¿QUIÉN TEME A VIRGINIA WOOLF?
Para quienes desean ovacionar de pie un contundente montaje de la obra maestra de Edward Albee.
¿QUIÉN TEME A VIRGINIA WOOLF?
“Vamos a jugar hasta la muerte.”
El reloj podrá marcar que la madrugada se acerca, pero la verdadera fiesta apenas está a punto de comenzar. Dos matrimonios, uno añejo y agotado, el otro joven y lleno de ambición, ambos con agendas ocultas y las garras más que afiladas se han juntado esta noche para beber cuantiosamente y quizás jugar un par de juegos perversos. Las etiquetas se pelan, los secretos se revelan y un inesperado telegrama acabará por completo con una ilusión que durante demasiado tiempo se confundió con la verdad. Bienvenidos, la velada será larga y la sangre correrá libremente con sabor a Brandy y derrota.
“Estoy buscando nuevas formas de combatirte.”
El teatro realista estadounidense de mitad del siglo XX trajo como resultado cuatro de las obras más complejas y fascinantes en la historia del teatro norteamericano, todas ellas verdaderos estudios sobre la psicología humana, y emblemáticas del género teatral que ahora se conoce como pieza. “El Largo Día Hacia la Noche” de Eugene O’Neill, “La Muerte de un Viajante” de Arthur Miller, “Un Tranvía Llamado Deseo” de Tennessee Williams y, por supuesto, “¿Quién Teme a Virginia Woolf?” de Edward Albee. Esta última, escrita en 1962, ganadora de los premios Tony y Pulitzer, e inmortalizada en el cine por Elizabeth Taylor y Richard Burton, se adentra en la más fétida de las podredumbres humanas para revelar como la ambición, la frustración, el deseo y la más llana infelicidad son capaces de destruir a cuatro respetables miembros de una comunidad universitaria. Aunque en apariencia parecieran tener todo bajo control, debajo de sus muy cuidadas fachadas esconden mecanismos de defensa retorcidos con los que intentan lidiar con sus lamentables realidades.
“Si existieras me divorciaría de ti.”
Martha y George llevan 26 años de casados. Ella, la hija del rector de la universidad, él empantanado en el departamento de Historia. Tras una previa reunión Martha invita a Nick y Honey, el nuevo profesor de Biología y su esposa, a que sigan la velada en su casa. Esta fiesta que sucede pasada la medianoche y es acompañada de enormes cantidades de alcohol poco a poco pasará de ser una civilizada tertulia a un verdadero campo de batalla donde nadie saldrá bien librado. La hipocresía social y la muy delgada línea entre la realidad y la ilusión son algunos de los muchos temas que explora el dramaturgo estadounidense Edward Albee en su obra cumbre “¿Quién Teme a Virginia Woolf?”. La lectura más básica y superficial de esta magistral pieza dramática se limita a ver como una reunión entre dos matrimonios se va descomponiendo a medida que todos los involucrados se emborrachan sin control, dejando a la luz sus vidas privadas y sus más íntimos secretos. Sin embargo, Albee va muchísimo más allá de una vulgar exposición de caracteres para mostrar hasta qué grado una pareja se puede odiar y amar al mismo tiempo, violentar incluso, destruyendo todo y a todos los que se encuentra a su alrededor, en un mundo que deja de regirse por la realidad y depende más de la fantasía, de los juegos que se puedan inventar para subsistir, aunque sea hasta el siguiente día. Martha y George representan lo peor no sólo como matrimonio, sino como personas, mientras que Nick y Honey son las no tan inocentes víctimas que muestran que nada, de verdad nada, es lo que parece ser una vez que se quitan de encima las bellas imágenes públicas.
“Verdad o ilusión: no sabes la verdad.”
