Ni los sueños ni el teatro tienen fronteras. Entrevista con Gabriela Pescador, Colectivo Pies Hinchados
Ni los sueños ni el teatro tienen fronteras. Entrevista con Gabriela Pescador, Colectivo Pies Hinchados
Dulce Real
El Colectivo Pies Hinchados, originario de Jalisco, se ha comprometido desde su fundación en 2016, con sensibilizar a jóvenes audiencias hacia el respeto de la diversidad y contra la discrimiinación. En su página web afirman creer “en el poder del teatro para transformar vidas (…) Nuestro objetivo es brindar experiencias teatrales únicas y significativas que inspiren, entretengan y conecten a las personas (…) Estamos comprometidos con la excelencia artística y la inclusión, y nos esforzamos por crear un impacto positivo en nuestras comunidades” (https://www.pieshinchadosteatro.com/conocenos).
Gabriela Pescador, autora y directora de Armadillos, Un viaje hacia el otro lado, y cofundadora del Colectivo Pies Hinchados, nos participa en entrevista el proceso para llegar a esta obra programada para la 45 Muestra Nacional de Teatro, que vincula a Guadalajara con el Desierto de Arizona y el dolor de la migración con el teatro. Pescador se inició en el clown en en Puerto Vallarta, donde se subió por primera vez a un escenario a los 17 años. El clown es un arte que me ha enamorado, porque es el contacto con el otro, romper la cuarta pared e incluso platicar con el espectador. Lo he querido meter en cualquiera de mis obras —es lo que metemos en Pies Hinchados— porque creo que el hecho de pararte y mirar a los ojos al otro, ya es un acto de protesta para cualquiera. Además del clown, prosigue Gabriela, un referente destacado para su trabajo ha sido Samuel Beckett, quien siempre ha trabajado temas complejos, de soledad… absurdos, irónicos, agrios. Todas las obras del Colectivo Pies Hinchados tienen ese tinte y son inspiradas en él, porque siempre me ha gustado mucho su manera de ver al mundo, de ver a esos personajes marginados y ponerlos a discutir sobre si se van a matar o no.
Sobre el armado de Armadillos
¿Cómo es que lo bonito puede ser doloroso? Con estos dos adjetivos Gabriela Pescador describe el proceso de construcción de esta obra, a partir de un video del grupo voluntario de búsqueda, binacional “Armadillos, Ni un Migrante Menos”, que trabaja en los desiertos de California y Arizona, un video que se le hizo súper interesante… Yo ya tenía muchos años queriendo hablar sobre la migración, porque todos somos migrantes, porque vivo muy cerca de “La Bestia” en Guadalajara, que es donde vemos a los migrantes viajar. Justo me llegó este video y me quedé impactada, porque yo no sabía que existía ese grupo. Empecé a investigar y me enamoré de su labor, de esa humanidad y esa garra de querer seguir buscando y de seguir caminando sin que fueran sus familiares o conocidos.
No necesitó ir de Guadalajara a Arizona para meter en el teatro la atmósfera y los sentires de la realidad, que día con día viven los migrantes, lo que se necesitó fue lo más elemental en el quehacer escénico: comunicarse. Me comuniqué con el grupo de Armadillos. Tengo contacto con Alex Ortigoza, que es el fundador. Le pregunté si podía hacer un zoom con él para platicar. El zoom duró casi tres horas. Nosotros platicamos sobre cómo comenzó, por qué…de su niñez. Como directora trabajo sobre qué me da el otro y quería formar esta historia a partir de historias reales, verdaderas. Fue muy importante escucharle y saber qué es lo que quería ver en la obra, así como pedirle permiso para tomar su historia. Él súper gustoso, súper amable, me contó todo. Alex me enamoró muchísimo más del tema y también me hizo cambiar un poquito de lo que yo quería hablar. Originalmente quería hablar de los migrantes, pero terminé hablando de la humanidad.
Para la composición de la obra, Gabriela Pescador jugó con el concepto de la soledad en la inmensidad del espacio. En escena, los Armadillos van de aquí para allá en círculos y pasan por los mismos lugares una y otra vez, con lo que trasladan al espectador a los laberintos solitarios con los que se encuentran los migrantes en el desierto. Gabriela se describe a sí misma como una directora muy barroca, así que para lograr la atmósfera desértica explotó la inmensidad de la nada: Yo quería que tuviera movilidad, entonces con la persona que nos hizo la escenografía vimos que el piso fuera el referente de la arena y nos hizo tres elementos que eran la biznaga, el cactus y una piedra que se mueven todo el tiempo. Justo quería que se repitieran para reforzar esa parte de “sigo caminando, sigo caminando y veo lo mismo, veo lo mismo”.
La huella de los Armadillos
Uno de los retos que enfrentó el Colectivo Pies Hinchados en esta obra fue que un tema tan sensible como la migración se volviera divertido. Gabriela Pescador nos cuenta que ellos confiaron en su humor mexicano, ese que en noviembre le hace fiesta a la muerte: Me ha dejado mucho aprendizaje. En cuestión de dirección, me ha dejado la apertura, la escucha del otro y la convicción de hablar más de lo que los otros me cuentan. Eso me ha dejado muchísimo, porque yo venía con otro texto y con otra idea y me cambió todo. Yo solamente venía con lo del zapato perdido y Alex me contó miles de cosas y me cambió la idea. Me dejó mucha confianza en el proceso y [la satisfacción] de que los actores confiaron en mí y se dejaron llevar. La lengua de señas que aparece en la obra también es un signo no sólo para que las personas sordas entiendan, sino para hacer presente otra forma de comunicación.
Con Armadillos, el colectivo ha atendido al menos un par de llamados: el de visibilizar las travesías de los migrantes y la valiente labor de quienes los ayudan, al tiempo que atienden las necesidades de la comunidad sorda: [La lengua de señas] representa para nosotros esa comunicación entre otros, porque son pocas las compañías que tienen el interés por otros lenguajes u otras lenguas.
Del calor del desierto al de la playa: MNT 2025, Cancún
El Colectivo Pies Hinchados se expresa gustoso con su participación en la 45 Muestra Nacional de Teatro, porque para ellos es la oportunidad de dar a conocer a todo el país que en Guadalajara los teatreros no le tienen miedo a abordar temas complejos, de las capacidades difrentes, a la migración y la solidaridad. Este encuentro le trae un reto a los Armadillos: el espacio abierto. Para el colectivo es importante dejar interrogantes en el espectador: Nosotros estamos muy ansiosos; estamos muy nerviosos también porque vamos a estar descubiertos, vamos a estar en calle, es otro código que se va a dar. Va a ser la primera vez que nos vamos a presentar en un espacio abierto. Estamos muy a la expectativa de qué pueda pasar. Pero estamos muy contentos también porque nos importa que conozca a los Armadillos, su labor y que se queden con un buen sabor de boca. Sobre todo que les genere preguntas y dudas sobre lo que estamos haciendo para ayudar al otro.
La obra está dirigida a adolescentes y adultos, pero al llevarla a la calle, Pies Hinchados va a probar todo tipo de público. A Gabriela Pescador le causa curiosidad y emoción cuál podría ser la reacción de un niño al ver la obra.
Participan en el elenco Luis Córdova, Neo Olvera, Ramón Rodríguez y Arlen Larios; Luis Córdova en la producción; Mireya Contreras en el vestuario; Américo García en la elaboración de títeres y objetos; Kenji Kishi, en la música original; Pepillo García en la iluminación, y Fernando Olmos como asistente de producción.




