Para quienes quieren ovacionar la vida de una familia profundamente disfuncional.

EL JUEGO DE LA SILLA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

“No te vayas a quitar la venda hasta que te digamos.”

El hijo pródigo ha regresado. Por tan sólo veinticuatro horas, pero ha vuelto para disfrutar del pollo con mole que prepara mamá, admirar las cartulinas que con tanto amor dibujó su hermana, para armar un rompecabezas con el más rebelde, aplaudir las gracias de la más chica y para cerrar un ciclo que él aseguraba ya se había terminado. Entre risas, bailes y cantos, una familia juega a ser perfecta cuando por debajo de la superficie todo está resquebrajado, las sonrisas son fingidas y la luz en los ojos de todos y cada uno de ellos es tan sólo el reflejo mortecino de un foco que alumbra desde afuera.

“Yo te di un acertijo para que encuentres tu tesoro.”

Originalmente estrenada en 2002 en las salas cinematográficas de Argentina, “El Juego de la Silla” es una precisa y acertada adaptación a México y al teatro de la película del mismo nombre escrita por la directora argentina Ana Katz, quien le ofrece a los espectadores una verdadera rebanada de la vida de una típica familia clase mediera a lo largo de veinticuatro horas. El regreso de Víctor, quien ahora reside en Canadá, al hogar familiar por un lapso de tan sólo un día para reencontrarse con su mamá, hermanos y una ex pretendiente es la premisa perfecta de donde la autora construye una visión sumamente divertida pero al mismo tiempo perturbadora e inquietante de toda la disfuncionalidad que se esconde debajo de la superficie de una familia aparentemente feliz.

“Un aplauso para mamá que hizo la comida.”

Con claros ecos a “Un Largo Viaje hacia la Noche” de Eugene O’Neill, la cotidianidad y sana convivencia familiar que Katz muestra en “El Juego de la Silla” podría ser percibida en su lectura más superficial como una historia donde no pasa absolutamente nada. Sin embargo, cada “nada” que sucede en la obra contiene subtextos, mensajes velados, rencores, odios, reclamos y un sinnúmero de dolencias en cada uno de los miembros de la familia que logran crear una atmósfera sumamente tensa, como una bomba a punto de estallar, en medio de una celebración que desesperadamente busca la armonía cuando todo se encuentra resquebrajado. En la misma medida que el público ríe y comparte la alegría del regreso de Víctor, no puede evitar igualmente sentirse angustiado ante la inminente explosión que nunca va a llegar por más que uno la pida.

“Uno desea suerte cuando se despide.”

El trabajo que la directora Angélica Rogel realiza en “El Juego de la Silla” es posiblemente la mejor dirección teatral que he visto en todo el año, sorprendiendo con un montaje que se atreve a alejarse del realismo para adentrarse en el muy delicado terreno del costumbrismo con impactantes resultados. Haciendo uso de cada espacio disponible, invadiendo el patio, la cocina y hasta el baño del segundo piso que se encuentra en las instalaciones de Un Teatro, Rogel convierte al espectador en un verdadero voyeur que invade sin pudor la cotidianidad en la que habitan seis seres humanos profundamente desgraciados a pesar de las enormes sonrisas plasmadas sin brillo en sus caras. Con un ritmo preciso y exacto que no se acelera más allá de lo necesario, con un meticuloso cuidado en el tono que logra balancear con cuidado la risa con el tensión y con un meticulosa y asertiva visión teatral en cada aspecto técnico, Rogel se enarbola como una verdadera autora de la escena que no teme a tomar riesgos al apostar por la inteligencia del espectador quien debe adentrarse y compenetrarse por completo con cada uno de los miembros de la familia Luján.

“A esta cartulina le puse sueños.”

Un montaje tan delicado como el que Rogel presenta requiere de un elenco que sea capaz de sostener la ficción durante cada segundo de la obra con absoluta honestidad para así mantener el naturalismo que se plantea. Liderados por la monumental Margarita Sanz y el muy talentoso Miguel Conde, cada uno de los integrantes que conforman “El Juego de la Silla” impacta al espectador con interpretaciones profundamente comprometidas, logrando así cimentar la ilusión de que lo que se está viendo no es una obra de teatro sino una invasión a la privacía de una amarga fiesta de bienvenida. Ya sea viendo a Sanz bailando y cantando en bata de noche como una desquiciada, a Conde tratando de mantener una sonrisa que pareciera hallarse petrificada en su cara, a Mahalat Sánchez llorando desconsolada por las ilusiones destruidas, a Ana Beatriz Martínez buscando ser reconocida por sus decoraciones para la fiesta, a Gabriela Guraieb haciendo una coreografía con muy poca gracia o a Alejandro Guerrero apoltronado en un sillón, cada uno de los miembros del elenco de “El Juego de la Silla” demuestra que cuando hay un texto poderoso y una dirección escénica sólida, los resultados sobre el escenario pueden ser contundentes y espectaculares.

“No te estoy hablando de un juego, te estoy hablando de la vida.”

Una obra donde, en la más pura tradición de Chejov, pareciera que no pasa nada, una dirección que refleja de manera fidedigna toda la podredumbre que se esconde por debajo del mantel, un elenco que roba el aliento por su entrega y compromiso. Una obra maestra que resulta una verdadera master class en el quehacer teatral de nuestro país. “El Juego de la Silla” es, sin duda, una de las mejores, si no es que la mejor,  obra de teatro que se ha presentado este año. Un testimonio de la calidad de la que se capaz cuando todos los elementos se encuentran en el lugar exacto. Felicidades a cada uno de los involucrados, me inclino ante ustedes.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “El Juego de la Silla”

DRAMATURGIA: Ana Katz

DIRECCIÓN: Angélica Rogel

ACTÚAN: Margarita Sanz, Miguel Conde, Mahalat Sánchez, Ana Beatriz Martínez, Gabriela Guraieb y Alejandro Guerrero S.

DÓNDE: Un Teatro, Alternativa Escénica

DIRECCIÓN: Nuevo León 46, Colonia Condesa. Frente al parque España.

CUÁNDO: Lunes y Martes 20:30 hrs.

COSTO: $200 entrada general. Boletos en taquilla. Aplican descuentos

DURACIÓN: 120 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.