. Desparpajada, divertida, ingeniosa y carismática, Pedrajo realiza una versión grotesca y divertida, pero a la vez muy real, de la actriz que adquiriera fama por declarase de manera altiva que ella era la dueña. A su lado Armando Tapia resulta meramente solvente en su interpretación del presidente, teniendo que trabajar desde en su vocalización para que su voz sea entendible cuando canta. El personaje sale a flote gracias a la dramaturgia, como cuando se mencionan los apodos que el presidente le ha dado a personalidades de la política mexicana como el Dr. Narro u Osorio Chong. Es gracias a Pedrajo y su evidente colmillo dentro del cabaret que el montaje es una deliciosa velada digna de aplaudirse.





“Tapaos los unos a los otros.”

Tenemos todos los mexicanos que agradecer que el sexenio está a punto de concluir. Durante seis años hemos sido gobernados por un hombre que merece el título de analfabeta funcional y por su esposa, una mujer evidentemente corrompida por la ambición de dinero y poder. Ahora, debemos estar temerosos del porvenir, de quién habrá de ocupar esa silla que está pronta a ser desocupada. El único consuelo que por ahora podemos tener es en la conciencia de que siempre podremos encontrar un canal de escape y desfogue en el cabaret, ese espacio de denuncia y disidencia donde la risa es la mejor vía para vomitar lo podrido que hay en el México del siglo XXI.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Quique y Angie, La Pareja Imperial, Fin de la Pesadilla”

DRAMATURGIA: Camila González y Leticia Pedrajo

DIRECCIÓN: Antonio Cerezo y Lizeth Rondero

ACTÚAN: Leticia Pedrajo y Armando Tapia.

DÓNDE: Foro Odeón dentro del Teatro Royal Pedregal.
DIRECCIÓN: Periferico Sur 4363, Colonia Jardines de la Montaña.

CUÁNDO: Sábados 19:30 hrs.

COSTO: $300. Boletos en taquilla y en www.ticketmaster.com.mx

DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO:  Cuenta con valet parking.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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