LA LENGUA EN PEDAZOS
Para quienes desean presenciar el enfrentamiento entre una las más grandes místicas y la Santa Inquisición.
LA LENGUA EN PEDAZOS
“Entre pucheros anda Dios.”
Entre el olor a cebolla picada y a humo dulce de cigarro, Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada debe explicar sus actos y pensamientos ante el señor Inquisidor. Su atrevimiento, haber abandonado la encarnación que la había acogido en sus tiempos de crisis para fundar el Convento de San José en Ávila, es un hecho que demanda la cárcel o incluso la muerte a menos que logre dar respuestas satisfactorias a todas las preguntas puestas ante ella por la iglesia. La verdad no es siempre lo que se desea, las palabras pueden ser puestas en duda, una llaga sangrante en la palma o en la lengua no significan nada cuando no se es capaz de dilucidar que se está ante la presencia de una Santa.
“Gran peligro es monasterio corrupto.”
Fe contra institución, visiones místicas en conflicto con las reglas de la iglesia, Dios frente a frente con el diablo por tomar control de un alma. Basándose en El libro de la vida de Teresa de Jesús, monja fundadora en el siglo XVI de la Orden de Carmelitas Descalzas y canonizada por la iglesia católica en 1614, el reconocido dramaturgo español Juan Mayorga escribe “La Lengua en Pedazos”. Haciendo uso de la gran riqueza literaria en castellano que posee el actual miembro de la Real Academia Española, la obra posee una poética lírica en su lenguaje que deleita el oído mientras que un Inquisidor enfrenta a la doctora de la iglesia en sus actos, confesiones y creencias.
“Confundís la voluntad de Dios con vuestra vanidad.”
Teresa se autonombra la loca de la casa. Clama haber tenido visiones, que el Señor le ha hablado y se le ha presentado, lo mismo que ha sentido la presencia del demonio demasiado cerca a ella. Huyendo de una institución que a su parecer se ha corrompido, ha fundado una nueva casa donde junto con otras doce monjas busca regresar a los valores de pobreza y humildad sobre los que se debería de basar la fe católica. Claro que al ser una mujer, nada más que una mujer, sus actos y sus palabras son puestos en tela de juicio por el inquisidor quien tiene el poder de terminar con sus pretensiones rebeldes en un santiamén. Será la lengua de Teresa quien será de salvarla o condenarla. A pesar de estar situada en el siglo XVI, “La Lengua en Pedazos” tiene gran eco con el mundo actual de 2019. La posición de la fe y de la religión en un mundo cada vez más cínico, incapaz de creer en algo que rebase los sentidos, el poder de la verdad en lengua de una gran oradora, así como la posibilidad de una mujer de rebelarse contra un sistema dominado por hombres son algunos de los muchos planteamientos que presenta Mayorga en medio de un texto cargado de musicalidad poética capaz de evocar imágenes de gran belleza.
“Limpiar el mundo empieza por limpiar la iglesia.”
El Inquisidor muerde una manzana. El bocado resuena por todo el teatro, igual que lo hizo el beso que Teresa plantó sobre la mano de la autoridad eclesiástica. Mientras discuten sus opositores puntos de vista, se toca en vivo una música de percusiones disonante que a momentos llega a opacar las palabras. La presencia de un cigarro electrónico en boca del inquisidor, así como el uso de un encendedor de cocina para prender unas velas pareciera desafiar la visión estética de la puesta en escena. Realizando una propuesta de dirección que va más allá del enfrentamiento de ambos personajes, Diego Álvarez Robledo apuesta por una serie de artífices teatrales con resultados irregulares. Mientras que en una escena la iluminación diseñada por Patricia Gutiérrez logra una atmósfera tenebrosa mientras que se escuchan las voces de ultratumba que acechan la mente de Teresa, creando un momento poderoso, en otras la musicalización de Edwin Tovar es más invasiva que enriquecedora. El olor a cebolla picada puede evocar de inmediato a la cocina de un monasterio donde se está cocinando un puchero, pero el olor dulce y artificial de un humo creado por un cigarro electrónico regresa de inmediato al espectador a un presente que no termina de equilibrarse con el todo. Ciertamente este montaje es un gran paso en la dirección correcta para el creador escénico responsable de puestas en escena arriesgadas como Raíz 2.0 y Bestiario Humano, principalmente en su manera de abordar el tono de ambos personajes y su relación y en algunos aspectos estéticos. Sin embargo, una síntesis de estímulos es algo sobre lo que aún se puede trabajar para alcanzar mayor contundencia.
“Si no es teatro ni demencia ha de ser demonio.”
Teresa de Jesús recuerda su pasado y revela tatuajes tribales en sus piernas, el de una rosa en uno de sus brazos. Su relato es uno de dolor, de enfermedad, uno de piedad y, sobre todo, de mucho miedo. Cuando comparte sus encuentros con su creador, el éxtasis en su mirada es absoluto, la verdad detrás de sus palabras incuestionable. La gran complejidad detrás de la dramaturgia de Mayorga es abordada con fractura y fervor por Mariana Giménez quien aborda su interpretación de Santa Teresa con absoluta seriedad. En contraparte, Rodrigo Vázquez pareciera crear el papel del inquisidor desde un punto equidistante, uno más cínico y sarcástico, casi a momentos rayando en lo fársico. Este contraste entre los dos oponentes consigue que ambos histriones ofrezcan trabajos sólidos, interesantes de ver y escuchar, fascinantes en sus diferencias. Dado que la obra es discursiva, difícil de abordar para un espectador casual, esta decisión en la creación de personajes, tanto de Giménez como de Vázquez, hacen de la puesta en escena un deleite. Sin duda, una de las principales razones para aplaudir la propuesta.
“No hay acierto de mujer que no sea puesto en sospecha.”
Si todo queda en palabras sin la capacidad de demostrarlas, el valor de lo dicho se reduce a cero. Esta máxima de la crítica no me ha dejado de rondar la cabeza desde que terminó la función de “La Lengua en Pedazos” a la que asistí. Las palabras tienen poder en la medida en que pueden ser creíbles, demostradas, sustentadas, tal y como lo clama el inquisidor ante Teresa. Sin embargo, se debe entender que a veces la lengua no es suficientemente capaz de transmitir toda la verdad, ya sea de una obra de teatro, de una obra de arte o de un hecho místico que sólo puede ser explicado por la presencia de Dios.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “La Lengua en Pedazos”
DRAMATURGIA: Juan Mayorga
DIRECCIÓN: Diego Álvarez Robledo
ACTÚAN: Mariana Giménez y Rodrigo Vázquez.
CORO: Claudia Berry, Italia Castellanos, Yatziry Cervantes, Frida de la Torre, Emilia Dorr, Myriam González, Elizabeth Guajardo, Denisse Herrera, Renata Milán, Nadia Núñez, Jacqueline Partida y Brigitte Vallejos Cerdas.
MÚSICO EN VIVO: Edwin Tovar
DÓNDE: Teatro El Galeón Abraham Oceransky
DIRECCIÓN: Paseo de la Reforma y Campo Marte S/N.
CUÁNDO: Jueves y Viernes 20:00, Sábados 19:00 y domingos 18:00 horas. Hasta el 14 de abril.
COSTO: $150. Boletos en taquilla y ticketmaster. Aplican descuentos.
DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: El Centro Cultural del Bosque cuenta con una extensa cartelera en sus diferentes teatros, les recomendamos revisarla. Cuentan con dos estacionamientos gratis al mostrar sus boletos para la obra. Se encuentra detrás del Auditorio Nacional.