Para quienes quieren emprender una travesía hacia el absurdo de la nada.

UN PROPÓSITO CLARO

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

“Estaba seguro que vivir en el mar me enseñaría a vivir en tierra.”

La barca se mueve, avanza incansable por el océano con un curso fijo hacia ningún lado. Su único pasajero tiene un objetivo, el cual se ha perdido en el tiempo y entre las olas. La tripulación obedece órdenes, realiza sus deberes con celo y disciplina, aun cuando las sirenas llaman en sueños a volver a una tierra que ya no existe y el aire de rebelión es cada vez más pesado en el ambiente. El capitán no sale jamás de su cabina, no cede el curso de esta carabela, pues él tiene una misión que ha de cumplir aunque pareciera que ya ni siquiera recuerda cuál es. En la vastedad del mar, cinco seres sueñan con un mundo mejor, a sabiendas de que ya no hay ningún lado a donde llegar.

“No hay ningún asunto náutico que tratar en este momento.”

La dramaturga Ileana Villarreal invita al espectador a emprender un viaje interminable en alta mar hacia la nada en su obra “Un Propósito Claro”, ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2010. Este fascinante texto absurdista con claros ecos a la obra maestra de Samuel Beckett “Esperando a Godot”, consigue transmitir con profunda y agridulce pena, así como con un pequeño guiño de esperanza derrotada, la incansable búsqueda de la tierra de Telescopio, el objetivo que se ha establecido para una travesía que no tiene sentido de existir. De la misma manera en que Estragón y Vladimir esperan pacientemente la llegada de la mítica figura de Godot en la obra de Beckett, cinco tripulantes viajan eternamente a una tierra que claramente ha dejado de existir, igual que el mundo entero fuera de esta nave.

“No voy a llegar a ningún puerto sin antes completar mi misión.”

El bocado de un dátil, el canto mítico de una sirena, una cubeta cargada de orines, una soga, un ancla o un mapa del mundo cobran significados casi trágicos bajo la dramaturgia de Villarreal en “Un Propósito Claro”, siendo que cada elemento presente en la historia lleva al espectador a ser partícipe de la profunda desolación que aqueja a cada uno de los personajes, tan llenos de esperanza ante una realidad que profundiza el absurdo de esta travesía. Con diálogos cargados de soledad y añoranza, con rebeliones inservibles y un toque de amor, odio y ensoñación, Villarreal ha creado un devastador reflejo de lo que reside en el alma de muchos habitantes de este planeta que transitan por sus vidas en absoluta soledad en un mundo que explota por la sobrepoblación.

“Si yo fuera el pasajero, no tendría voluntad de continuar.”

La propuesta escénica que trae el director Jesús Díaz se distingue de primer impacto por un diseño escenográfico sencillamente hermoso a cargo de Teresa Alvarado quien logra transformar la caja negra del Teatro EL Galeón en la proa de una embarcación, mástil incluido. Este elemento, aunado a un trabajo bien logrado de iluminación, a cargo de la misma Alvarado, y la música en vivo ejecutada por Juan Pablo Villa logra en “Un Propósito Claro” una ambientación tanto mística como desoladora donde las sirenas pueden aparecer entre sueños y unos marineros pueden fantasear con lo que nunca será. Asimismo, Díaz consigue fortalecer esta atmósfera al esparcirla con algunos elementos clown propios de su compañía Teatral Idiotas Teatro, añadiendo algunas sonrisas a esta lúgubre puesta. Aun cuando la obra podría robustecerse con un ritmo que no resulte demasiado denso para aquellos espectadores casuales menos acostumbrados a las reglas del absurdo, la obra llega a hipnotizar con su hermosa estética marítima.

“Nosotros somos el verdadero impulso de esta nave.”

Sin duda, “Un Propósito Claro” es un trabajo de ensamble donde cada uno de los actores debe asumir su nivel de participación dentro de la obra sin buscar sobresalir por encima de ningún otro pero al mismo tiempo brillando dentro del conjunto. Antonio Zúñiga, José Carlos Rodríguez, Miguel Flores, Cristian David, Fernando Reyes Reyes e incluso Tessie Herrasti, quien apenas está en escena unos cuantos minutos, consiguen este objetivo con oficio y talento logrando resultados sólidos que acentúan la profunda teatralidad del texto, fortalecen la propuesta escénica del director y atrapan al espectador para así poder llevar a buen puerto la obra.

“Los he estado engañando, yo no voy a ningún lado.”

La profunda soledad que reside en millones de personas alrededor del mundo, el absurdo de una existencia sin ninguna razón de ser, despertar todos los días con el único propósito de terminarlo con bien y poco más, viajar por el mar de la existencia sin el más mínimo sentido de para qué. Toda una serie de preocupaciones y dolencias que han hecho que esta sociedad tenga más presente que nunca la interminable espera que propuso Beckett el siglo pasado y que hoy día tiene eco en la dramaturgia contemporánea. Esta nave ha zarpado, el sin sentido de la vida diaria se ha encargado de acabar con la fe de cada uno de nosotros, sus tripulantes.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Un Propósito Claro”

DRAMATURGIA: Ileana Villarreal

DIRECCIÓN: Jesús Díaz

ACTÚAN: Antonio Zúñiga, José Carlos Rodríguez, Miguel Flores, Cristian David, Tessie Herrasti y Fernando Reyes Reyes.

MÚSICA EN VIVO: Juan Pablo Villa

DÓNDE: Teatro El Galeón dentro del Centro Cultural del Bosque.

DIRECCIÓN: Paseo de la Reforma y Campo Marte S/N.

CUÁNDO: Jueves y Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingos 18:00 hrs. Hasta el 3 de Agosto.

COSTO: $150 entrada general. Boletos en taquilla y ticketmaster. Aplican descuentos.

DURACIÓN: 70 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: El Centro Cultural del Bosque cuenta con una extensa cartelera en sus diferentes teatros, les recomendamos revisarla. Cuentan con dos estacionamientos gratis al mostrar sus boletos para la obra.