Niñas araña: Hablar del barrio está cañón
Majo Alanís
Acá en Aguascalientes, mero en Lotes de Arellano, en “Las Ladrilleras” como le dicen, acá viven Alexia, Nataly y Jess, las Niñas araña, tres amigas que entre la vida en la periferia y el ruido de la ciudad trepan edificios para robar las propiedades más lujosas. La obra de la compañía Náufraga Cine es una adaptación de Bárbara Eguiarte del original de Luis Barrales, quien escribió un texto dramático inspirado en una noticia real acontecida en Chile, que se convirtió en una película con la dirección de Guillermo Helo.
Un andamio al centro, huacales, proyecciones y algunos ladrillos conforman la escenografía. Para contextualizar la trama imaginamos el lugar de los chaskas, la Feria de San Marcos y el Capi Pérez. Las actrices Camila Mendoza, Zoé Arellano y Daniella Magaña, que también son jóvenes entre los 17 y 18 años, dan vida a las niñas araña. Cuentan las historias de sus personajes a través de diálogos y reflexiones mientras suben, bajan, entran y salen del andamio para configurar diferentes espacios ficcionales como la cornisa de un edificio, la celda de una cárcel y un departamento.
Las niñas araña comparten historias de vida, que podrían ser las de niñeces otras en barrios otros, rodeadas de violencia, desigualdad y marginación social. La obra toca temas densos, como el abandono paterno, la pobreza, la drogadicción y el embarazo adolescente, pero pone énfasis en la amistad como valor que las sostiene frente a los conflictos: nosotras no somos amigas, somos familia, menciona Nataly, al mismo tiempo que hace resonar las voces infantiles y adolescentes. La obra utiliza el humor para aligerar la carga emotiva y discursiva de los temas.
Soy de un lugar donde salir adelante parece difícil, muertes y drogas. He corrido con suerte, no es nada fácil, dice Kódigos, una rola que se escucha de Santa Fe Klan, Tornillo y 473 Music, con la cual reflejan la mirada de la obra sobre las vivencias en el barrio. Como menciona Bell Hooks en Afán, el rap es una forma de enunciar con voz crítica un testimonio de las clases inferiores. Esto se incluye en la propuesta con la composición del rap de Spider girls, escrita por el grupo en alusion al titulo de la obra.
La representación de las relaciones económicas, sociales y políticas del barrio debe ser humana y digna. En ese sentido, Niñas araña muestra la barrialidad entendida como un entramado de experiencias, que se tejen desde un contexto determinado, en este caso, un espacio periférico donde la pobreza y la marginación tienen un papel fundamental. Me pregunto si las risas del público obedecen a las situaciones cómicas dentro de la ficción o a una risible interpretación de las chicas.
En un momento histórico, donde la mirada se enfoca en la autorrepresentación y la puesta de lo real domina la escena contemporánea ¿qué implica contar la historia de las niñas araña con intérpretes que no viven esas experiencias? Aída Alonso y Gonzalo Quiroz, codirectores del montaje, bordean el lugar común en el afán de representar a la banda del barrio. Si bien no se trata de estereotipos, la forma de hablar sí alude a un tipo específico donde se busca adoptar un tono y acento característicos de la barriada, y abundan las groserías a un grado exacerbado. Por el contrario, la propuesta de proyección del video como parte de un juego imaginativo de las jóvenes aporta complejidad al discurso y sirve para desarticular ideas preconcebidas sobre la gente de la periferia. No me preguntes si consumo drogas, pide una de ellas mirando a la cámara como si hablara al público.
He ahí la importancia de situar la historia, el pensamiento y el discurso en relación con el lugar donde acontece, con personas que interpretan y construyen una narrativa común, y también propia: personal y política al mismo tiempo. A veces la experiencia barrial se sustenta en una serie de prácticas de pensamiento y supervivencia como el robo, pero también el anhelo de una vida mejor o el acompañamiento amistoso.
Hablar del barrio está cañón, implica reconocer desde dónde, por qué y cómo decir. No se trata de una experiencia única, inamovible y universal. La obra relata algunas experiencias y prácticas que quienes vivimos en las orillas de las ciudades, en los bordes, en los zulos, en las afueras y en los márgenes, tenemos para mejorar nuestras condiciones de vida. ¿Será que el público de la 44 MNT logró identificarse con estas realidades? ¿Será suficiente para comprender las circunstancias que rodean la experiencia de vida en las periferias?
Ficha técnica
Compañía: Náufraga Cine
Dramaturgia: Luis Barrales
Adaptación: Bárbara Eguiarte
Dirección: Aída Alonso y Gonzalo Quiroz
Elenco: Camila Mendoza, Daniella Magaña y Zoé Arellano
Producción: Bárbara Eguiarte
Diseño de iluminación y técnico: César González
Asesoramiento vocal y composición musical: Renata Armas “Bisnácida”
Voz en off: Dulce María Rodríguez