JOSÉ EL SOÑADOR

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Para quienes desean deslumbrarse con un monumental montaje del clásico musical de Andrew Lloyd Webber.

JOSÉ EL SOÑADOR

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Quiero saber si esto es un sueño.”

El destino del hijo favorito de Jacob, y de su túnica multicolor, no estaba ni en trabajar en el campo junto con sus once hermanos, ni en la esclavitud. Gracias a su increíble don para interpretar sueños, José se descubrió sentado al lado del mismísimo Ramsés, el faraón de Egipto. Nacida en Génesis, pero llevada al escenario musical por dos de sus más grandes exponentes, esta leyenda bíblica ha sido contada miles de veces por todo el mundo en los últimos 50 años, con un único mensaje que compartir: es mejor soñar.

“Agradezco a mi padre sus favores y mi hermoso abrigo de colores.”

Escrita originalmente en 1968 como una cantata pop de tan sólo 15 minutos para ser cantada en escuelas, “José El Soñador” del compositor Andrew Lloyd Webber y el letrista Tim Rice narra ha crecido y evolucionado a lo largo de las décadas hasta convertirse en uno los musicales más representados en todo el planeta del dúo responsable de grandes éxitos como Jesucristo Superestrella y Evita. Acreedora a siete nominaciones al premio Tony en Broadway, y aclamada por memorables canciones como Es Mejor Soñar, Cierren las Puertas y No Pierdas la Fe, la historia de José y su ascenso a la fama en la antigüedad es una colección de ritmos que transitan del más puro pop setentero y ochentero, hasta un poco de country, una balada parisina y un calipso. Es importante destacar que la versión en español que se presenta es la misma que realizó Julissa para el primer montaje en México en 1983.




“Hey José, tienes que decirme qué significan estos sueños, no seas cruel.”

Ante rumores de que es capaz de interpretar sueños, José es liberado de un injusto encarcelamiento para ser llevado frente al faraón de Egipto. El monarca canta sus sueños sobre vacas y cuervos en un grandilocuente número musical que rinde homenaje al rey del rock Elvis Presley. Tras una breve pausa en la que el esclavo piensa detenidamente, José le pide a Ramsés que repita la canción para poder entenderla completamente. Ciertamente la anécdota que “José el Soñador” tiene que contar es corta, y el musical lo sabe. Largas introducciones musicales al inicio de la obra y del segundo acto, canciones repetidas, extendidos números bailables y un megamix final que le suma 10 minutos adicionales a la puesta en escena son algunos de los elementos se utilizan para poder alcanzar las dos horas de duración. Esta situación es la que ha llevado a los distintos montajes de la obra a lo largo de los años a apostar por grandes y aparatosos valores de producción para así poder llenar los huecos narrativos que el material de origen presenta.

“Pobre, pobre faraón, tiene pesadillas sin explicación.”

Cubierto por completo por enormes pantallas en las que se proyectan todos los distintos ambientes de la obra, el escenario del Centro Cultural Teatro 1 es capaz de transformarse en un segundo de un lujoso palacio, a una zona desértica donde se extrae petróleo, o a una playa a las orillas del río Nilo, incluyendo palmeras bailando al sol. La producción de “José el Soñador” apuesta por la espectacularidad, por un asalto a los sentidos que transforma la historia bíblica en una fantasía psicodélica. De tal manera, la narradora de la historia tiene múltiples y vistosos cambios sorpresa de vestuario en escena, la canción Putifar es concebida como una escena de El Gran Gatsby, y una canción dolorosa de pérdida se torna en un rodeo con fuegos artificiales. La pretensión del montaje liderado por el director Mariano Detry, con coreografías de Carmelo Segura, y vestuario de Sol Kellan es la de literalmente “apantallar” al espectador, hecho que se consigue a manos llenas.




22“Destruyan mi nombre, me queda mi fe.”

El segundo acto de la obra comienza con la canción Un Cuento de Faraones. En ella, la narradora Fela Domínguez canta la historia de Ramsés en una escena donde los elementos visuales están reducidos. El poderío vocal que Domínguez despliega es tan potente, que una verdadera ovación se suscita al segundo que termina de cantar. Aun cuando la puesta en escena cuenta una enorme maquinaria tecnológica ideada para deslumbrar al público, los momentos en que “José el Soñador” verdaderamente brilla son cuando estos pasan a segundo plano y se permite al elenco desplegar su talento. Carlos Rivera interpretando con voz entrecortada Cierren las Puertas con tan solo luz blanca iluminándolo, Andrés Elvira haciendo gala de su voz y de sus inmensas habilidades cómicas en Aquellos días de Canaán, o cualquier momento en que Fela Domínguez decide mostrar la razón porque es la mejor voz en teatro musical actualmente en nuestro país, son muestra de que cuando el talento es sólido, toda la parafernalia se admira, pero se entiende como un apoyo y no la verdadera estrella. La excepción a esto se encuentra en el trabajo de Kalimba como el faraón, quien baila, canta y claramente se divierte en escena en uno de los números más lucidores de todo el espectáculo. Una vez dicho esto, se debe dar mérito a un gran ensamble, mismo que apoya, fortalece y engalana la puesta.

“José confía, no pierdas la fe.”

Tuve la fortuna de aplaudir “José el Soñador” cuando se produjo por primera vez en esta ciudad, cuando apenas tenía 9 años. Recuerdo la enormidad de la esfinge al momento de aparecer el faraón, imposible olvidar mi emoción cuando un enorme y talentoso elenco le cantaba a Memo Méndez que no perdiera la fe. Aquella puesta en escena de los ochenta enamoró a miles por sus grandes voces en escena, por la monumentalidad de su montaje, realizado con elementos tradicionales de escenografía. En esta ocasión José vuelve con igual grandilocuencia, su lenguaje más en línea con la actualidad, con las herramientas que da la tecnología. Ambas producciones consiguen su cometido, el invitar a soñar con un musical cuyas canciones siguen siendo tan pegajosas como cuando nacieron en los sesenta.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “José El Soñador”

LETRAS: Tim Rice

MÚSICA: Andrew Lloyd Webber

TRADUCCIÓN: Julissa

DIRECCIÓN: Mariano Detry

ELENCO: Carlos Rivera, Fela Domínguez, Kalimba, Carlos Ramírez, Taya Valenzuela, Gerry García, Óscar Piñero, Aldo Guerra, Andrés Elvira, Augusto Fraga, Emmanuel Robredo, Fer Soberanes, Jair Almar, Carlos Iriarte, Mau Hernández, Henderson Cortez, Joseph Aued, Federico Stegmayer, María Elisa Gallegos, Dagmariz Szuchmacher, Paty Manica, Yanys González, Lariza Haro, Alexa Rivera, Mariela Baqueiro, Omar Hernández, Hugo Curcumelis, Javier Emmanuel, Oliver Kenay, Salvador Coronel, Víctor Raúl, Patricio Gou, Emilia Gou y Mauricio Salas (alternando funciones).

DIRECTOR DE ORQUESTA: Alberto Albarrán

DÓNDE: Centro Cultural Teatro I

DIRECCIÓN: Avenida Cuauhtémoc 119, esquina con Puebla, Colonia Roma.

CUÁNDO: Jueves y Viernes 20:30, Sábado 17:00 y 20:00, Domingo 13:30 y 17:00 horas.

COSTO: De $5500 a $1800. Boletos en taquilla o enBoletos para José El Soñador | Detalle de fechas para Musicales | Ticketmaster MX

DURACIÓN: 120 minutos con un intermedio. Principio del formulario

DATOS ADICIONALES DEL TEATRO: Cuenta con estacionamiento.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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