La voz de una generación es una desesperación que se escucha como hip hop desde una pantalla.

NATIVOS DIGITALES

Lunes es como martes, que es como miércoles, otro día como cualquiera. Alberto Palavicini rapea la canción Un día Extraño frente a una cámara declarando que este viejo mundo es nuevo y ya sabe cómo me siento. Su desesperación ante la miserable rutina que es su vida, desde el tomar el mismo metro todos los días hasta el sabor de leche podrida en la boca, se proyecta hacia el centro del escenario. Desde ahí, el resto del elenco manipula 6 paneles blancos y cuadrados donde cae la proyección para que la mirada del espectador se centre en los ojos del interprete, en su boca, se deformen sus facciones y su rabia, dolor y angustia se acentúen. Todo esto se consigue a través de una coreografía escénica precisa que crea un video musical en vivo. Irónicamente, durante toda esta lamentación, donde parte de la letra que se rapea incluye la frase Nunca pensé que crecer sería ocultar la herida, la canción de Michael Bublé Feeling Good se puede apreciar en la mezcla que se toca en vivo.

El sentir de una joven generación nacida en un mundo conectado por internet; la forma de relacionarse con otros seres humanos, no a través de la mirada directa, sino desde una pantalla; expresiones e identidad de género que se descubren desde la soledad; la depresión inadvertida que lleva a alguien al borde de quitarse la vida, mientras que pareciera que nadie escucha su sentir desde el otro lado del espejo negro que es el celular. Bajo la dirección de Natalia Gracia Medrano, “Nativos Digitales” es una propuesta escénica multidisciplinaria que concatena la música urbana con la performatividad actoral para dar voz a cuatro monólogos presentados en hip hop que expresan la imperante necesidad de los jóvenes por encontrar una identidad única y propia en un mundo absolutamente mediatizado.

Mariana Vega “Mapo” se sienta al centro del escenario, un fondo blanco detrás. Las expectativas de género impuestas por la familia, el problema que significa querer trepar a un árbol cuando se trae puesta una falda, o el querer meter goles en vez de jugar con muñecas son el inicio de una canción que indaga la búsqueda de identidad a partir del género, de explorar algo tan aparentemente sencillo como el nombre que nos representa cuando uno se ve al espejo. Mientras esto sucede, del lado izquierdo del espacio se encuentra Addi Jacobo con una cámara frente a él. Su cara y cuerpo se proyectan sobre los de “Mapo”, dos seres humanos se han yuxtapuesto para crear un nuevo ser donde lo binario cobra todo un nuevo significado. En un momento de exploración de su cuerpo, se crea la ilusión de que “Mapo” tiene un brazo estereotípicamente masculino, con mayor musculatura y vello, mientras que el otro es típicamente femenino en ser liso. El discurso que se plantea es un pesar real en la actualidad, en un mundo donde la heteronorma está siendo cuestionada, pero donde al mismo tiempo la violencia sobre la diversidad sigue siendo una realidad.

Haciendo uso de los lenguajes que les representan como jóvenes de este milenio, específicamente ritmos urbanos, y la multimedia audiovisual, los creadores detrás de “Nativos Digitales” revelan sus sentires con verdad y fractura entre beats y música de violín eléctrico. El vacío que se siente luego de entregarle sentimientos y deseo a una persona que se desconecta para nunca volver a aparecer, o el entumecimiento que llega consecuencia de una depresión son emociones muy reales que se dejan al descubierto frente al espectador expresados en verso y en rapeo. Claro, elles nunca ven hacia el público, todos sus sentires se expresan hacia una cámara, hacia un vacío que no da réplica, reflejo de las formas de expresión de aquelles que naces conectados a redes sociales, selfies y likes. La propuesta escénica fusiona la música con lo visual, da personalidad a cada uno de los cuatro discursos que se presentan, todo con el apoyo de los músicos en vivo Doped Mind y Rafael Rentería dando como resultado un montaje que habla directamente al espectador, conecta con sus emociones y da como resultado una ovación estruendosa al final.

Una rutina sin sentido dentro de la cárcel de la cotidianidad, el explorar la masculinidad desde un cuerpo nacido mujer, la desolación tras enfrentarse a lo negro de la pantalla luego de que un posible encuentro termina en ghosteo. Cada uno de estos dolores se puede decantar hasta destilarlo todo en una sola palabra: depresión. Es aquí donde aparece Manya Loria para revelar que es víctima de lo que se conoce como el mal del siglo, donde las pastillas y el odio a su imagen en el espejo es cosa de su día a día. A pesar de que el discurso de “Mapo” es el más contundente a nivel progresión dramática, dada especialmente la tan visualmente atractiva forma en que se presenta, el cierre a “Nativos Digitales” llega a la médula misma de la denuncia y crítica que se realiza donde se retrata de manera devastadora la desfigurada cara de la depresión. Mientras Manya Loria expresa su sentir, pinceladas de pintura negra se lanzan sobre su proyección desfigurando la escena. Este momento encapsula a toda una generación, una que no entiende necesariamente la vida sin pantallas, una que crecerá encorvada de la espalda por ver al celular de forma perenne, una que tras una pandemia desarrolló sus capacidades de interrelacionarse de manera dislocada.

“Nativos Digitales”, de la compañía Metamorfina Teatro, y representante del estado de Queretaro, se presentó en el Foro El 790 el viernes 10 de Noviembre de 2023 dentro de la 43 Muestra Nacional de Teatro en la ciudad de Jalisco, Guadalajara.

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Nativos Digitales

DRAMATURGIA: Creación Colectiva

DIRECCIÓN: Natalia Gracia Medrano

ELENCO: Manya Loria, Mariana Vega “Mapo”, Addi Jacobo y Alberto Gallardo Palavicini

MÚSICOS EN VIVO: Doped Mind y Rafael Rentería.

DÓNDE: Foro El 790

DURACIÓN: 50 minutos.