
APUNTES SOBRE EL DETERIORO DE MI MADRE
Para quienes entienden que la vejez y muerte de un ser amado es una tortuosa, extenuante y amorosa travesía.
APUNTES SOBRE EL DETERIORO DE MI MADRE
“¿Cuándo se puso así de vieja?”
Ella lee, fuma, toma una siesta, fuma, tiene una visita, fuma otro poco y ya casi no se levanta de la cama. Entre llamada y llamada telefónica, entre una visita y la siguiente a ese departamento que hiede a tabaco. el abismo que existe entre madre e hijo se acrecienta, más ello no significa que el amor se agota. Con cada día que pasa, el espiral descendente hacia el descanso eterno de una anciana es inevitable, y cada noche, mientras su recién nacida duerme, un hombre deja testimonio de su sentir ante tan cruel realidad que culminará en una noche turca en otro plano existencial.
“Este es un departamento que huele a humo de cigarro.”
Basándose en su propia experiencia durante el decaimiento físico, emocional y mental de su propia madre a causa de toda una serie de factores asociados con la vejez, el dramaturgo norteamericano Andy Bragen escribió Apuntes sobre el deterioro de mi madre. A través de una serie de viñetas no lineales en su temporalidad, el autor da cuenta casi a manera de documental, de forma distante y un tanto clínica, la manera en que una mujer, que alguna vez fue parte de la socialité neoyorquina, ahora es una anciana viuda recluida en su propio departamento luego de haberse retirado y sobrevivido al cáncer. La forma en que el tiempo le causa estragos en su cuerpo, su dignidad, su independencia y el abandono emocional que hay entre ella y su hijo son puntos por demás delicados de tratar, dolorosos y sensibles. Más en la forma en que se abordan desde la dramaturgia, a partir de notas reales que se hacían luego de múltiples visitas al departamento impregnado del olor a tabaco, el recuento de tales eventos se vislumbra como si de una una pieza de museo se tratara, desde la distancia y más con un ojo analítico que con el corazón.
“Tal vez no siempre me caes bien, pero te amo.”
Ella llama y le reclama a su hijo que no la visita con suficiente frecuencia; él se pone a abrir cajones para desentrañar el misterio de un dinero desaparecido con la enorme fatiga que le produce el fastidio de lidiar con las múltiples demandas de su madre con tanta frecuencia; ella bebe café de un frasco de vidrio para después tener que lidiar con la inmensamente complicada tarea que significa ir al baño; él está conflictuado pues no se siente cómodo llevando a su recién nacida hija a ver a su abuela, una mujer que no puede dejar de fumar ni un solo día. El tema que aborda Bragen es universal y atemporal. El cuidado de un anciano en su proceso de decaimiento es un asunto que le resulta familiar a muchos, es igualmente un miedo que otros tantos tienen, ya sea por ser la parte cuidadora o la cuidada. No obstante, y posiblemente a manera de mecanismo de defensa, la obra no se adentra de lleno hacia las hediondas entrañas de tan dura problemática, se mantiene en datos y en hechos, es congruente con la acusación que el personaje de la madre le hace a su hijo al declararlo emocionalmente limitado. Este hecho, y la manera en que la traducción mantiene la situación en Nueva York, y asume que el público mexicano entiende todas las referencias a dicha ciudad, como la mencionar Barnes & Noble sin especificar que es una librería, crea un fuerte desapego, no conecta con fibras sentimentales entre toda la audiencia, dando como resultado un retrato duro, terrible de una realidad inescapable, con el cual no necesariamente se empatiza.
“Me pregunto cómo eres como esposo, cómo eres como padre.”
