DUELE
Para quienes entienden que las cicatrices se encuentran en el cuerpo y en el alma.
DUELE
“¿Por qué tienes tanta sangre en tu cara?”
En el cuerpo de Diego se puede encontrar un mapa de todos los infortunios que ha sufrido si se siguen las cicatrices que han quedado como testimonio fehaciente de todos y cada uno de los accidentes que ha tenido en su vida. En el alma de Karina se esconden todos los dolores que nunca ha demostrado al mundo pero que crecen lentamente en la boca de su estómago, punzadas palpitantes de todo lo que ha callado desde pequeña. Dos amigos que tienen el poder de curarse el uno al otro, ya sea con el más ligero de los toques o con la sonrisa que se encierra en sus miradas.
“No te rompiste la cara, sólo te la cortaste.”
La intimidad que se puede crear entre dos personas cuando se bajan todas las defensas y las heridas quedan al descubierto es el tema que el dramaturgo norteamericano Rajiv Jospeh trata en el agridulce melodrama “Duele”. A lo largo de ocho escenas que suceden en lugares tan específicos como la enfermería de una escuela, un hospital, una funeraria y una pista de patinaje de hielo, y que ocurren en diferentes edades de los personajes que van de los 8 a los 38 años, Joseph vuelve al espectador testigo de cómo una disfuncional amistad puede convertirse en un verdadero salvavidas.
“¿Quieres tocar mi cicatriz?”
Contar una historia de amor y amistad a partir de los momentos que más lastiman, física o internamente, a una pareja es una idea tanto original como reveladora. En manos de Joseph, “Duele” adquiere tintes cómicos a momentos, sumamente dolorosos en otros, pero que finalmente no logran concretizarse en un trabajo de dramaturgia verdaderamente contundente que pudiera moverle fibras internas al espectador, razón por la cual la obra termina siendo una historia más, entre tantas, que explora la enorme complejidad de las relaciones humanas, pero que no se atreve a provocarle el más mínimo dolor al asistente. Al final, el resultado termina siendo satisfactorio, pero únicamente como divertimento y no tanto como una honesta exploración en las cicatrices humanas.
“Aquí estoy para despertarte.”
El trabajo que aporta el director Diego del Río a “Duele” es coherente con el gran acervo teatral que ha realizado este joven y sumamente talentoso creador escénico. Apoyado por un robusto equipo creativo que incluye al renombrado escenógrafo Jorge Ballina, quien también se hace cargo de la iluminación, a Julia Reyes Retana con un estupendo diseño de vestuario, y a Silvia Siu e Iker Madrid quienes colorean la puesta con música en vivo, Del Río crea un montaje fluido y bien logrado, con un ritmo sostenido que fortalece la dramaturgia y un manejo de tono que evita caer en los sentimentalismos melodramáticos innecesarios y que apuesta más por la introspección y la contención.
“Necesito que regreses a buscarme otra vez.”
La verdadera apuesta de “Duele” se encuentra en la magnífica interpretación que realiza Ludwika Paleta de Karina, una niña/mujer que guarda todo su dolor en lo más profundo de su interior, aun cuando encuentre formas no muy saludables de expresarlo, convirtiéndola en un ser agresivo y frágil a la vez. Ya sea como una niña de 8 años, una puberta de 13 o una mujer de 23, 28 o 33, Paleta logra dar matices a su personaje en cada una de las diferentes edades que la vuelven entrañable, creíble y, sobre todo, fascinante de observar sobre el escenario. A su lado, Oswaldo Benavides brilla con su carisma y simpatía natural, pero su trabajo se verá fortalecido en cuanto logre imprimir un mayor grado de honestidad y vulnerabilidad a su trabajo actoral que lo lleven a las mismas alturas que alcanza su contraparte femenina.
“Tú siempre has podido curar mis heridas.”
A los cinco años tuve etmoiditis aguda, lo que me llevo a estar varios meses en el hospital. a los doce años me diagnosticaron depresión crónica que me mantuvo en cama por casi seis meses de mi vida. A los quince se dictaminó que padecía de hipoglicemia. A los cinco se separaron mis papás, a los doce murió mi padre y a los quince descubrí que era gay. Somos una colección de dolores, de cicatrices que llevamos en el cuerpo y en el alma, cada una de ellas resultado de nuestro ambiente, de lo que nos ha lastimado en la carne o en el corazón. Espero no enfermarme pronto, espero seguir siendo feliz por mucho tiempo.
Búscanos en Facebook e Instagram como Entretenia
[AFG_gallery id=’295′]
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Duele”
DRAMATURGIA: Rajiv Joseph
DIRECCIÓN: Diego del Río
ACTÚAN: Ludwika Paleta y Oswaldo Benavides.
DÓNDE: Teatro López Tarso dentro del Centro Cultural San Ángel.
DIRECCIÓN: Avenida Revolución 1733, San Ángel, enfrente de Avenida de la Paz.
CUÁNDO: Viernes 19:00 y 21:00, Sábados 18:00 y 20:00 y Domingos 17:30 y 19:30 hrs.
COSTO: $500, $400, $300 y $200. Boletos en taquilla y ticketmaster.
DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking.