EL CHARCO INÚTIL

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Para quienes entienden que, a veces, la locura es la única manera de mantener la cordura.

EL CHARCO INÚTIL

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Cortesía de Fernanda Olivares

“Yo también tomo antidepresivos.”

Sentados en una banca, frente un lago artificial libre de patos, se encuentran Óscar y Hierofante. Un hombre imposibilitado de trabajar tras un evento traumático y su mentor de la infancia se reúnen cada semana para hablar de lo acontecido en busca de una manera de salir adelante. Quizás la respuesta se encuentra en una recámara azul decorada con posters de trenes, en un niño de 11 años, en Irene, una madre que no puede superar el vacío que ha quedado en su vida tras un ataque terrorista.

“Su mente no acepta la realidad tal cual es.”

Un maestro sin alumnos e incapaz de enseñar, y una madre sin hijos, imposibilitada de desprenderse de algo, ni siquiera de sus propias uñas mordidas. El aclamado dramaturgo español David Desola retrata en “El Charco Inútil” a estos dos personajes en su transitar por la delgada línea entre la locura y la cordura bajo la omnipresencia de Hierofante, una figura casi onírica que puede representar a momentos las acciones de un niño muerto mientras toma una clase de español, o la de un sabio guía para un hombre acosado por su propia cobardía.




“Cualquier otro se habría largado de ahí a los cinco minutos.”

Tras haber sido víctima de un ataque a manos de un estudiante de 13 años en la secundaria en que trabajaba, acto que fue ampliamente mostrado en los medios de comunicación, Óscar se ha retraído del mundo para refugiarse en su propia soledad. Bajo la insistencia de su peculiar profesor de la infancia, ha decidido aceptar darle clases a Diego, un niño de 11 años que murió en el ataque terrorista de 2004 a cuatro trenes en Madrid, hecho que su madre Irene se niega a aceptar y es por lo que decide buscar un maestro para darle clases particulares. Esta compleja premisa sobre la que se construye “El Charco Inútil”, obra ganadora del premio Lope de Vega en 2007, lleva al espectador hacia temas existencialistas, a lugares donde se cuestiona la definición de la locura misma, a terrenos que remiten a dramaturgias como Esperando a Godot de Samuel Beckett o a ¿Quién Teme a Virginia Woolf? de Edward Albee, al mismo tiempo que se abren líneas de discusión sobre la enseñanza, la soledad, y el dolor ante la pérdida.

“Yo creo que todos estamos locos y cuerdos a la vez.”

Al frente del escenario se encuentra una banca de parque que se mueve de lado a lado sobre un camino café que representa la orilla del lago en que se desarrolla gran parte de la acción. En el fondo, dos paneles se abren y cierran, el primero representando la recámara de Diego, pintada completamente en azul; la segunda la entrada al hogar de Irene, bañado completamente en un estridente amarillo. Hacia la mitad del montaje, en una escena en la que Irene ha dejado un mensaje escrito para Óscar en el lugar donde siempre se reúne con Hierofante, una cascada de arena comienza a caer desde lo alto del teatro, una clara metáfora del transcurso del tiempo, mismo que pareciera se está agotando para todos. Bajo la dirección de Ruby Tagle, y el trabajo de iluminación y escenografía de Jesús Hernández, “El Charco Inútil” es una obra que equilibra eficazmente la acción que se suscita a través de la palabra hablada, y todo aquello que sucede en silencio. De tal manera, mientras que Óscar enseña gramática en una recamara vacía, a lado Irene escucha en absoluto silencio, reaccionando a cada palabra, mientras que Hierofante, al frente, hace las veces del niño inexistente como si estuviera tomando notas. Cada uno de los actores está accionando desde diferentes aristas, cada acción cargada de variantes simbologías, todo ello conformando una atmósfera a momentos asfixiante, desoladora, enternecedora o, incluso, llena de suspenso. Entre lo que se ve y lo que se dice es que Tagle propone una puesta en escena dotada de matices que cada espectador irá interpretando, dependiendo de donde centre su atención.




“Diego existe a través de mí.”

Tras su primera “clase” con Diego, Óscar enfrenta a Hierofante con respecto al bizarro trabajo que le ha conseguido. Mientras que los dos caballeros tienen una acalorada discusión al frente del escenario, donde el razonamiento de uno se contrapone a la incredulidad del otro en una especie de juego del gato y el ratón, Irene se encuentra sola abrazando una frazada como si se tratara de su hijo. Al frente, una conversación existencialista donde se debate a nivel filosófico la naturaleza misma de la locura, al fondo del escenario el dolor profundo y silente de una mujer que no termina de encontrar los mecanismos para lidiar sanamente con su pérdida. El elenco de “El Charco Inútil” conformado por David Hevia, Alberto Estrella y Mariana Garza dan rienda suelta a una amplia gama de emociones confrontadas, pero partiendo desde la contención y no el desbordamiento sentimental. De tal manera, Garza y Estrella operan a partir de la fractura, de los susurros, desde una voz ahogada que quisiera gritar más le es imposible. En contraparte, y en coherencia con un importante giro de tuerca final, Hevia crea su personaje desde lo lúdico, un juglar intentando parar el dolor de dos seres heridos de manera irremediable. Los años de experiencia sobre el escenario que suman los tres histriones suman varias décadas, y se nota ampliamente.

“Para conmover se necesita existir.”

Hace apenas una semana una persona a quien amo profundamente perdió a su esposo. Mientras esperábamos afuera del hospital a que su cuerpo fuera recogido por la carroza fúnebre, ella se volteó a mí y me comentó que su compañero de vida no había muerto, que estaba de viaje por un mes y que ya después vería cómo reacomodar las cosas. La mente debe dar sentido al dolor, ordenar el caos que produce la pérdida, se tortura tratando de lidiar con una realidad que a momentos es sencillamente insoportable. “El Charco Inútil” es un vistazo a esas mentes que sangran lágrimas, que se refugian en la más cuerda de las locuras. Esta crítica esta dedicada a ti mami, a tu locura momentánea en lo que pasa el dolor de tu pérdida. Te amo.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “El Charco Inútil”

DRAMATURGIA: David Desola

DIRECCIÓN: Ruby Tagle

ELENCO: Mariana Garza, Alberto Estrella y David Hevia.

DÓNDE: Teatro Helénico

DIRECCIÓN: Avenida Revolución 1500, Colonia Guadalupe Inn.

CUÁNDO: Jueves y Viernes 20:00, Sábado 19:00 y domingo 18:00 horas. Hasta el 20 de Marzo 2022.

COSTO: $410 y $205. Boletos en taquilla y en Boletos | EL CHARCO INÚTIL | Centro Cultural Helénico (sistemadeboletos.com)

DURACIÓN: 100 minutos sin intermedio. Principio del formulario

DATOS ADICIONALES DEL TEATRO: Cuenta con estacionamiento y valet parking.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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