ORESTIADA
Para quienes desean atender al juicio contra Orestes en vana búsqueda de la verdad absoluta.
ORESTIADA
“El Verbo estaba allá al principio y ahora estamos en el final… o casi.”
Los dioses pidieron la vida de Ifigenia en manos de su propio padre Agamenón, quien por su parte fue asesinado por su adultera esposa Clitemnestra. En confabulación con su ausente hermana Electra, el perturbado Orestes aniquiló a su madre y a su amante Egisto. Ahora, en juicio humano y frente a las Furias, se habrá de determinar si la maldición acaecida sobre los Atridas derramará sangre una vez más. Sin embargo, la verdad no es tan clara, los hechos no son exactamente como sucedieron y la mente es capaz de distorsionar hasta la misma realidad.
“El precio es la criatura.”
Escrita en siglo V antes de Cristo y la única trilogía que se conserva intacta del teatro griego antiguo, “Orestiada” de Esquilo abraca la historia de Agamenón, su esposa Clitemnestra y sus hijos Ifigenia, Electra y Orestes, quienes parecieran peones del destino marcado por los dioses para ellos a través de diversas profecías. El dramaturgo y director inglés Robert Icke, considerado como uno de los grandes creadores contemporáneos dentro de la escena británica, realizó en 2015 una adaptación de largo aliento donde se conjuntan las tres obras comprendidas por la trilogía Agamenón, Las Coéforas y Las Euménides junto con un prólogo alrededor de los acontecimientos que desembocaron en el sacrificio de Ifigenia a los dioses para poder ganar la guerra de Troya. El resultado, aclamado por la crítica y merecedor de varios reconocimientos, es una reinvención de las tres tragedias desde un punto de vista jurídico actual, donde Orestes es interrogado y sometido a pruebas psicológicas, la fe es cuestionada en su potencial de acabar con vidas y en el que la verdad está sujeta a quien cuenta la historia.
“No es una historia, es una profecía.”
Orestes descubre en un manchón de tinta a dos águilas aniquilando a una liebre con crías cuando se le aplica una prueba Rorschach por la parte acusadora durante su juicio. A partir de este hecho se emprende un recorrido por su memoria, donde múltiples asesinatos son expuestos en una fútil búsqueda por la verdad. Cada nueva evidencia llevará a que el jurado, junto con cada uno de los espectadores, llegue a la conclusión sobre la culpabilidad del acusado. Desde el imaginar a un Orestes niño frágil y lacrimoso en busca del afecto de papá hasta la creación de una Clitemnestra cuidadosa de su imagen pública ante los medios de comunicación, “Orestiada” consigue mantener la esencia de Esquilo al mismo tiempo que el dramaturgo se apropia de la trágica anécdota y la transpola a un aquí y ahora que es relevante y urgente a partir de personajes complejos como lo es un Orestes que no toma a la ligera el sacrificio de su hija y que, muy al contrario, lo padece profundamente en un conflicto entre el corazón y su fe. Es precisamente en este último punto donde se encuentra uno de los puntos más sólidos de la propuesta de Icke, quien abre cuestionamientos de fe en conexión a actos de violencia, poniendo en tela de juicio si es valido hacer cualquier acto por un dictamen divino.
“La guerra llegó a esta casa.”
Una mesa baronial es decorada por un mantel blanco que poco a poco se va manchando de sangre a medida que en él se cometen nefandos crímenes o los cadáveres son cubiertos. Justo tras ser usado sobre el cuerpo inerte de Agamenón, su asesina Clitemnestra y su amante Egisto se recuestan sobre la tela a manera de almohada en un acto desafiante y cínico. La directora Lorena Maza asume la responsabilidad del montaje de “Orestiada” con una puesta en escena que apuesta tanto por dejar que las palabras sean quienes llevan la carga dramática como por cuadros estéticos potentes. De tal manera, los miembros de la familia de los Atridas tienen oportunidad de declamar sendos monólogos o establecer duros diálogos con único apoyo en la actoralidad para que momentos después pudiera aparecer un ciervo muerto de tamaño real horrorizando a la pequeña Ifigenia o se lleve a cabo un matricidio sin que realmente se sepa si fue Electra u Orestes quien empuñó la daga gracias a un preciso juego de luces orquestado por Laura Villegas quien también se hace cargo de la grandilocuente escenografía. A pesar de que el paso del tiempo se llega a sentir hacia la mitad del segundo acto de tres, es la capacidad de Lorena Maza de equilibrar el peso del discurso con un buen manejo de teatralidad lo que consigue que una obra de cuatro horas llegue a buen puerto, consiguiendo una ovación de pie al final del tercer acto.
