Para quienes entienden que la música es parte fundamental del teatro.

MICROTEATRO: POR MÚSICA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

Una casona en Santa María la Ribera donde cada espacio disponible, incluyendo el cuarto de servicio, se ha convertido en un escenario. 13 obras diferentes, todas sucediendo al mismo tiempo, repitiéndose a intervalos de 30 minutos. 15 minutos de duración, máximo, cada obra. 15 espectadores máximo de capacidad en cada una de ellas. Una experiencia sencillamente adictiva y fascinante. Esto es una revolucionaria forma de hacer teatro que llegó a México hace casi dos años, y que desde entonces ha cambiado las reglas sobre cómo se hace teatro en esta ciudad al igual que en Veracruz, Guadalajara y Puebla donde ya también tienen sedes. Esto es MicroTeatro: el original.

¿Cómo funciona? Muy sencillo. Uno llega al lugar y se encuentra con el menú de obras desplegado en las paredes para que uno pueda escoger qué se le apetece ver entre las diferentes alternativas. Se puede pagar 70 pesos por una sola obra o pagar 180 por un combo de tres, incluso existe un abono que permite ver todas las obras de la temporada por 650. En ambos casos, una bebida está incluida. Si tienen la misma reacción que la mayoría van a querer más de un combo, se los aseguro.

Ella nace a partir de las lágrimas que provoca un corazón roto, de la máxima alegría que puede albergar el ser humano, de la promesa del amor eterno o del amargo sabor que deja un adiós. Sus notas son siete pero en ellas es capaz de capturar la historia de toda la humanidad, de todo su sentir, su pasión y su dolor. Su voz se encuentra en el viento que viaja en el interior de una flauta, en las cuerdas de una guitarra, en el suave vibrar del arco de un violín o en cada una de las teclas de un piano. Su fuerza radica en su capacidad de hacernos bailar, cantar a todo pulmón, olvidar cualquier problema y simplemente girar y brincar. Ella es ritmo, melodía, armonía y matices. Su nombre es música y MicroTeatro le rinde homenaje en esta temporada.

Tras un ciclo lleno de amor y éxito, MicroTeatro abre las puertas de su casa para ahora recibir 16 historias inspiradas por Orfeo, Dios de la música. Una telenovela noventera ahora es vecina de un reality show donde una de las más emblemáticas canciones de José José se enfrentará a una anfitriona muy desquiciada. Una mística bruja se encuentra a lado de una radio emisora donde el jazz y lo hípster se enfrentarán cara a cara, no muy lejos de donde aún se pueden escuchar los discos viejos del abuelo o de un cuarto donde un profesor habrá de impartir su última lección de piano. Las 13 salas de MicroTeatro laten al ritmo de amores prohibidos y directoras de cine oligofrénicas, trámites burocráticos imposibles y terrorismo cultural, jingles de televisión y hasta una abejita aburrida, un par de mujeres astronautas y una testigo de Jehová. Madonna alguna vez dijo que la música era capaz de unir a los burgueses con los rebeldes, esta mezcla de personajes y situaciones van más allá de lo que la reina del pop alguna vez imaginó.

El talento que la música ha conjuntado en esta temporada es verdaderamente desbordante. La llegada de Tiaré Scanda como dramaturga y directora o la presencia de la talentosísima Anahí Allué sobre el escenario se unen al regreso de Laura de Ita y Valeria Vera, ambas veteranas en MicroTeatro, una viajando al espacio exterior y la otra tratando de vendernos de manera sensual una secadora de pelo. Alonso Íñiguez deleita como radio locutor y Rafael Pineda vuelve ahora como escritor y director de una farsa que nadie se debe de perder. Por un lado, la siempre graciosa Naomi Romo llega para provocar grandes carcajadas mientras trata de musicalizar su nueva película; por el otro, la grandiosa Marta Zamora nos enseña que uno siempre debe de continuar en la lucha sin importar qué tan grande sea el dolor en los dedos o en el alma. Igualmente, Emmanuel Duprez vuelve para producir una pieza de teatro documental que impacta al ritmo de Pharell Williams, y Rodrigo Ostap le congela la sangre al público una vez más, ahora con una agridulce melodía mientras le limpia la sangre a su compañero de celda. Como se puede notar, el flautista de Hamelin ha logrado atraer a una maravillosa plétora de talentos, hecho que nadie debe de desaprovechar.

Una de las características más destacables de esta temporada es la presencia de tres propuestas en la categoría de MicroTeatro infantil que conseguirán que los chiquitines encuentren un nuevo amor tanto en la música como en el teatro. Reynolds Robledo regresa a MicroTeatro escribiendo y dirigiendo la historia de una adorable abejita obligada a esperar en un hospital la llegada de su nuevo hermanito, Mitzi Mabel Cadena, ganadora de la MicroEstrella a mejor actriz en la temporada Por Miedo, ahora deleita a niños y adultos con una historia de sombras y mucho corazón y el muy talentoso Alejandro Reyna trae a toda su banda de amigos y marionetas para enorme asombro de todos los niños que entran a su laboratorio. MicroTeatro Infantil es ya una visita obligada en cada temporada, una maravillosa manera de acercar a los más jóvenes a que aprecien tan importante arte.

MicroTeatro va más allá de simplemente ofrecer 16 obras de teatro en el mismo lugar. Es una experiencia teatral y social que encanta, enamora y vuelve adictos a quienes la conocen. Esta temporada desborda talento, vibra con las canciones que salen de cada sala, no importa que sean de Debussy, Consuelo Velázquez o de Thalía, conmueve y provoca carcajadas. MicroTeatro cierra un ciclo de trece temporadas con broche de oro y prepara el camino para dos de sus más grandes retos y apuestas: DF (obra de Emilio Carballido dirigidas por algunos de los más grandes y reconocidos directores de este país) y Clásicos (lo mejor de cada temporada pasada).

A PARTIR DEL 18 DE MARZO ENCUENTRA LAS 16 RESEÑAS EN www.entretenia.com

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)