APERTURAS
Para quienes entienden que un cafecito en la oficina nunca es solamente un cafecito en la oficina.
APERTURAS
Un verdadero elixir de la vida que cada mañana se encarga de revivir a millones de muertos vivientes que se dirigen sin mucho ánimo a sus respectivos trabajos, a sus respectivas oficinas; una droga necesaria que permite que los ojos se abran y la mente se despeje para poder revisar los correos del día, atender a juntas, hacer las llamadas necesarias, firmar los documentos pertinentes y, por supuesto, sonreír a los compañeros de trabajo; un catalizador social que da la entrada a cualquier conversación, buena o mala, una bienvenida o un despido, un ascenso o una amonestación. Todas las oficinas del mundo dependen de él y lo saben, entienden el vital rol que juega. ¡Nada sabe mejor que un buen cafecito en la oficina!
Con “Apreturas” la dramaturga mexicana Nora Coss ofrece una ácida mirada a los procesos laborales que se viven a diario en oficinas de todo el mundo. El arquitecto ha sido muy cordialmente invitado a la oficina del contador en Recursos Humanos para discutir algunos temas delicados en relación al más reciente proyecto en que estuvo involucrado. Una invitación a beber una taza de café poco a poco se va deformando en una verdadera guerra de poderes donde la mentira, la seducción, las buenas costumbres y los procesos administrativos entrarán en juego para conseguir la victoria.
Posiblemente el mayor logro de “Aperturas” radica en la manera en que Coss ha logrado destilar la esencia de las relaciones laborales en toda su hipocresía, burocracia y decadencia, y traducirlo a un lenguaje verdaderamente teatral. Frases se repiten una y otra vez, las mismas conversaciones se reciclan, con diferentes intenciones, ligeros o evidentes cambios de tono en busca de conseguir la verdad u ocultarla, muestran una dramaturgia inteligente que mantiene capturados a los asistentes en este juego del gato y el ratón del mundo Godínez.
“¡No estoy aquí para hacer su puto café!”El trabajo de dirección a cargo de Rodrigo Rangel resulta atreVido en ciertos momentos y difícil de interpretar en otros. El texto de Nora Coss es sumamente interesante y se sostiene por sí mismo, por lo que no me parece que necesite de mucho bombo y platillo en el escenario para revestirlo de mayores significados. Una danza inicial donde los dos personajes se preparan para ir a la oficina podría resultar fascinante de ser un tanto más clara en su intención, para no confundir a los asistentes a escasos minutos de haber comenzado la función. De igual manera, la presencia omnipresente de Soni Sonora, encargado de la música durante la obra, en lo alto del escenario, resulta más un distractor y una interrogante que un elemento atractivo dentro del montaje. Sin embargo, su manejo escénico dentro del marco de sus dos personajes es poderoso y efectivo al conseguir que la tensión que existe entre arquitecto y contador sea palpable e incómoda en cada uno de los testigos invisibles a esta batalla.
“¿No cree que debe mejorar sus formas?”La edad en que uno podría ubicar a un arquitEcto a cargo de proyectos que implican millones de pesos en presupuesto y a un contador a cargo de la investigación de un posible fraude sería de unos 35 años para arriba. Los jóvenes actores Fabián Varona y Alberto Cerz claramente no están en ese rango de edad lo cual podría restar cierta credibilidad a sus personajes. Sin embargo, el universo teatral poco realista donde se desarrolla “Aperturas” podría llegar a justificar esta situación. Más importante, la calidad de ambos actores en su quehacer escénico logra que esto se reduzca a un mero detalle y podamos disfrutar de un trabajo lleno de entrega y energía.
“Usted va a tener que renunciar y se va a ir sin nada.”El mundo oficinista está lleno de reglas, no sólo en sus procedimientos y lineamientos, sino en sus formas conductuales. Una persona puede estar contratada para analizar cifras y flujos de información pero se le considera un problema si no es amable y dice buenos días a sus compañeros de trabajo en la mañana mientras se sirve una rica taza de café. Ese café y una sonrisa ayudan a que el mundo gire más armoniosamente y podamos convivir, ya sea minutos antes de informarle a alguien que está despedido o justo antes de lanzar la estocada mortal.