UN MONSTRUO VIENE A VERME

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El camino hacia la aceptación de la más dolorosa de las verdades es una marioneta monumental con tres cuentos que contar.

UN MONSTRUO VIENE A VERME

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

El escenario representa un bosque tétrico, de árboles negros y secos, creado con un telón de fondo y una manta que cubre gran parte del escenario. Del lado izquierdo, fuera de la escena, José Parra toca un violonchelo, elemento que más allá de musicalizar, crea ambientes que reflejan la mente de Connor, un niño devastado por el abuso en la escuela, por la traición de una amiga, por el abandono de un padre que ahora tiene una nueva familia del otro lado de la frontera, por un mal que aqueja a su madre, pero que él se rehúsa a aceptar.

Presentada por la compañía Cuarta Pared Teatro A.C. del estado sede de Coahuila, Un Monstruo Viene a Verme fue la última historia que desarrolló la aclamada escritora irlandesa Siobhan Dowd antes de morir de cáncer de mama. El duro y complejo proceso de aceptación que vive Connor, no sólo ante la inminente muerte de su madre, sino también de los sentimientos que experimenta al ser testigo de la lenta y dolorosa enfermedad que aqueja a quien más ama, son retratados de manera precisa por la autora y por quienes terminaron su novela de manera póstuma. No obstante, la narrativa cuenta con elementos mágicos y lúdicos pensados para atrapar la atención de jóvenes audiencias a través de tres cuentos que narra un Árbol de Tejo, el monstruo titular de la obra, mismos que sirven como conducto para que Connor pueda tener el más sano cierre posible antes del adiós final. La adaptación que se realiza para este montaje mantiene los nombres irlandeses de los personajes, pero traslada la acción a un México donde muchas familias se encuentran divididas por la frontera con Estados Unidos, elemento que ayuda a conectar más con públicos locales.




El inicio de la anécdota es claro y doloroso. Un adolescente de 13 años sufre de pesadillas, producto de tener que lidiar con que su madre pronto morirá de cáncer, al mismo tiempo que es víctima de un violento bullying en la escuela a causa de ser un chico profundamente introvertido. Esta primera parte de la historia es contada con un mínimo de elementos bien utilizados, tan sólo 6 mesas metálicas rectangulares que son reacomodadas constantemente ya sea para crear una cama, una andadera, o pupitres de la escuela. Sin embargo, al momento que la depresión de Connor se manifiesta como un árbol de Tejo que camina y habla, una bestia de 2 metros que viene a ayudarle con su proceso de pérdida, en escena aparece una marioneta monumental operada por Donaldo Duarte y realizada por Chuy “Fauno”, que sorprende tanto por su buena manufactura como por la precisión con que es manipulada para ser aterradora a momentos, tierna y encantadora en otros.

Mientras que el monstruo cuenta la historia de una reina malvada y un príncipe enamorado, miembros del elenco arman una pirámide con las mesas metálicas; el segundo cuento sobre un indio y un reverendo es representado a través de una pared que es construida con los mismos elementos. Cuando Connor decide liberar toda la ira contenida en su interior a través de un grito desgarrador, este se manifiesta a través de la voz del actor que lo interpreta, Roberto Torres, pero también del monstruo y enfatizado por la música del violonchelo y una iluminación que refleja el sentir.




La dirección escénica de Jorge Armando Sánchez Tenorio es apreciada desde dos frentes. Por un lado, se destaca la creatividad con que se crean tanto espacios en el mundo real como en la mente de Connor, y la manera en que confluyen. Ejemplo de ello es cuando un caos se desencadena en el cerebro del joven, escenificado al rodearlo con las mesas, mismas que se azotan una y otra vez mientras que el actor en el centro se colapsa, para revelar que se encuentra en la sala de su abuela, misma que ha destrozado por completo y que se simboliza con la caída de las seis estructuras a su alrededor.

Por el otro lado se encuentra la marioneta. Creada para dar vida al monstruo, la interacción que se crea entre ella y Connor y la precisión con que se manipula y se mueve por todo el escenario es un logro espectacular, tanto para su realizador, quien lo manipula, y el director que lo utiliza en escena de manera balanceada, usado para el beneficio de la anécdota y sin robar atención de manera innecesaria. Comparable con marionetas de gran escala como las que se han usado en Broadway en obras como El Rey León y La Vida de Pi, el Árbol de Tejo es una escultura en movimiento que encanta al espectador y aviva su imaginación.




El proyecto detrás de Un Monstruo Viene a Verme busca generar nuevos públicos a través de acercar a adolescentes al ámbito escénico, chicos que no necesariamente buscan la actuación como una profesión de vida. Esto se refleja en el elenco de la obra que está conformado por Roberto Torres, Tamara Robles, Alejandra Ugalde, Adriana Ramírez, Donaldo Duarte, Lidiet García, Lizeth Maldonado, Raúl Morelos, Mía López, Ángel Robledo, Omar Martínez, María José Robledo, Diana Escobedo y Carlos Morales, jóvenes en su mayoría con mucho ímpetu sobre el escenario, que se entregan al proyecto de lleno con las herramientas histriónicas que tienen a su disposición. Se destaca el trabajo de Torres en el rol titular y el de Duarte en su trabajo corporaly vocal como el Árbol de Tejo.

Un Monstruo Viene a Verme, de la compañía Cuarta Pared Teatro AC, se presentó en el Colegio Americano dentro de las actividades de la 42 Muestra Nacional de Teatro en Torreón, Coahuila.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Un Monstruo Viene a Verme

DRAMATURGIA: Siobahn Dowd

DIRECCIÓN: Jorge Armando Sánchez Tenorio

ELENCO: Roberto Torres, Tamara Robles, Alejandra Ugalde, Adriana Ramírez, Donaldo Duarte, Lidiet García, Lizeth Maldonado, Raúl Morelos, Mía López, Ángel Robledo, Omar Martínez, María José Robledo, Diana Escobedo y Carlos Morales.

DÓNDE: Colegio Americano

DURACIÓN: 95 minutos sin intermedio

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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