Por Juan Carlos Araujo | 30 abril, 2015 0 Comentarios

Para quienes quieren participar de una ficción perturbadora en un espacio innovador.

PARA ELIZA

“Dígame, ¿qué le acongoja?”

 

La ilusión inicia desde días antes de la función. El correo electrónico que me llegó contenía toda la información  pertinente, desde la dirección donde se realizaría el evento, hasta las reglas del juego. Dicho correo no fue escrito por un director, un productor o una actriz, fueron los personajes mismos quienes se tomaron la molestia de redactar la nota, que me hace sentir más en una película de espionaje que preparándome para ver una obra de teatro.

“Voy a empezar sin ti y lo voy a hacer a mi manera.”

 

Sábado en la tarde me encuentro afuera de un departamento en algún lugar de la Condesa. Esta experiencia me tiene dividido entre curioso, lleno de morbo y un tanto inquieto. Al abrirse la puerta, Eliza me recibe con los brazos abiertos pues su madre ha llegado. ¿Osea cómo? Junto a ella Elena me abraza efusivamente y me besa con una familiaridad que desconcierta y a la vez intoxica. Se me despoja, no sólo de mi celular, que podría llegarse a entender, sino también de mis llaves. ¡Estoy prisionero en este departamento! Me he encerrado voluntariamente con otros once participantes, en una experiencia teatral única e irrepetible que se conoce como “Para Eliza”.

“Si te quieres joder la vida, hazlo. Pero no me mates del susto.”

 

En 2009, Xavier Villanova creó “Movimiento Íntimo para Departamentos”, donde obras de su propia fuente se convierten en espectáculos itinerantes que van recorriendo departamentos por toda la ciudad para presentarse en diferentes inmuebles, adecuando la obra a las condiciones de espacio, iluminación y logística que presenta el lugar que ha  sido prestado para los propósitos de la misma. De génesis, estamos ante un teatro diferente e innovador.

“¿Puedo masturbarme frente a usted?”

 

¿A dónde llega uno cuando entra a “Para Eliza”? Uno pensaría que a un departamento, pero también podría ser la oficina de un terapeuta. Podríamos estar en una institución mental o en el interior de la mente misma de alguna de las dos hermanas, Elena o Eliza. ¿Somos espectadores, partícipes, una nueva dimensión de voyeurs o fantasmas dentro de la psicosis provocada por traumas del pasado? Déjense llevar. A medida que participen en este juego perverso, más intensa será la experiencia.

“Te amo, pero me destruiste la vida.”

 

Paula Vrelly y Laura Alejandra Camacho son Elena y Eliza, dos hermanas atrapadas en un mundo de su propia creación, donde tanto personajes como actrices no temen a llevarlo todo hasta sus últimas consecuencias. Desconcertante, incómoda, perturbadora y fascinante resultará la experiencia de estar sentado alrededor de estas dos mujeres amándose y despedazándose, física y emocionalmente, hasta ser testigos, a menos de un metro de distancia, de lo que los padres pueden llegar a provocar en las psiques de sus hijos. Un trabajo comprometido, sin duda, por parte de ambas actrices, quienes cruzan la cuarta pared sin ninguna modestia hasta convertirnos en personajes involuntarios de su juego macabro, siendo nosotros, el público, madre, padre, novio o terapeuta. Aquí todo se vale.

“Voy a curar sus heridas con besitos y cariño.”

 

El trabajo de Xavier Villanova como creador del concepto es interesantísimo, sin duda. Su labor como director de la obra, teniendo que adaptar el montaje semana con semana al espacio que se le presenta, admirable. Sin embargo, creo que el trabajo de dramaturgia podría resultar un tanto menos rebuscado para beneficio de los asistentes. No porque el texto sea malo, muy al contrario, me resulta perturbadoramente fascinante. Me refiero a que la experiencia de llegar a un departamento cualquiera y desde que se abre la puerta entrar a esta ficción ya es un hecho que altera los sentidos del espectador y que le pueda resultar difícil el seguir la línea argumentativa de la obra. Posiblemente lo que quiero decir es que para aquel que vaya a ver “Para Eliza” sin tener la menor idea de lo que va a ver, resultará un trago muy difícil de tragar. Tal vez eso es justamente lo que Xavier quiere conseguir.

“Dime que soy tu puta.”

 

El teatro está evolucionando y nuevos espacios, nuevas fórmulas, nuevos lenguajes se están creando día a día. Creadores como Diego del Río, Richard Viqueira, Bárbara Colio y Xavier Villanova están cambiando las reglas del quehacer teatral y nos invitan a ser testigos de ello. Puedo quedar con mis amigos en ir a tomar a un bar el próximo sábado, tal vez ir al cine o a cenar. ¿Qué tal si los invito a mi casa y en vez de recibirlos yo, los recibiera Eliza? Qué tentadora idea.

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)