El escenario se ha convertido, en toda su amplitud y aprovechando hasta las escaleras que corren hacia arriba y abajo del lugar, en la casa de George y Martha en los sesentas. Un tocadiscos en un extremo, vasos, botellas y ceniceros rebosantes de colillas por todo el lugar y en el centro, tomando primer plano, un carrito de servicio repleto de botellas de todo tipo de licores. El espacio perfecto para que la carnicería se lleve a cabo. Apoyados por la precisa traducción de Víctor Weinstock, los cuatro actores que conforman el elenco de “¿Quién Teme a Virginia Woolf?”, Laura Almela, Ana Clara Castañón K., Pedro de Tavira y Daniel Giménez Cacho, asumen una dirección conjunta que se enfoca por completo en la actoralidad, en respetar el realismo establecido por el mismo Albee, en lo humano y no en el artífice escénico. De tal manera, una botella que se estrella hacia el vacío de las escaleras, un derrumbe emocional ante la peor de las noticias, un deseo motivado más por la ambición que por la lujuria o el bailar de manera ridícula producto de la embriaguez son actos que se desarrollan dentro del más absoluto ámbito del realismo. El resultado es potente, lleno de sutilezas en la construcción de los personajes, capaz de acentuar ciertos rasgos raramente vistos en otros montajes de la obra como la violencia de la que es capaz Nick sobre su esposa, arriesgado en contar la historia desde un lugar de absoluta verdad y fractura.
“¿Ya te estás enojando cariñito?”
Cansado de ser humillado, George decide gastar una broma de mal gusto a su esposa Martha con un arma. En su cara primero se percibe fastidio al marco de la puerta, pero al lanzarse contra su mujer, un verdadero deseo asesino descompone toda su cara. Tratando de contener sus emociones, Nick se dirige a Honey con veneno en la lengua y un poco de más fuerza de la necesaria en las manos, mientras le susurra al oído que se calme. Descontrolada por completo al escuchar su propia historia en boca de otro, Honey se cae al suelo, un harapo incontrolable de furia, dolor y borrachera. Martha, cansada de todo lo acontecido en la noche le pide a su marido que ya termine la fiesta. Su rabia regresa con fervor al ser provocada, sólo para ser diezmada en un harapo cuando la partida no va en su favor. El nivel de actuación que ofrecen Laura Almela, Ana Clara Castañón K., Pedro de Tavira y Daniel Giménez Cacho en “¿Quién Teme a Virginia Woolf?” se puede describir como una verdadera master class en realismo, cada uno de ellos dando cátedra en como asumir un rol de manera comprometida y llevarlo hasta sus últimas consecuencias. Esta puesta en escena de la obra maestra de Albee es sin la menor duda un tour de force gracias a la estupenda calidad que exhiben cada uno de los involucrados sobre el escenario.
“Tú no te puedes reconciliar con nada porque tú no eres nada.”
Desde la primera vez que leí “¿Quién Teme a Virginia Woolf?” quedé absolutamente prendado y obsesionado. Desde entonces, al menos una vez al año vuelvo a leer la obra y veo la película a menos que tenga la oportunidad de ver una nueva puesta en escena como la que se realizó recientemente en el London Theatre Live con Imelda Stanton. Es tal mi fanatismo que tengo en mi reproductor de música la grabación que se hizo del montaje original con Uta Hagen en el papel de Martha, y la música que escucho comúnmente para concentrarme y poder escribir es la que compuso Alex North para la versión cinematográfica. Gracias Laura, Ana, Pedro y Daniel por regalarme lo que para mí, hasta el momento, es la versión definitiva de la obra. Mis respetos y agradecimiento. Hoy no le temo a Virginia Woolf, la admiro más que nunca.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “¿Quién Teme a Virginia Woolf?”
DRAMATURGIA: Edward Albee
DIRECCIÓN Y ACTÚAN: Laura Almela, Ana Clara Castañón, Pedro de Tavira y Daniel Giménez Cacho.
DÓNDE: Teatro El Milagro
DIRECCIÓN: Milán 24, Colonia Juárez.
CUÁNDO: Miércoles, Jueves y Viernes 20:30, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 horas. Hasta el 5 de Mayo.
COSTO: $250. Boletos disponibles en taquilla y en www.boletopolis.com Aplican descuentos.
DURACIÓN: 190 minutos con un intermedio de 10 minutos.
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.
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