ABISMO
Para quienes desean adentrarse en un thriller psicológico donde la línea entre lo real y lo virtual se desdibuja por completo.
ABISMO
“¿Me estás acusando formalmente?”
En un futuro no tan lejano, donde la mayoría de las personas trabajan, estudian y se divierten en un espacio virtual conocido como la “Nether”, un visionario hombre de negocios con ciertos apetitos inconfesables ha creado un recóndito lugar conocido como “El Escondite”. En este espacio digital, perfectamente en regla con todos los estatutos legales establecidos, y habitado exclusivamente por adultos, se puede encontrar un exquisito y elegante mundo victoriano donde los más oscuros y prohibidos deseos pueden salir libremente a jugar. Una detective está decidida a poner fin a este aberrante lugar. Sin embargo, sus propios secretos podrían convertirse en un problema que traspase lo virtual y afecte muy seriamente la realidad.
“Me he hecho responsable de mi enfermedad.”
¿Si algo sucede dentro de la imaginación, en los confines de lo digital, donde ninguna ley está siendo quebrantada, se debe prohibir, e incluso perseguir por estar en contra de todo lo que dicta la moral de una sociedad? Este tipo de preguntas filosóficas y existenciales las plantea la dramaturga norteamericana Jennifer Haley en “Abismo”, un thriller de ciencia ficción, con una buena dosis de terror psicológico. Ubicada en un futuro demasiado cercano al presente, tal y como lo hiciera la serie británica Black Mirror, la trama de la obra sucede en dos espacios simultáneos. Por un lado, el mundo real, tangible y de carne y hueso, donde se lleva a cabo una cacería de brujas en contra de un hombre conocido como Papá; por el otro en la “Nether”, específicamente, en El Escondite, donde pasteles de cristal esconden perversiones, una casita de muñecas es escenario de actos indecibles, donde un hacha es incapaz de hacer daño a nadie, pues nada en este plano es real.
“La gente debe ser libre en su propia imaginación.”
La detective Morris ha detenido tanto a Sims como a Doyle, ambos participantes claves en El Escondite, para interrogarlos, incluso amenazarlos, para que cooperen con ella para darle fin a ese espacio de corrupción humana. Un enfrentamiento feroz entre la lógica y la moral se lleva a cabo entre los participantes, mismo en el que el público no puede evitar reflejarse y tomar partido. Mientras estas confrontaciones se llevan a cabo, en El Escondite hay participantes cuyo rol se va revelando poco a poco, para dar paso a enormes giros de tuerca que obligan a repensar todos los planteamientos desde su raíz. A través de la creación de personajes complejos, y de cuestionar a cada paso las intenciones de cada uno de los participantes en la investigación, “Abismo” es un verdadero encontronazo para un público que no puede evitar sentirse atrapado, horrorizado y fascinado a la vez por los cuestionamientos que se plantean, mismos que desafían toda creencia que no este sustentada por un razonamiento frio, libre de toda creencia ético-moral. Es a partir de esta sacudida que resulta casi una obligación el discutir lo visto una vez acabada la función, una de las consecuencias mas exquisitas del fenómeno escénico contemporáneo.
“¿Por qué todas las niñas tienen la misma apariencia?”
El mundo real es recreado por dos sillas, la de la detective y la del acusado, ubicadas en extremos del escenario. Estos dos espacios son iluminados por una luz fría. Cada vez que se hay una transición hacia El Escondite, luces en estrobo llenan el teatro. Una vez en el espacio digital, poco a poco se va revelando este universo victoriano donde los vestuarios son en satín o terciopelo, en el que hay columpios enmarcados por enredaderas, donde un pastel no puede ser creado mas que del más fino cristal. La dirección de Miguel Septién para “Abismo”, apoyado por un cuidadoso trabajo de escenografía e iluminación por parte de Felix Arroyo, y de diseño de vestuario de Giselle Sandiel, está enfocado en la creación de contrastes entre ambos universos presentados. Desde la elección del elenco, en el que la corporalidad de Sergio Zurita choca con la de su alter-ego en El Escondite, hasta la estética de de los espacios, cada una de las propuestas fortalecen esta diferenciación, elemento clave para el desarrollo correcto de la trama.
“¿Por qué tenemos que traer algo tan terrible a algo tan bello?”
Sims es un hombre rudo, tosco en su hablar, agresivo incluso cuando se le acusa de crímenes de los cuales él está convencido de ser inocente. Sin embargo, cuando se halla en ese espacio de su propia creación, se transforma en todo un caballero, un hombre de voz mesurada y de movimientos amables, principalmente cuando tiene que interactuar con el objeto de su afecto. En este mismo lugar, la encantadora Iris, una niña de no más de 12 años, se presenta con infantil, inocente en su totalidad, pero cuando su interprete toma voz de ella, su hablar y su vocabulario reflejan a la persona que hay detrás de esa infanta que en realidad nunca ha existido en ningún lugar mas que en la virtualidad. Las actuaciones que presenta el elenco de “Abismo”, conformado por Pablo Perroni, Verónica Bravo, Sergio Zurita, José Ramón Berganza y Léo Danse Alós, son consistentes con el ya mencionado contraste propuesto por la dirección. De tal manera, Perroni es capaz de crear un mismo personaje con dos perfectamente diferenciables personalidades, ambas con igual nivel de credibilidad. Por su parte, es notorio el trabajo interpretativo que realiza la joven Léo Danse Alós como Iris, mismo que está cargado de honestidad en un rol por demás complejo y perturbador.
“Que sea virtual no significa que no sea real.”
“Abismo” es una obra que confronta sin piedad, a la vez que resulta profundamente entretenida. A medida que uno se engancha con la trama, con las actuaciones y con el espacio creado por la escenificación, es imposible no cuestionar con la misma ferocidad que lo hace la detective, o defender los escabrosos argumentos que presenta Sims. En mi caso particular, me declaro por completo del lado de Papá, favorezco en absoluto la lógica por encima de la moral, me avoco por decir que aquello que pasa en la mente no debería ser perseguido. Los invito a que vean esta puesta en escena y a que me confronten y cuestionen, si es que toman partido distinto, o a que estén de acuerdo conmigo, le pese a quien le pese.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: Abismo
DRAMATURGIA: Jennifer Haley
DIRECCIÓN: Miguel Septién
ELENCO: Pablo Perroni, Verónica Bravo, Sergio Zurita, José Ramón Berganza y Léo Danse Alós.
DÓNDE: Teatro Milán
DIRECCIÓN: Lucerna 64, Colonia Juárez.
CUÁNDO: Viernes 20:45, Sábado 18:00 y 20:30, Domingo 18:00 horas. Hasta el 6 de Noviembre 2022.
COSTO: $600 y $450. Disponibles en taquilla y Boletos para Abismo | Detalle de fechas para Más Teatro y Culturales | Ticketmaster MX
DURACIÓN:
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking.
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