Pasaje Maíz: Un ‘pasaje’ a la contemplación en medio del caos urbano
Mauro Marines
Una mujer de maíz, monumental y ligera; una parvada de aves de carrizo y un armadillo construido con los mismos materiales congregan a la población en medio del diario trajín. Entre bares, restaurantes y el tráfico, humanos y títeres pondrán pausa al frenesí urbano y darán un espacio a la contemplación.
En la plaza del malecón de La Paz se presentó Pasaje Maíz, de la compañía tapatía Armadilla Animal, en el marco de la 44 Muestra Nacional de Teatro, con una intervención de la calle con títeres de gran formato. Si bien desde la carpeta del proyecto inscrito a la MNT plantean objetivos más amplios, reconocen que su principal búsqueda es generar un espacio contemplativo. Los personajes de MUMA, la Mujer Maíz, un grupo de aves para que sea controlados por el público y ARTI Armadilla —nombres que no se enuncian durante la experiencia— llegan uno tras otro. La animación de la mujer es precedida por una coreografía que alude a su armado con carrizos, hojas de maíz y papel amate, reforzado con piezas de metal. Su caminar es lento y flotante, aunque las dimensiones mantienen la espectacularidad del momento.
Si bien los títeres están hechos con materiales ligeros, animarlos con sostenida fluidez y naturalidad en el movimiento de cada uno de los personajes requiere de fuerza, control individual y coordinación entre los performers. Esto se aprecia en ARTI, armónica y carismática, quien se zarandea mientras busca un hogar entre la deforestación. Las aves son títeres de varilla manipulados por miembros del público, principalmente niños, que siguen a una performer cual parvada. La transparencia de las estructuras revela los movimientos de los titiriteros, en el caso de ARTI se funden entre sí; no obstante con MUMA distraen de las acciones de la mujer.
La “desnudez” del montaje se puede apreciar en otros aspectos. Así como las estructuras dejan ver a quienes controlan los títeres, también los ensamblan frente a los asistentes, mientras se colocan los arneses y correas necesarios para operarlos. Los mecanismos quedan expuestos al público y al terminar se quedan en el espacio por si alguien desea acercarse a inspeccionarlos.
Pasaje Maíz propone un reencuentro con la naturaleza a través de sus materiales y una intervención sobre la urbe de asfalto que la ha desplazado. La tarde del domingo 10 de noviembre en el malecón, el bullicio y la estridencia de la concurrida zona turística sepultaron los matices de la propuesta. Y aunque el montaje traía su propia música —en unas bocinas con muy bajo volumen que portaban los intérpretes— la de los los carros que pasaban y los bares cercanos modificaron el significado de algunas escenas, que pasaron de bailar una pieza propuesta por la compañía, a la estruendosa mezcla de ritmos de moda.
En su artículo “La teatralidad de lo público”, el investigador Óscar Cornago plantea pensar al público no como una presencia externa, sino como un lugar vivo del que forma parte uno mismo y que está por hacerse, difumina la distancia entre unos y otros para convertirnos en parte de un mismo acontecimiento. Me pregunto si Armadilla Animal no va contra el objetivo que persigue, al proponer una intervención del espacio público ejecutada sin tomar en cuenta los estímulos que encontrará a su paso. La propuesta elude la responsabilidad de una audiencia cautiva, inmersa en estímulos aleatorios que exponen al conjunto diseñado a disolverse en el paisaje y perder significado.
En su crítica de la obra Mensajeros, Fernando Martín Velazco se pregunta las implicaciones de intervenir el espacio público, un cuestionamiento que se extiende a Pasaje Maíz, pues aunque el proyecto plantea ideas sobre la vida y el medio ambiente —presentes simbólicamente— no se ocupa más que de lanzar estímulos muy sutiles que compiten con la fuerza imponente del mar y el atardecer que acompañaron la función. ¿Cómo ser más que un instante fugaz en la memoria o una fotografía en la galería del celular?asdasd
Pasaje Maíz
Autoría: Ixel Orozco y Cynthia Bordes
Dirección: Cynthia Bordes, Kärlek Ramos e Ixel Orozco
Compañía: Armadilla Animal
Elenco: Kärlek Ramos, Alejandro Morán, Cynthia Bordes, Karyna Valle, Gil Casas y Lourdes Manzanilla
Producción General: Ixel Orozco
Diseño y Realización de Títeres: Ixel Orozco, Américo García, Cynthia Bordes y hnos. Núñes Melendres
Colaboradores: Grisel Gómez Murueuta, Guillermo Ruvalcava y Familia Martínez Arteaga y Miriam Barba
Asistencia de Producción: Gil Casas y Nellsy A.
Composición y Diseño Sonoro: Horacio Cicero, Oswaldo González, Gil Casas y Jorge González “El Cuervo”
Violin y Viola: Iván Pérez Nuñez
Voz: Mariana Martínez
Intervención en vivo de cotidiáfonos: Gil Casa
Vestuario: Alejandro Morán, Cynthia Bordes e Iliana Sánchez
Investigación temática: Ericka S. Blanco IIA UNAM
Asesoría Física: Valeria Michelle
Diseño gráfico: Karyna Valle y Américo García
Fotografía: Karla de León
Video y edición: Judith Sánchez, Octavio A. Rodríguez, Ignacio Strozzi.y Ricardo Gómez Arismendi
Redes sociales: Gabriel Gómez y Kärlek Ramos