¿Ya viste el agua que está llorando ai?: Al guapo le dio cáncer, un cáncer que no tiene nombre: Territorio y memoria
Karla Sarmiento
El montaje ¿Ya viste el agua que está llorando ai? propone al espectador un viaje emotivo, que fluye como agua en el río impulsado por la fuerza de gravedad, a lo largo de puntos altos y bajos de una cuenca. Bajo la creación e interpretación del Colectivo Lo que viene del Sol, originario de Sonora, conformado por Renée Gerardo Nevárez y Anitza García Palafox, la obra se presentó en el marco de la 44 MNT. La propuesta enlaza a través del teatro documental/testimonial, voces de los habitantes del municipio de Cananea que vivieron en 2014 el ecocidio en el río Sonora, el más grande ocurrido en México.
El espectáculo abre con sonidos vocales que van increscendo con la iluminación, siempre cálida, y el movimiento de dos cuerpos en el piso envueltos en un plástico transparente, el cual se despliega como corriente de agua para descubrir a lxs creadorxs, que toman su lugar en cada lado del escenario, mientras una proyección contextualiza con puntos específicos a los responsables del desastre ecológico, una denuncia clara y precisa desde el principio.
Los pocos elementos escenográficos están colocados en diversos puntos, lo que da una sensación atmosférica de diversos lugares o de ninguno. Frascos colgantes contienen diversas semillas, especies y piedras, que servirán para presentar las narrativas de lxs diferentes habitantes.
Mediante coreografías traen al escenario a dos campesinos en la siembra para iniciar el relato. El trabajo actoral y físico de Renée Gerardo Nevárez y Anitza García Palafox, mantiene el mismo nivel. Ambxs manejan energías muy parecidas, lo que potencia los rompimientos estridentes y de algarabía cuando bailan al ritmo del tololoche y juegan a la lotería. En este sentido, es loable el tratamiento de la tesis de manera transversal en el montaje. Por ejemplo, las cartas de la lotería fueron correspondientes con los símbolos que refieren el ecocidio, donde se observa la dicotomía: alegría/dolor.
El ritmo de la obra nunca decae. Los cambios de personajes están esbozados con pocos elementos de vestuario o de utilería, además de disponer sus cuerpxs a ser atravesados por las historias de personas que vivieron la tragedia del derrame tóxico por la minera de Grupo México en los Ríos Bacanuchi y Sonora, que contaminó el agua y la tierra. La energía actoral y la improvisación encantan al público; así nos llevan a conocer a dos cocineras entrañables mientras preparan chiltepín y quesadillas que, aunque sean norteñas, pueden ser vistas en cualquier latitud del país.
La investigación que realizaron fue fundamental para desarrollar una dramaturgia y puesta en escena dignas, que denuncian las consecuencias del desastre. Esto es importante porque es habitual ver prácticas extractivistas en diversas propuestas artísticas, acciones panfletarias y apropiaciones por la falta de comprensión interseccional.
La puesta en escena ¿Ya viste el agua que está llorando ai? utiliza proyecciones con información y datos duros pero no abusa de la herramienta sino más bien devela al público la complejidad y la urgencia que se vive en diversos confines. La pelea y robo de los territorios, el desplazamiento forzado, la explotación de la tierra y de los recursos naturales perpetrados por las empresas multinacionales y por el crimen organizado a la par, quienes son encubiertos por la corrupción, la desigualdad y la injusticia.
Sin importar que se tenga el referente específico o no, la pieza nos hace vivir el gozo y la esperanza que desarrollan muchas comunidades que viven la invisibilización ejercida por el poder. Lxs creadorxs escenicxs Renée y Anitza hacen uso de sus cualidades vocales: durante la obra el acento sonorensense se vuelve una especie de musicalización emblemática, que refiere la importancia de la identidad y del teatro para construir memoria.
Casi al final, Anitza enuncia la frase: ¿Ya vieron el agua que está llorando ai?, lo que sacude el viaje de emociones que se experimenta y deja una atmósfera extraña, acompañada por la percusión corporal y el canto que retumba como el golpe constante y rítmico del latido, ese que sostiene la vida y que sin agua se desvanece.
Ficha técnica:
Compañía: Colectivo Lo que viene del Sol
Autoría: Renée Gerardo Nevárez y Anitza García Palafox
Direción: Colectivo Lo que viene del Sol
Con Renée Gerardo Nevárez y Anitza García Palafox
Director de investigación documental y trabajo de campo: Luis Roberto Moreno Gonzáles
Director de fotografía y video: Bernardo Carrillo Martínez
Diseño Gráfico: Yajayra Véjar
Diseño audiovisual: Renée Gerardo Nevárez y Anitza García Palafox
Producción ejecutiva: Lilian Andrea Cuervo
Producción y asesoría escénica: Vaca 35 Teatro en grupo
Ingeniero técnico: Bernardo Carrillo