“Los muertos están matando a los vivos.”
Orestes enfrenta a su madre con un puñal en mano, listo para aniquilarla. Sin embargo, la lengua viperina de su madre es capaz de desarmarlo, dejando a un pobre e indefenso niño incapaz de cometer tan terrible acto. Desde un pequeño que canta con voz cortada para su padre hasta un hombre capaz de enfrentar a las Furias en busca de justicia, “Orestiada” encuentra en Cristian Magaloni su pieza más fuerte. El reconocido director de obras como Los Ojos y Hay un Lobo que se Come el Sol Todos los Inviernos demuestra su capacidad de fractura y honestidad emocional sobre el escenario, hecho que se aplaude con creces. A su lado, Abril Pinedo realiza una labor actoral igualmente loable como Electra, creando un personaje roto por las decisiones de sus padres y que la han dejado con una familia resquebrajada. Laura Almela en el papel de Clitemnestra es también de mencionar, siendo interesante el contraste que ella representa con los antes mencionados ya que ella crea su personaje desde la grandilocuencia y la hipérbole. El resto del elenco conformado por Mauricio Davison, José Carlos Rodríguez, Emma Dib, Inés de Tavira, Luis Miguel Lombana, Evangelina Martínez y Renata Ramos consiguen variantes niveles de efectividad actoral, algunos alcanzando buen nivel de verdad, algunos en la más llana falsedad.
“¿Acepta someterse a las prácticas de esta corte?”
Yo confieso haber llegado a “Orestiada” con mucho escepticismo. Me preguntaba la necesidad y relevancia de un montaje de cuatro horas de duración alrededor de tres tragedias griegas, sobre todo dentro de una comunidad teatral que está desesperada por la generación de nuevos públicos y mantener interesados a los existentes. Tras terminar la velada, sin haber perdido la atención ni un momento de los 240 minutos, me encontré gratamente sorprendido y con las respuestas que buscaba. El proyecto producido por Claudio Sodi, Andrés Zuno y la misma directora es una demostración de que el teatro griego es relevante en nuestros días, que cuando una historia está bien contada no importa cuanto dure y que el público siempre existirá mientras haya buen teatro.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Orestiada”
DRAMATURGIA: Robert Icke sobre La Orestiada de Esquilo.
TRADUCCIÓN: Pilar Ixquic Mata
DIRECCIÓN: Lorena Maza
ACTÚAN: Mauricio Davison, José Carlos Rodríguez, Emma Dib, Cristian Magaloni, Inés de Tavira, Laura Almela, Abril Pinedo, Luis Miguel Lombana, Evangelina Martínez y Renata Ramos.
DÓNDE: Teatro El Galeón Abraham Oceransky
DIRECCIÓN: Paseo de la Reforma y Campo Marte S/N.
CUÁNDO: Jueves, Viernes, Sábado y Domingo 18:00 horas. Hasta el 14 de Julio.
COSTO: $150. Boletos en taquilla y ticketmaster. Aplican descuentos.
DURACIÓN: 240 minutos con dos intermedios.
DATOS DEL TEATRO: El Centro Cultural del Bosque cuenta con una extensa cartelera en sus diferentes teatros, les recomendamos revisarla. Cuentan con dos estacionamientos gratis al mostrar sus boletos para la obra. Se encuentra detrás del Auditorio Nacional.