UN OBÚS EN EL CORAZÓN

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Para quienes desean entrar a un cuarto de hospital donde las llamas del miedo y la ira se enfrentarán al poder del perdón.

UN OBÚS EN EL CORAZÓN

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Nunca sabemos cómo comienza una historia.”

La llamada llegó en una noche helada. Mamá se está muriendo y hay que ir al hospital de inmediato. La distancia no es tan larga, sólo es cuestión de tomar el autobús y bajarse en la parada correspondiente. Sin embargo, para Wahab, el recorrido hacia el cuarto donde su madre está a punto de expirar no se mide en kilómetros, sino en recuerdos, rencores, odios y miedos. La loba está por respirar una última vez, el niño que alguna vez fue Wahab aun puede ver las flamas de la guerra consumiéndolo todo, y en ese terror quizás haya lugar para que una cría encuentre el perdón.

“Soy el hermano gemelo de una guerra civil.”

Considerado como uno de los dramaturgos contemporáneos de mayor impacto en la escena teatral mundial, y reconocido ampliamente por su obra Incendios, Wajdi Mouawad se adentra hacia su interior para crear el monólogo autobiográfico “Un Obús en el Corazón”. La inminente muerte de una mujer cuyo hijo le ha guardado rencor por la mayor parte de su vida es el detonante para una exploración hacia temas recurrentes en las obras del autor canadiense de origen libanés como son la guerra, los traumas familiares y la traición que proviene de la infancia.




“No me tome la infancia con la suficiente seriedad.”

Mientras que Wahab viaja por autobús hacia el hospital la memoria se comienza a detonar. La guerra civil que azotó a su país durante su infancia regresa a su mente, recuerdos de cuerpos calcinándose atrapados en el mismo tipo de transporte en el que se encuentra. El circo del dolor que se crea alrededor de una persona moribunda, un Santa Claus intentando salir de un atasco, masajes de pies y rostros cambiantes son aglomeran en su cabeza mientras un pintor trata de entender lo que significa perder a su madre a causa del cáncer. Existiendo en un universo que pareciera paralelo al que Mouawad creó en Incendios, “Un Obús en el Corazón” entremezcla la poeticidad con la narraturgia, imágenes desgarradoras a causa de la barbarie humana se enfrentan con los monstruos que aun atormentan a un hombre adulto que no logra escapar de su infancia. El resultado es un texto que confronta al espectador con sus propios demonios, invita a la reflexión sobre el lastre que se carga desde la niñez y que no se ha logrado soltar, sobre la imperante necesidad de perdonar antes de que el tiempo se acabe.

“Pienso que asistiendo a su muerte estoy asistiendo a mi propio nacimiento.”

Tres rampas ascendentes hasta la cima del teatro y una serie de marcos de gran tamaño con pantallas translucidas es el espacio que se ha dispuesto para la puesta en escena. Wahab sube y baja por el lugar, su cuerpo y rostro a momentos ocultos por dichos marcos. En ellos, se proyectan imágenes de la guerra, llamas naranjas, una hermosa mujer viendo hacia el exterior por una ventana, el largo pasillo del autobús por el que viaja el protagonista, o los cuadros que pinta, todo ello un reflejo de la mente atormentada de un aspirante artista. La dirección de Rebeca Trejo en “Un Obús en el Corazón” está dominada por la escenografía diseñada por el también iluminador Jesús Hernández. Mientras que la directora hace uso de todo el espacio en su altura y profundidad, encontrando recovecos entre los marcos para plantear diferentes áreas de intimidad o dolor, los ya mencionados marcos obstaculizan la visibilidad para gran parte de los espectadores y nublan la gestualidad del actor Bernardo Gamboa durante su interpretación. Por su parte, las proyecciones resultan más ilustrativas que aportantes, creando en una totalidad un montaje de gran tamaño para un texto que está buscando la intimidad. Se destaca sin duda la iluminación que es capaz de emular la frialdad de un hospital o de un interrogatorio, o el naranja de las llamas que consumieron alguna vez los cuerpos de víctimas inocentes en la guerra, o el alma de un hombre que no ha podido encontrar la paz con su pasado.




“Sólo el miedo de un niño puede vencer el miedo de otro niño.”

Más molesto que afectado por la noticia de la pronta muerte de su madre, Wahab sale a las heladas calles de la ciudad. Su relato es cínico, envenenado por la bilis que destila el desdén que siente por su madre. A medida que sus recuerdos toman el frente de su mente, sus defensas van cayendo, liberando a un niño herido por la barbarie humana, a un hombre desesperado por perdonar y dejar ir los lastres, a un hijo en busca de quien sólo quería protegerlo del horror. Bernardo Gamboa, quien recientemente fue galardonado por su trabajo en el monólogo Tártaro, realiza un sólido trabajo interpretativo en “Un Obús en el Corazón” haciendo uso de su corporalidad y capacidad de habitar personajes desde la fractura para dar vida a Wahab. Ya sea como un hombre humillado y molesto por no tener 25 centavos extra para pagar la tarifa del autobús camino al hospital, o como una bestia feral  que se debate consigo mismo, Gamboa se entrega a la propuesta del montaje lidiando con el subir, bajar y proyectar entre pantallas translucidas.

“Me hubiera gustado conocerte mamá, pero demasiados miedos nos separaron.”

Para todos aquellos que tuvimos la fortuna de aplaudir Incendios dirigida por Hugo Arrevillaga, Wajdi Mouawad se ha convertido en un dramaturgo de enorme relevancia e impacto cuyas obras se deben ver siempre se aparecen en escena. “Un Obús en el Corazón” nos adentra a ese universo en el que la infancia es un cuchillo atravesado en la garganta, en la que el pasado sigue vigente en el presente, en donde el amor es capaz de perdonar a pesar de todas las circunstancias.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Un Obús en el Corazón”

DRAMATURGIA: Wajdi Mouawad

TRADUCCIÓN: Raquel Urióstegui

DIRECCIÓN: Rebeca Trejo

ELENCO: Bernardo Gamboa

ACTRIZ EN VIDEO: Paula Watson

DÓNDE: Teatro Santa Catarina

DIRECCIÓN: Jardín Santa Catarina 10, Plaza de Santa Catarina, Coyoacán.

CUÁNDO: Jueves y Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 horas. Hasta el 20 de Noviembre.

COSTO: $150, boletos en taquilla. Aplican descuentos.

DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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