Para quienes desean adentrarse a un mundo donde la pérdida, la locura y el amor funcionan con precisión matemática.

PRUEBA PERFECTA

“Mi consejo es que trabajes en algo de matemáticas.”

Son años ya los que Carolina ha dedicado al cuidado de su padre enfermo, un matemático que revolucionó su campo de estudio a muy temprana edad. Largas noches en vela, el sacrificar sus propias ambiciones académicas, la soledad que enfrenta, son poca cosa frente al amor de una hija que habla el mismo idioma del tan afamado catedrático. Sin embargo, ahora, frente a un ambicioso escolar obsesionado con encontrar un tesoro oculto entre miles de cuadernos, y una hermana que pareciera enfrascada en ayudarla cortándole por completo las alas, Carolina no tendrá más remedio que entregar la llave de un cajón que permanecía cerrado en la oficina de su padre, y enfrentar las consecuencias de lo que ahí se ocultaba.

“Me cuesta trabajo que una mente tan brillante se haya apagado por completo.”

La delgada línea entre la locura y la genialidad, la ambición y el deseo, el amor y la asfixia, son temas explorados por el dramaturgo norteamericano David Auburn en “Prueba Perfecta”. La obra, ganadora del premio Tony a mejor obra en 2001, así como el prestigioso Pulitzer a dramaturgia, aborda el complejo mundo de las matemáticas desde una perspectiva profundamente humana. A partir de la fragilidad de una mujer que ha tenido que ser testigo de la decadencia del hombre que le dio la vida; del miedo de un joven ambicioso que se niega a creer que nunca llegará a nada en su área; desde la mirada de una hermana que sólo quiere lo mejor para su familia, aun cuando no tiene la menor idea de lo que ello significa, Auburn construye una compleja pieza dramática finamente hilvanada que sin duda atrapa por completo al espectador.

“Tú a mi edad ya eras reconocido.”

Una pequeña celebración de cumpleaños al inicio de la obra se revela como uno de los miedos más grandes que tiene Carolina: padecer el mismo mal que acabó con su padre. El encuentro afectivo entre ella y el obsesivo Pablo culmina en una revelación que obliga al espectador a reinterpretar la información que hasta ese momento conocía. En conjunción con la creación de una serie de personajes complejos y fascinantes, el trabajo de dramaturgia en “Prueba Perfecta” se intensifica gracias a toda una serie de giros de tuerca en la trama que van de lo impactante a lo desgarrador. De tal manera, la emoción de un padre a punto de alcanzar su cumbre investigadora se deforma en un violento exabrupto que destrozará el corazón de una hija. Es en estas múltiples revelaciones que los personajes se complejizan, se muestran como en realidad son, demuestra la genialidad de Auburn, misma que le valió ser multi galardonado por la industria teatral de Estados Unidos.

“A mí me da miedo ser como mi papá.”

La escenografía revela el patio trasero de una casa de dos pisos, en la cual destaca una ventana superior donde se perciben fórmulas matemáticas escritas. Una mesita de jardín, una banca de parque y un árbol completan la escena. Es en este espacio donde las disfunciones y secretos de una familia salen a la luz. La dirección de “Prueba Perfecta” está a cargo de Rodrigo Nava, quien traza el texto haciendo uso de dos terceras partes del espacio disponible, haciendo caso omiso del lado derecho del escenario donde se encuentra un árbol como mera decoración. Con un ritmo coherente a la narrativa, la propuesta incluye un trabajo de escenografía de Javier Ángeles, Iluminación de María Vergara y Musicalización de León Leiden. No obstante, dentro de un montaje que pareciera realista, resulta desconcertante descubrir a los actores leyendo de un cuaderno, supuestamente escrito por el papá, con hojas del libreto pegadas. Este tipo de eventos, entre otros, a momentos rompen con la convención teatral propuesta, provocando una salida de la ficción.

“No suena tan mal que alguien te cuide.”

El padre de Carolina, atrapado por un momento de frenesí ante un posible nuevo avance en sus investigaciones, le pide a su hija que lea su más reciente disertación. Carolina, dejándose lleva por la emoción, abre el cuaderno con verdadera alegría. En una fracción de segundos su gozo pasa a sorpresa, a una especie de terror, terminando en una profunda tristeza con dejos de enojo. Este rango emocional es parte del profundo y honesto trabajo actoral que realiza Arantza Ruiz en el papel protagónico de “Prueba Perfecta”, sin duda una de las cartas más solidas de todo el montaje. A su lado, Jesús Zavala encarna al joven matemático Pablo con oficio, enfocando su interpretación más en la fragilidad que en la desmedida ambición que lo domina. El elenco lo completan Sara Maldonado en el papel de la castrante hermana Claudia con buenos resultados, y Plutarco Haza, quien regresa a la obra tras 20 años cuando interpretó el papel de Pablo. El elenco alterna funciones con Germán Bracco, Estefanía Hinojosa y Bárbara López.

“Hasta tu depresión es matemática.”

Tuve la fortuna de aplaudir La Prueba en 2003. En ese entonces Patricio Castillo, Ludwika y Dominika Paleta, y Plutarco Haza entregaron una potente puesta en escena que provocaba ovaciones de pie. La historia de amor, pérdida, locura y ambición que a inicios del nuevo milenio le ganó a David Auburn los más grandes reconocimientos sigue siendo tan vigente hoy como en ese entonces. No obstante, tras una pandemia como la que hemos vivido, quizás el público pueda conectar aun más con las emociones tan poderosas que viven estos personajes, sentimientos que superan la más perfecta de las ecuaciones matemáticas.

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: «Prueba Perfecta»

DRAMATURGIA: David Auburn

DIRECCIÓN: Rodrigo Nava

ACTÚAN: Plutarco Haza, Germán Bracco, Estefania Hinojosa, Bárbara López, Arantza Ruiz, Sara Maldonado y Jesús Zavala.

DÓNDE: Foro Shakespeare

DIRECCIÓN: Zamora 9, Colonia Condesa.

CUÁNDO: Viernes 20:00, Sábado 18:00 y 20:00, Domingo 18:00 horas.

COSTO: $550. Boletos en taquilla y Boletos | Prueba Perfecta | SHKSPR & CÍA (shakespeareycia.com)

DURACIÓN: 90 minutos sin intermedio.