CIUDAD LUMINOSA

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Para quienes entienden que los fantasmas no sólo habitan en el más allá, también en la culpa y la soledad.

CIUDAD LUMINOSA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“¿Me crees que esto me está pasando?”

Juan enviudó hace poco bajo circunstancias por demás trágicas. Sin embargo, lo que lo orilló a buscar ayuda fue la presencia de su esposa muerta en el interior de su casa. Aterrado, desconcertado, y con un enorme bagaje emocional, Juan ahora espera que Iván pueda guiarlo a encontrar un camino de regreso hacia la paz, una libre de abrigos rojos o de la música de un camión de helados que no lo puede dejar en paz. Lo que no sabe es que Iván, un exsacerdote convertido en terapeuta, carga con sus propios fantasmas en lo más profundo de su atormentada alma.

“Cuando volteé, estaba detrás de la puerta, viéndome.”

Los problemas de relación, emocionales y personales de un paciente se reflejan directamente en la realidad que vive su terapeuta en “Ciudad Luminosa”, obra del aclamado dramaturgo irlandés Conor McPherson. La soledad que vive Juan ante su viudez, la culpa que lo embarga al analizar el tipo de marido que fue, y la insatisfacción que vivía en silencio con su ahora difunta esposa son claros paralelos en las relaciones que sostiene Iván tanto con la mujer que lo ayudó tras salir del sacerdocio, como con un hombre con quien tendrá una muy definitoria transacción comercial y emocional. De tal manera, el autor crea una historia de fantasmas, mismos que podrían ser reales o no en el plano material, pero que definitivamente existen en la mente de los muy complejos personajes que habitan la escena.




“Hay alguien en el mundo al que le importa cómo estoy.”

Juan poco a poco revela que la relación que tenía con su esposa carecía de toda comunicación; Iván no puede tener una conversación civilizada con la madre de su hija con quien quiere terminar. Mientras que Juan sostuvo una relación ilícita con una mujer casada, Iván se debate entre ser quien debería de ser o explorar sus más reales deseos. Todo esto presentado en escenas que transitan entre sesiones y la vida privada del terapeuta. Con una estructura que inmediatamente remite a la exitosa serie televisiva In Treatment de HBO, “Ciudad Luminosa” es un cautivador estudio sobre la insatisfacción humana, un macabro vistazo a los demonios que plagan la mente, un espejo que refleja sentimientos oscuros que toda persona ha experimentado a lo largo de su vida, todo ello aderezado con un muy inteligente toque de lo sobrenatural que dejará a los espectadores discutiendo y especulando ante un muy inesperado final.

“Sí creo que tuviste una experiencia real.”

La escenografía representa de manera realista el departamento donde vive Iván, mismo que sirve de su consultorio para dar terapia. Prácticamente libre de parafernalia escénica, la obra se enfoca en los diálogos, en que los personajes hablen y sean escuchados, en crear intimidad a partir de pequeños gestos y en alejarse de la exacerbación emocional. El director Miguel Septién, responsable de grandes y vistosas producciones como Urinetown y The Pillow Man, muestra su versatilidad y adaptabilidad en “Ciudad Luminosa” al crear un universo en el que el espectador se ve inmerso en la psique de Juan e Iván. Apoyado por la realista escenografía y la elegante iluminación diseñadas por Emilio Zurita y la casi hipnótica musicalización de Dano Coutiño, esta última responsable de uno de los momentos más poderosos de la obra en el que Iván invita a su departamento a un hombre que ha conocido en un muy particular lugar de Querétaro, lugar donde Septién ubica la obra con su traducción y adaptación, la puesta en escena es una apuesta a la fusión entre sutil actoralidad y potentes diálogos.




“Yo quería ser egoísta y que las cosas trataran de mí.”

Juan, interpretado por Alberto Lomnitz, es un hombre dubitativo en su hablar, da rodeos, a momentos es no-linear en sus ideas, está ahogado por sus propios sentimientos, tratando de encontrarles algún sentido al expresarlos en largos monólogos a su terapeuta. Todos y cada uno de estos divergentes sentimientos están expresados por Lomnitz sin grandes aspavientos, entregados al público como una telaraña mental que atrapa por completo, dejando en claro la clara comprensión del personaje por el actor, quien es capaz de dar más, muchísimo más, con menos. A su lado, Iván interpretado por Pablo Perroni, apenas si reacciona mientras escucha a su paciente. Un pequeño movimiento de manos o un alza de ceja es todo lo que se deja entrever a lo largo de extendidas escenas. Esto entra en claro contraste con las emociones que desborda en los momentos que se enfrenta con sus propios demonios. Ya sea exasperado por tratar de explicarle a la mujer que le ha dado una hija que no quiere estar con ella, o sencillamente dejándose ir en un abrazo que mezcla un profundo dolor con un fuerte deseo sexual, Perroni saca a relucir sus capacidades histriónicas en un trabajo que resalta los matices más ligeros que esconden la vasta complejidad humana. El resto del elenco es conformado por Gloria Toba y Miguel Narro, quien fuera sustituido en la función que atendí por José Ramón Berganza.

“Se suponía que las cosas tenían que mejorar.”

Los fantasmas existen. Claro que sí. Yo veo uno a diario en el espejo, en el gordo que se niega a desaparecer de mi mente a pesar de haber perdido más de 60 kilos. También lo veo en la figura de mi papá, quien murió hace 35 años y que no deja de estar presente en mi familia, en las reuniones familiares, en traumas que sencillamente se niegan a ir. Los fantasmas existen. Claro que sí. Algunos traen un abrigo rojo y suenan a carro de helados, otros sencillamente aparecen en medio de la realidad, tratando de apoderarse de mi mente. Claro que sí.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Ciudad Luminosa”

DRAMATURGIA: Conor McPherson

DIRECCIÓN: Miguel Septién

ELENCO: Alberto Lomnitz, Pablo Perroni, Gloria Toba y Miguel Narro.

DÓNDE: Foro Lucerna

DIRECCIÓN: Lucerna 64, Colonia Juárez.

CUÁNDO: Viernes 19:45, Sábado 18:00 y 20:00, Domingo 18:00 horas.

COSTO: $400. Boletos en taquilla o en www.ticketmaster.com.mx

DURACIÓN: 110 minutos sin intermedio. Principio del formulario

DATOS ADICIONALES DEL TEATRO: Cuenta con valet parking.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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