LA BODA DE LA BOCA DE LA VACA

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Para quienes desean asistir a la absurda unión entre la explotación y sus víctimas.

LA BODA DE LA BOCA DE LA VACA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Algunos sucesos no suceden como suelen suceder en una boda tradicional.”

El ambiente que se percibe de inmediato es de fiesta y celebración. A medida que los invitados llegan se sientan en sus butacas, el mesero los recibe con una agüita de Jamaica, algunos reciben una cerveza, y hasta botana dispuesta sobre unos austeros ataúdes de madera. Los padrinos, el acaudalado Maximiliano Becerril de la Fuente y su muy blanca esposa de Yucatán toman sus lugares de honor, la novia ya ha sido destazada para poder comercializar su carne antes de la ceremonia y el novio está más que listo para beber de la leche que su hermosa futura esposa le brinda. ¡Qué comience esta boda manchada de sangre de todes aquelles que han muerto a manos del cerdo capitalismo y que vivan los novios!

“Este es un evento 100% austero.”

A partir de una investigación documental alrededor del tema de la violencia y la explotación laboral, y una idea original del también director Bernardo Gamboa, la compañía teatral Noteentiendo Estirpe Escénica desarrolla la dramaturgia de “La Boda de la Boca de la Vaca”. Esta pieza performática fusiona el ritual de una boda con una poderosa denuncia social haciendo uso de lenguajes escénicos que remiten al teatro del absurdo, específicamente al trabajo de Eugene Ionesco con obras como El Rinoceronte donde un animal es usado como metáfora de la peor de las decadencias humanas.




“¿Pistola o flor?”

La obra es en un no tan distante futuro donde Bad Bunny sigue siendo relevante, políticamente ya vamos en la 7T y donde la violencia es igual de feroz como en nuestros tiempos, si no es que peor. Entre constantes recordatorios de que esto es una boda y hay que celebrar, en un intento de esconder el penetrante olor a mierda del que está impregnada la injusticia social, se van revelando los planes de la Asociación Terrorista Contra el Capitalismo, una respuesta a la violencia y la explotación de empleados en Grupo México, Liverpool, Nestlé, en toda una serie de empresas que han no sólo lastimado a sus empleados al exponerlos a condiciones de trabajo inhumanas, muches de elles han perdido la vida, especialmente mujeres quienes están listas a alzar la voz en furia. Como si esto no fuera ya suficiente, a la boda se le suma un toque de misandria en el menú, y un claro mensaje distópico ecologista. “La Boda de la Boca de la Vaca”, a nivel dramatúrgico, tiene como eje principal narrativo una denuncia clara y directa en contra de un sistema capitalista que ha generado riqueza a través de construir castillos sobre los cadáveres de quienes los construyeron. Esto se ejemplifica con ácido humor con la máquina Vacónica 5,000 capaz de exprimir 75,550 litros de leche de una sola vaca, en este caso, la novia. La metáfora es evidente. De haberse enfocado a esta protesta, la contundencia habría llegado sin problema. Sin embargo, la creación colectiva dramatúrgica se sobre expande para enfocarse en momentos en lo que pasa específicamente en Merida, para situarse inconcebiblemente en el futuro, para centrarse en lo femenino cuando la explotación laboral es un tema que atañe directamente a todos los géneros, e incluso en problemas con el medio ambiente. Este, dentro de una estructura absurdista, diluye las temáticas, les resta fuerza al apilar una problemática sobre la otra al punto de que termina en una bebida que vulgarmente se le conoce como una copa de nada.

“Quien antes puso un cuchillo ahora pone un anillo.”

