YO TENÍA UN RICARDO, HASTA QUE UN RICARDO LO MATÓ
Para quienes van tomando conciencia acerca del dolido país en el que vivimos.
YO TENÍA UN RICARDO, HASTA QUE UN RICARDO LO MATÓ
Por Jessica Canales (@jessicacanales)
“Pagando las extorciones la gente se compra la vida”.
“Yo Tenía un Ricardo, Hasta que un Ricardo lo Mató” es una puesta en escena que mezcla, conmovedoramente, la dramaturgia shakesperiana con historias de Chihuahua, México, construyendo así una analogía que se relaciona en lo trágico. La construcción dramática va tejiendo pedazos de la obra del bardo inglés con paralelismos en los recientes acontecimientos suscitados en el noroeste de la República, de manera tal que uno logra saberse viviendo en tragedia pura, en un país en guerra.
“En toda guerra hay tres grupos, los vencedores, los vencidos y los otros.”
Un valiente, arrojado y enorme trabajo de la compañía Teatro Bárbaro bajo la dirección de Fusto Ramírez* en el que, a modo de cuenta cuentos, construyen una pieza abrumadora y angustiante basada en anécdotas propias o cercanas sobre la era violenta que nos acontece.
Hace 10 años, otro chihuahuense, Víctor Hugo Rascón Banda, escribió “A través del teatro no hablan sus creadores, sino la sociedad de su tiempo.”** y el trabajo de sus paisanos constata la postura del dramaturgo. En este entendido el grito escénico de “Yo Tenía un Ricardo, Hasta que un Ricardo lo Mató” no sólo llama a mirar los lamentos de un Estado, sino que también exhorta a que los espectadores nos sepamos también dolientes.
Los recursos técnicos del montaje son apropiadamente sencillos, al igual que la carencia de vestuarios especiales, y digo apropiadamente porque lo que exponen estos Bárbaros en escena son sus entrañas ensangrentadas y ante tremendo acto de fiereza los velos restan.
De pie y aplausos al admirable aplomo y compromiso social de: Fausto Ramírez, Luis Bizarro*, Yaundé Santana, Rogelio Quintana, Tania del Castillo, Fátima Íseck, Rosa Peña, Miguel Serna, Iván Mena, Jessica Verdugo, Héctor “Magnun” García, Luis Navarrete, Liz Agueda Castillo, Monserrat Mejía, Lupino Caballero, Raúl Ramírez “Kigra” y Carlos Felipe Hernández.
Es conmovedor el cierre de la pieza porque en ella vemos a una mujer sosteniendo en brazos a su hijo muerto, éste con la cabeza envuelta en una bandera mexicana. Inmediatamente uno recuerda la escultura de La Piedad de Miguel Ángel como si fuera un llamado a la misericordia, como si no hubiera más dolor que el de quien ve morir lo que nació de su vientre, pero también encuentro en dicha imagen otra lectura: la de México como patria, como madre de tantos muertos a manos de la furia de la guerra contra el narco.
Yo soy también norteña, tamaulipeca, y me sorprende la valentía con que estos bárbaros narran su día a día. La distancia que da el vivir en la Ciudad de México impide ver que lo que ellos hacen es poner sus vidas en riesgo. Así pues, “Yo Tenía un Ricardo, Hasta que un Ricardo lo Mató” es el más honesto grito esperanzador de que cada vez somos más los que salimos a decir que nos están matando.
* Programa de Apoyo a Grupos Profesionales de Artes Escénicas “México en Escena” FONCA.
**Discurso del día Mundial del Teatro 2006.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Yo Tenía un Ricardo, Hasta que un Ricardo lo Mató”
DRAMATURGIA: Creación colectiva
DIRECCIÓN: Fausto Ramírez
ACTÚAN: Yaundé Santana, Rogelio Quintana, Tania del Castillo, Fátima Íseck, Rosa Peña, Miguel Serna, Iván Mena y Jessica Verdugo.
DÓNDE: Sala Xavier Villaurrutia dentro del Centro Cultural del Bosque.
DIRECCIÓN: Paseo de la Reforma y Campo Marte S/N.
CUÁNDO: Jueves y Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 hrs. Hasta el 5 de febrero.
COSTO: $150 entrada general. Boletos en taquilla y ticketmaster. Aplican descuentos.
DURACIÓN: 110 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: El Centro Cultural del Bosque cuenta con una extensa cartelera en sus diferentes teatros, les recomendamos revisarla. Cuentan con dos estacionamientos gratis al mostrar sus boletos para la obra.