ROSAURA DESCIENDE

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Para quienes desean emprender un íntimo viaje hacia las raíces perdidas de una mujer libre y con muchos pantalones.

ROSAURA DESCIENDE

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Yo soy travesti.”

Ella sube al escenario cargada de equipaje con la intención de plantarse al pie de ese árbol sin raíces para enfrentar el pasado que la formó. Entre sus ramas ella posiciona un látigo, unos abanicos, unas chanclas, un tocado de flores, símbolos de las mujeres de su familia, de la mujer que es y que tiene derecho a ser. Ella es María en toda su gloria, como también es un personaje de Calderón de la Barca; es una sirena en busca de papá, y es todas aquellas que se ven hermosas con una falda floreada, pero que se saben poner los pantalones cuando así les plazca.

“Dicen que todos tenemos una herida fundacional.”

Adentrándose en las profundidades de su historia personal, explorando las razones que la han llevado al aquí y ahora, y haciendo una analogía precisa con el personaje de Rosaura de La Vida es Sueño de Pedro Calderón de la Barca, la actriz María Balam explora la dramaturgia con el monólogo “Rosaura Desciende”. Evidentemente honesto y cercano, caminando los territorios del biodrama, más alejándose de caer en el sentimentalismo exacerbado, y llevando su historia al terreno de lo universal, principalmente en los temas de empoderamiento femenino y lo que significa la libertad, la escritura de Balam es capaz de conectar con su audiencia en diferentes niveles de profundidad, dependiendo de lo que cada quien carga en sus maletas de vida, de sus heridas de origen.




“¿Por qué cambiaste las flores por los pantalones?”

La abuela cocodrilo habla de cómo su concepto de la libertad está centrada en el dinero; para su madre esa palabra significa la capacidad de salir de su casa, de un matrimonio evidentemente fallido, y caminar por las calles vendiendo sus mercancías. Por un lado, María es una mujer que no teme a mostrar su sensualidad y sexualidad con la lengua de fuera y blandiendo un látigo; por el otro, es una actriz un tanto insegura sobre el escenario que apenas puede operar cuando se da cuenta que una persona clave en su vida está entre la audiencia. A nivel temático, “Rosaura Desciende” es ambiciosa, buscando cubrir tres claramente distintivas líneas narrativas. Libertad, origen y el eros confluyen a lo largo de la puesta en escena, a momentos alcanzando sus argumentos con contundencia, en otros siendo un tanto más difuminados en su intención. De tal manera, la presencia de una abuela española se percibe como un elemento secundario, más aun cuando el personaje de la abuela cocodrilo es portentoso en su gracia y relevancia dentro de la historia. Igualmente, la inserción final de todo un nuevo argumento, cuando parecía que la puesta en escena había alcanzado su clímax, resulta confusa por un momento, aún cuando termina siendo un momento clave para la propuesta global y, sin duda, la escena de mayor vulnerabilidad y fractura, capaz de mover fibras sensibles entre la audiencia.

“Yo le tenía mucho miedo al diablo que traía dentro.”

Al inicio de la obra, María revela un perturbador pasaje en su vida. Mientras lo hace, vestida en camisa blanca y pantalón negro, zapatea en el piso con precisión y lentitud, coreografía que visual y auditivamente crea una atmósfera mística. Al mencionar su llegada a Jalisco, se escuchan las campanadas de una iglesia, leitmotiv que seguirá al personaje en cada una de sus diferentes interpretaciones. La propuesta de dirección de “Rosaura Desciende”, acreditada a la compañía teatral ÁBSIDE, conjunta elementos escénicos de manera adecuada tanto para fortalecer la dramaturgia, como para apoyar el trabajo actoral. De tal manera, la iluminación a cargo de Isaac Weisselberg juega acertadamente con oscuros, el vestuario diseñado por Brisa Alonso transporta al espectador a los diferentes espacios que habita el personaje, así como las personas que está encarnando, ya sea una anciana indígena o una dama española portando una gran peineta en forma de abanico.




“Todo en este mundo está repleto de eros.”

Como la madre de María, el personaje baila lambada, toca el ukulele y pareciera desbordar vida; al ser la abuela cocodrilo, el peso de los años la encorvan, le dan gravedad a sus palabras, no por ello pierde la oportunidad de arrancar carcajadas con sus ingeniosas anécdotas; al despojarse de muchas capas y liberar el eros que tanto la ha marcado en su vida, María blande con precisión un látigo y deja salir a la erótica mujer que la sociedad tanto mal mira; al buscar desesperadamente a alguien vital en su vida entre las butacas, lágrimas de angustia y felicidad se derraman con total libertad. La actuación de María Balam en “Rosaura Desciende” proviene claramente desde un lugar de fractura, de la entraña misma y de su alma, hecho que logra potencializar la dramaturgia a lugares mucho más contundentes. Ya sea manipulando un látigo para convertirlo en un elemento fálico, siendo una figura virginal, o mirando directamente al público para preguntar por las heridas que cada quien carga en su vida, Balam se entrega de lleno a su tan personal proyecto escénico, hecho que se recompensa con una senda ovación al final de la puesta en escena.

“¿Cuántos años puede esperar un secreto antes de salir a la luz?”

Días antes de tener la oportunidad de aplaudir “Rosaura Desciende” estuve viendo en televisión la serie Contra las Cuerdas en Netflix, donde María Balam tiene un papel coprotagónico como una vendedora de vestidos de novia convertida en luchadora.  Ver sobre el escenario a una niña sirena con muchísimas ganas de hacer pipí, o a una virgen de gran altura convertida de dominatriz, luego de que me hiciera reír tanto en la pantalla chica es testamento de la capacidad transformativa que brinda la actuación, del rango que puede tener un histrión cuando se trata de crear un personaje. Ya sea realizando una maniobra sobre el ring para vencer a una contrincante, o revelando su alma con lágrimas corriendo por sus mejillas, Balam demuestra que su quehacer como artista es un camino que apenas empieza, uno en que crecerá con absoluta libertad.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: Rosaura Desciende

DRAMATURGIA Y ACTÚA: María Balam

DIRECCIÓN: ÁBSIDE

DÓNDE: Teatro La Capilla

DIRECCIÓN: Madrid 7, Del Carmen Coyoacán.

CUÁNDO: Lunes 20:00 horas. Hasta el 27 de marzo 2023.

COSTO: $300 entrada general. Boletos en taquilla y en Rosaura, desciende – Boletópolis (boletopolis.com)

DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.

Proyecto realizado con apoyo del sistema de apoyos a la creación y proyectos culturales.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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