El asalto a los sentidos es inmediato. Al entrar, el espectador es complacido al paladar con una bebida y una botana de betabel deshidratado, mientras que el olfato es invadido por el olor a tierra mojada, producto de una serie de cajones con pasto dispuestos por el espacio como si de un pequeño laberinto se tratara. Los ojos en un principio no saben si enfocarse en una mujer vestida de vaca paseando a un ranchero con una correa de listón rojo, en los burgueses que han tomado asiento a lado del escenario o en el resto de los miembros del elenco que están siendo parte del caos organizado. El objetivo es bajar las defensas de los asistentes, que se diviertan lo que pareciera ser una boda, para que al momento de que empiecen las protestas y denuncias, el golpe sea más crudo y doloroso. Las risas se pueden generar por el erotismo que existe entre la vaca y su novio carnicero, mismo que se representa con un beso lleno de leche, o a través de la esposa del empresario que no dice más que una expresión estereotípicamente de Mérida. El drama puede ser sutil, una planta que con un micrófono expresa sus dolencias o amenazas, o con una mutilación genital a quien ha violentado con anterioridad. La puesta en escena a cargo de Bernardo Gamboa lleva “La Boda de la Boca de la Vaca” a un caos ordenado, a una multiplicidad de estímulos sobre el expectante, todo en busca de crear un montaje performático donde el cuerpo es tan expresivo como la palabra, donde la denuncia sucede desde aristas múltiples en escena. El resultado es sólido a momentos, un juego de pistola o flor puede tener consecuencias devastadoras en su simbólico significado, en otros menos potente al presentar lenguajes escénicos más complejos de decodificar para un espectador casual como sería el uso de leche para regar a un cadáver. Sin embargo, como una exploración escénica que quiere mover y convulsionar al espectador, difícilmente se podría salir de esta experiencia teatral sin la necesidad de realizar un cuestionamiento al sistema corrupto y podrido que llamamos sociedad capitalista.




“Prometo amarte y refrigerarte en la temperatura justa para proteger tu cuerpo.”

Al recibir su regalo de bodas, una campana que se amarra, o ahorca, al cuello, la vaca asume con una enorme sonrisa su estado de sumisión ante el carnicero quien se ha mostrado como un hombre entre apasionado por su futura esposa o como un grotesco ser dominado por la entrepierna; al verse orillado a defenderse, el burgués Maximiliano deja atrás las pretensiones de amabilidad para lanzar un discurso sobre la explotación desde el punto de vista del privilegio. Ante tan ruines palabras, su esposa, la blanca yucateca que se ha mencionado con anterioridad, se quita los lentes oscuros que han nublado su mirada para revelarse y rebelarse como una mujer dispuesta a luchar contra el sistema y el patriarcado.  El elenco de “La Boda de la Boca de la Vaca” está conformado por Zamira Franco, Luis Maya, José Antonio Becerril, Zaidee Morlán, Fátima Caamal, Lizbeth Suárez y Alejandro Rojas. Cada une de les participantes se entrega con honestidad al proyecto escénico, operando ya sea desde asumir cabalmente el personaje que deben interpretar, o desde sus propias voces como miembros de una sociedad oprimida y que claman por un cambio o por justicia. Es a partir del evidente compromiso que se tiene con la visión del montaje que les actantes consiguen congruencia y solidez desde el escenario.

“Queremos ser dueñas de nuestros próximos delitos.”

La comunidad teatral alza la voz constantemente en contra de la precariedad sobre la que muchas compañías teatrales tienen que operar. Falta de apoyos, recursos nulos, pagos demorados, condiciones laborales libres de cualquier prestación, ya ni para qué hablar de seguridad social o algún mecanismo que proteja la salud son el pan de cada día para un gran número de personas que quisieran con todas sus fuerzas poder vivir del teatro. Sin embargo, estas problemáticas nos son exclusivas de nuestro gremio. Son miles, millones de mexicanos quienes día a día salen a trabajar bajo condiciones que verdaderamente son dignas del medioevo. No, no sólo son Liverpool, Nestlé, Grupo México o el Péndulo quien es responsable de encarcelar a un árbol. No. Son miles de empresas que explotan a sus empleados, que los mantienen en la miseria. Es quizá tiempo de que la vaca le muerda la mano al carnicero, de que el burgués deje de sentirse tan cómodo en su asiento VIP, para que mire directamente a los ojos de los oprimidos y descubra en ellos la furia que podría un día llevarlo a la tumba.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: La Boda de la Boca de la Vaca

DRAMATURGIA: Joaquín Moreno López

DIRECCIÓN: Bernardo Gamboa

ELENCO: Zamira Franco, Luis Maya, José Antonio Becerril, Zaidee Morlán, Fátima Caamal, Lizbeth Suárez, Kenia Castillo y Alejandro Rojas.

DÓNDE: Sala CCB, dentro del Centro Cultural del Bosque.

DIRECCIÓN: Reforma y Campo Marte, detrás del Auditorio Nacional, Chapultepec.

CUANDO: Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 horas. Hasta el 25 de Agosto 2024.

CUANTO: $150. Aplican descuentos. Boletos en taquilla y en Boletos | LA BODA DE LA BOCA DE LA VACA | Centro Cultural del Bosque (sistemadeboletos.com)

DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con estacionamiento.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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