LA JUNTA

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Para quienes quieren reír con una surreal y oligofrénica junta vecinal.

LA JUNTA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (@RiAlCastillo)

“Esta junta es para acordar, no para pelear.”

A pesar de ser 16 los departamentos, sólo han llegado la señorita Claudia del 4 y la señora Lilita del 2 a la junta extraordinaria convocada por Carlos, el secretario y encargado del temario. Esta tarde se deben discutir dos puntos, nada más. Sin embargo, cada uno trae a la mesa de discusión sus propios puntos a discutir, sus propias psicopatías, sus propios demonios que enfrentar. La del 5 ya puso esa canción a todo volumen que significa que va a hacer… algo con… alguien de manera muy ruidosa. En alguna parte del hall, una planta seca refleja la realidad.

“¿Para qué expone un tema del que no quiere hablar y el cuál está fuera del temario?”

Transitando entre el absurdo y la comedia, la dramaturga Sol Pereyra explora la soledad, la disfunción inherente en la convivencia de extraños dentro de un mismo entorno y los secretos que todos guardan en lo más recóndito de sus almas en “La Junta”. A partir de un problema con el servicio de gas la semana anterior y un segundo problema que servirá como paralelo con los muy disfuncionales inquilinos, Pereyra da rienda suelta a que tres personajes expongan sus manías y obsesiones en aras de llegar a un acuerdo que, como Godot, queda en claro que nunca llegará.

“Me gustaría compartirles el decálogo del buen vecino.”

El punto de partida es singular y divertido. Los personajes coloridos en sus contrastes. Una chismosa con apetitos muy peculiares, un hombre claramente reprimido y una muy gritona mujer con muchas sorpresas guardadas en su bolsa son una gran combinación para que la comedia suceda. Sin embargo, donde “La Junta” no se cohesiona como texto es en una serie de elementos que no aportan a la progresión dramática ni a que la historia avance. De tal manera, un olor a quemado, una manifestación pública a punto de llegar, un desaforado juego de la silla y un abuelo que construyó el edificio son ejemplos de factores que alargan la anécdota innecesariamente y no suman a la comedia y que quedan como puntos a ser resueltos de la mejor manera por la escenificación.





“Si no podemos expresarnos, ¿para qué bajamos?”

Un hombre con una jaula de pájaro en la cabeza, una mujer ataviada de manera elegantemente decadente que se cubre la cara con sus enguantadas manos y una vecina convertida en una pila de harapos en una esquina. Esta imagen, que de inmediato remite a imágenes del pintor surrealista René Magritte sirven como el punto de referencia sobre el que la directora Bárbara Riquelme construye “La Junta”. Transitando eficazmente entre lo patético, lo lamentable y lo francamente cómico, Riquelme logra darle forma al absurdo bien conseguido dentro del texto al mismo que lleva a buen puerto los puntos flacos del mismo. Sin duda es interesante ver la evolución que la directora ha tenido con el tiempo, los riesgos que toma ahora y que consigue con éxito, admirar como una escena donde lo único que se escucha es una versión instrumental de How Deep is your Love mientras los vecinos la escuchan en silencio es motivo de carcajadas ante la absoluta ridiculez del momento.

“Si nos bañamos o no, no es tema de esta junta.”

Una oligofrénica mujer con un arma en la mano mientras está al teléfono con una vecina impositiva, un repartidor de agua a punto de llevarse un chasco, un hombre que aborrece la pasta y una mujer con necesidades imperantes de maquillaje son interpretados con gracia por un buen elenco que apuesta más por el humor que por la fractura, más por conseguir la risa que el patetismo en el que están sumidos tan solitarias criaturas. Horacio Trujillo, Claudia Acosta, Denis González Noriega y Guillermo Amador saben su oficio, lo realizan de manera eficiente y, en la medida que puedan entremezclar lo liviano con lo verdaderamente oscuro, lo gracioso con lo vergonzoso, llevarán la puesta en escena a territorios mucho más contundentes.

“Ahora resulta que no se dijo lo que aquí se dijo.”

Yo confieso que desde hace poco más de un año me mudé a un edificio por primera vez en mi vida. Convivir con gente que uno no conoce, decir buenos días con cara amable al salir al trabajo en las mañanas, tener que tocarle al vecino porque su coche está estorbando su lugar son situaciones que verdaderamente ponen a prueba la capacidad de convivencia de cualquiera. Sobre todo si pensamos que detrás de cada puerta, la mía incluida, hay secretos, perversiones y miedos a que todos tratamos de ocultar.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “La Junta”

DRAMATURGIA: Sol Pereyra

DIRECCIÓN: Bárbara Riquelme

ACTUAN: Horacio Trujillo, Denis González, Claudia Acosta y Guillermo Amador.

DÓNDE: Sala Novo

DIRECCIÓN: Madrid 7, Del Carmen Coyoacán.

CUÁNDO: Domingo 18:00 hrs. Hasta el 11 de Marzo.

COSTO: $250 entrada general. Aplican descuentos. Boletos en taquilla y en www.redticket.com.mx

DURACIÓN: 75 minutos sin intermedio

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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