El centro del escenario está dominado por una gran cama King Size, universo en el que ahora gira la existencia de ella. Alrededor hay cajas de cartón, elementos que remiten a una mudanza, o a el desmontar de una casa. De ellas salen una gran cantidad de teléfonos de disco, mismos que él va poniendo sobre la cama para que su madre los use para hablar con su hijo. Rara vez de hablan de frente, la comunicación entre ellos es a través de hilos, a lo lejos. Al fondo del espacio, del lado izquierdo, se levanta una parte de la escenografía como si de un montículo se tratara, donde hay una maleta de mano que nunca se usa durante la obra y donde él narra varios momentos de la historia. Apuntes sobre el deterioro de mi madre es dirigida por Ana Graham quien respeta en gran medida el enfoque clínico con que la dramaturgia aborda el tema. Salvo por un final que realza el diseño de escenografía a cargo de Anna Adria y enfatiza el sólido trabajo de diseño sonoro y música original de Cristóbal Maryán, transportando al público a una onírica tierra lejana, la apuesta escénica del montaje da cuenta de la forma tan limitada en que estas dos personas se expresan afecto, manejan su relación, y, finalmente lidian con la pérdida, más enfocados en la inmensa tarea que significa empacar un departamento entero que en el duelo. Esto mismo se acentúa con el uso, en algunas escenas, de audios grabados en favor de la actriz Concepción Márquez hablando en vivo, hecho que disloca a momentos los planteamientos de la puesta en escena.
“Me vas a a extrañar y vas a llorar por mí.”
La capacidad de movimiento de la madre se va viendo más y más limitada a medida que el tiempo pasa, hecho que se percibe desde la manera en que se sube o baja de la cama, o en el caminar torpe que a veces muestra. Al hablar, se detecta su orgullo, se vislumbra quién fue alguna vez, esta dama de sociedad neoyorquina que amaba recibir invitados mientras ella se lucía en un vestido rojo sobre su chaise lounge. A la vez, también se puede apreciar a una anciana enojada ante el gran espacio entre cada una de las visitas de su hijo, o una mujer avergonzada por cuestiones un tanto más íntimas. Por su parte, el hijo es escueto en sus expresiones de afecto, hace lo que debe hacer y lo hace bien, pero se le nota el cansancio, el hartazgo que implica cuidar a una persona de la tercera edad. Apuntes sobre el deterioro de mi madre se beneficia con la presencia de Concepción Márquez en el rol titular de la obra. Mostrando una amplitud de emociones y características de personalidad propias del personaje, Márquez presenta una madre anciana que, aun cuando no alcanza a percibirse como frágil o completamente derruida por la edad, se cimenta en una actoralidad pletórica de verdad. A su lado, Antonio Vega entrega un hijo congruente con la descripción de su rol, un ser frío y distante, dando como resultado un sólido trabajo interpretativo, pero que no genera necesariamente empatía. Estos factores contribuyen, una vez más, al ojo más documental y no emotivo de la obra, hecho que a fin de cuentas pareciera ser el objetivo desde su génesis de escritura.
“Mamá, ¿te puedo abrazar?”
Mi madre tiene 81 años. Ha sobrevivido a dos infartos cerebrales y múltiples cirugías en la cadera, espalda, y columna. Yo soy quien se encarga de sus finanzas, de ayudarle con una infinidad de tramites, con resolverle temas con la persona que la cuida, y de ir a verla cada semana, ritual que siempre me llena de felicidad. Amo a mi madre con toda mi alma y a la vez me agota, me drena todas las demandas que me hace, me ponen de malas y hay veces que quisiera matarla por el simple hecho de que no entiende cómo poner Disney en su tele. Yo soy él y mi Goya es ella, la madre en la cama. La manera en que me vi en el espejo estando frente al escenario era innegable. Yo me pregunto… ¿siendo el tema tan cercano a mi vida, a mi alma, estando ante una situación que me aterra todos los días cuando pienso en como se va acercando el final de su vida, por qué salí del teatro como si nada?
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: Apuntes sobre el deterioro de mi madre
DRAMATURGIA: Andy Bragen
TRADUCCIÓN: Ana Graham y Antonio Vega.
DIRECCIÓN: Ana Graham
ELENCO: Concepción Márquez y Antonio Vega.
DÓNDE: Foro La Gruta dentro del Centro Cultural Helénico.
DIRECCIÓN: Avenida Revolución 1500, Guadalupe Inn.
CUÁNDO: Viernes 20:00, Sàbado y Domingo 18:00 horas. Hasta el 9 de Marzo 2025.
COSTO: $330. Boletos en taquilla y Boletos para APUNTES SOBRE EL DETERIORO DE MI MADRE en Teatro Helénico
DURACIÓN: 80 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con estacionamiento y valet parking.