PLEGABLE

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Para quienes entienden que antes de buscar trabajo es necesario encontrarse a uno mismo. 

PLEGABLE

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Me siento como una silla.”

Esther ha perdido su trabajo. Sin embargo, y aun cuando en la opinión de todos esto es un problema muy grave, ella tiene dificultades mucho más serias que resolver, empezando por su identidad. Entre entrevistas de trabajo un tanto desafortunadas, reencuentros con corazones heridos del pasado, y una relación ligeramente bizarra con Betito, el novio de su hermana, Esther pronto descubrirá que ella es muchísimo más que una serie de palabras, que definirse no se resuelve ni con un cuestionario de Facebook, ni con una lista de adjetivos en las notas de su teléfono. Es hora de hacer una pausa en su vida, respirar profundamente, y antes de que entregue una vez más su curriculum a otra empresa, decidir con absoluta claridad si es una silla, o una mujer real.

“Si me pudieras describir en una sola palabra, ¿cuál sería?”

El colapso mental de una profesionista que pareciera tenerlo todo, más no por ello significando que esté en lo más mínimo satisfecha o feliz con su realidad, es retratado de manera sumamente cómica, pero igualmente patética y dolorosa en el monólogo “Plegable” de la dramaturga inglesa Margaret Perry. Entremezclando la desesperada misión de una mujer por entender quién es a partir de cómo es percibida por las personas, tanto en su realidad como en su pasado, con una visión crítica al proceso de selección de personal en las empresas hoy en día, la obra plantea una problemática muy verdadera en una sociedad que define a sus miembros cada vez más es definida por su trabajo y demás elementos externos a la persona misma.




“Eres egoísta hija, pero no vayas a decir eso.”

Esther decide que, para prepararse mejor para sus entrevistas de trabajo, le va a pedir a sus familiares, amigas y exes que la definan con una sola palabra. Enfocada, obsesiva, emprendedora y chispeante son tan sólo algunos de los adjetivos que recibe, palabras que, al final, carecen de un sentido real a la hora de tratar de aplicarlas a su realidad y que sólo terminan confundiéndola más. Entre reclamos de a quienes les rompió el corazón, fuertes discusiones con una amiga que considera un acto político el auto-apapacharse comprando una vela cara, y obsesionarse con el video de una mujer en LSD o con una abeja durante una entrevista de trabajo, Esther comienza un descenso en espiral hacia un lugar muy oscuro dentro de su alma, mismo que podría ser puesto en perspectiva por un loco que habla solo en el metro o por el menos inesperado de sus conocidos. Lejos de abordar la crisis y depresión en la que se encuentra sumida la protagonista, “Plegable” aborda el tan delicado tema con un ácido e ingenioso humor que permite al espectador conectar con Esther a nivel emocional, se ve reflejado en sus dilemas existenciales, al mismo tiempo que abre fuertes discusiones alrededor de la indiferencia con que ahora las personas lidian con las dificultades de los demás. Es en este equilibrio entre la risa y lo lamentable, entre lo irremediablemente patético y lo deliciosamente ridículo que es la actualidad que la autora captura el sentir de toda una generación que se siente absolutamente perdida entre las expectativas y los sueños que se olvidan.

“Un día amanecí y me d cuenta que todo estaba hueco.”

La escena no es mas que una mesa al centro del espacio. Esther se mueve alrededor, encima y debajo de ella mientras narra sus vicisitudes y encarna a los múltiples personajes con quien ella interactúa. Con muy pequeños cambios de luz se establecen algunas emociones dentro de la protagonista, pero en realidad son elementos sutiles para desarrollar ligeros acentos en una propuesta enteramente enfocada en destacar la actoralidad. La dirección de Hugo Arrevillaga en “Plegable” apuesta por la economía de recursos, en crear un montaje donde las palabras de la autora son fortalecidas y no opacadas por la parafernalia escénica, en crear un vehículo donde la capacidad de la actriz Grecia Ricart sea lo que tome por asalto el escenario por completo. El resultado es contundente al demostrar la capacidad de Arrevillaga como director de actores, en su capacidad de explotar las fortalezas de los interpretes, hecho que el muy reconocido creador teatral ha demostrado en sus últimos monólogos como Zombi y Entre los Rotos.




“Me encantaría ya no preocuparme de ti.”

Esther, un tanto nerviosa, algo irónica, y muy cercana a explotar en cualquier momento, está siendo entrevistada por dos mujeres bastante fresas. Aun cuando ambas entrevistadoras hablan en un cantadito similar, cada una tiene una personalidad clara y definida. Con el simple tocar del cuello de su camiseta blanca y un particular abrir de ojos, Esther personifica a su hermana, con el mero gesto de levantarse los anteojos de la nariz es un gerente de recursos humanos, y con marcar nerviosismo en las manos es ahora el enervante Betito. Más allá del valor dramatúrgico en “Plegable”, el trabajo actoral que realiza Grecia Ricart es digno de admiración y lo que debería ser una ovación de pie en cada función. Entendiendo plenamente que la creación de personajes va más allá de hacer voces, demostrando un muy preciso control tanto de su corporalidad como de su gestualidad, y operando desde la entraña para vulnerarse y ponerse en riesgo emocional cuando la obra así lo demanda, Ricart se entrega, literalmente, en cuerpo y sentimiento al servicio de la escena. Ya sea explicando cómo sus redes sociales le han dicho qué tipo de animal o coche es, o colapsando por completo en ira y frustración como una amiga al borde de un colapso mental que ni la más cara de las velas podrá controlar, Ricart sorprende, arranca verdaderas carcajadas y conmueve profundamente a lo largo de la obra completa.

“¿Soy real?”

Neurótico, controlador, enfocado, ambicioso, inteligente y analítico, caótico y desparpajado, gracioso dirían unos, amargoso aseguran otros. Son muchas las palabras que podrían conformar la lista que supuestamente me define. Sin embargo, soy mucho, muchísimo más que eso, una serie de virtudes y defectos, de obsesiones y locuras, todo ello sólo pudiendo encapsularse en no más de dos palabras: Juan Carlos. Cómo me perciben los demás, eso no es asunto mío, yo sólo sigo mi camino como crítico, profesor, soñador, y, en caso de ser silla, una muy cómoda donde pueda seguir escribiendo hasta el final de mis días.

 

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Plegable

DRAMATURGIA: Margaret Perry

DIRECCIÓN: Hugo Arrevillaga Serrano

ELENCO: Grecia Ricart

DÓNDE: El Cïrculo Teatral

DIRECCIÓN: Veracruz 107, Colonia Condesa.

CUÁNDO: Sábado 19:00. Hasta el 2 de Septiembre 2023.

COSTO: $300. Boletos en taquilla o en PLEGABLE – Boletópolis (boletopolis.com)

DURACIÓN: 85 minutos sin intermedio.

DATOS ADICIONALES DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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