Para quienes quieren reír, junto a Sylvia Pasquel, de lo nada gracioso que es el matrimonio.
NO SERÉ FELIZ, PERO TENGO MARIDO
Por Juan Carlos Araujo
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (@RiAlCastillo)
“Ay mijita, el matrimonio se hizo para sufrir.”
Todos se lo advirtieron, especialmente su abuela, pero ahí fue de necia a casarse. Desde que lo conoció ella sabía que no era ni el mejor partido ni la mejor idea, pero con un niño ya cocinándose en el horno, fecundado en la parte trasera de un vocho, pues… que se le iba a hacer. Desde entonces, veinticinco años han pasado. Se dicen fácil, pero no lo han sido en lo más mínimo. Su falta de interés en ella y el exceso de atención por la tele, el fútbol y su nueva camioneta son prueba absoluta de tantas y tantas cosas que ha tenido que aguantar. Ahora, en este su aniversario de dos décadas y media, ella esperaría que por lo menos se acuerde de que existe. Lo que Viviana no sabe es que él está a punto de hacerle el más grande regalo de todos, el más valioso y preciado, aunque ella no lo quiera.
“Nunca he pensado en divorciarme de mi marido. Matarlo, sí, pero nunca divorciarme.”
Basándose en el muy divertido libro de autoayuda de Viviana Gómez Thorpe sobre todas las “delicias” de la vida conyugal, Manuel González Gil adapta para la escena “No Seré Feliz, Pero Tengo Marido” en un muy simpático y ligero monólogo que consigue provocar muchas risas y varias carcajadas, sobre todo en cada una de las mujeres casadas asistentes, que no paran de proyectarse con las situaciones que se plantean en escena, en una obra que no pretende más allá de que el público se divierta mucho a partir de todas las verdades que constantemente tienen que vivir las amas de casa, atrapadas en un matrimonio que hace mucho tiempo dejó de hacerlas felices. Una buena actualización al texto, que cuenta con referencias a series televisivas de antaño como “Bonanza” y “El Súper Agente 86”, serviría de mucho para poder conectar con las generaciones más jóvenes, pero es un detalle menor en una dramaturgia con bastante chispa.
“Mi boda habría sido perfecta de no haber sido la mía.”
La muy agridulce historia de Viviana y su nada atractivo, atento o romántico esposo Jorge, cae en manos de la directora Claudia Ríos, quien vuelve a hacer mancuerna con el productor Rubén Lara tras haber dirigido los montajes de “Cuatro XXXX” y “Tengamos el Sexo en Paz” (críticas en entretenia.com). Posiblemente el elemento más interesante del que hace uso Ríos para poder hablar de una relación entre dos personas, dentro de un monólogo, es un muñeco de tamaño real que representará a este marido carente de cualquier afecto por su esposa. Este recurso, junto con voces en off tanto de Jorge como de los papás de Vivi, ayuda a imprimir un mejor ritmo y dinamismo al montaje. Adicionalmente, el diseño de vestuario resulta simpático e imaginativo, sobre todo con un vestido de novia que incluye copete ochentero, y la omnipresencia del estampado del papel tapiz en cada pieza de ropa que se usa.
“Cuando tu marido te regala flores sin razón, es porque hay una muy buena razón.”
Sin duda toda la visión detrás de la dirección en “No Seré Feliz, Pero Tengo Marido ”se encuentra al servicio del lucimiento de la primera actriz a cargo de darle vida al personaje principal, Sylvia Pasquel. Con años y años de tablas sobre el escenario, Pasquel realmente no necesita más que plantarse en proscenio para que todo el público se entregue a ella por completo, contagiados por su simpatía, encanto y chispa. Sin embargo, asumiendo el papel de Vivi, Sylvia se deja llevar por todas las vicisitudes que tiene que sufrir esta abnegada esposa y madre, provocando no sólo la risa, sino invitando a la participación directa de los asistentes, abriendo debates, discusiones e incluso porras mundialistas con tal de que todos se la pasen de maravilla. Ver a toda una señora del teatro hacer referencias a la Rosa de Guadalupe, simular una relación sexual dentro de un auto compacto o pidiendo a un teatro lleno que grite la pregunta básica de toda mujer antes de una fiesta, es verdaderamente delicioso.
“Para llegar al corazón de un hombre, hay que llegar con un cuchillo por la espalda.”
“No Seré Feliz, Pero Tengo Marido” no pretende cambiar al mundo, ni llevar a nuestra alma a nuevos niveles de enaltecimiento. Es una obra ligera con un fuerte mensaje de auto-valoración, recordándonos que nunca es tarde para retomar y cumplir nuestros sueños, a través de una buena velada llena de buenos chistes y carcajadas. Vivi descubre que aún con veinticinco años de matrimonio encima, nunca es tarde para comenzar una nueva vida y convertirse en editora de una revista. Yo a los 39, después de un matrimonio absolutamente desastroso, decidí comenzar Entretenia y hoy soy un hombre que puede decir que está en vías de ver su sueño cumplido. Lo que nos presenta la gran Sylvia Pasquel es verdad, tiene toda la razón, escúchenla… los sueños existen y se pueden volver realidad.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “No Seré Feliz, Pero Tengo Marido”
DRAMATURGIA: Adaptación de Manuel González Gil al libro de Viviana Gómez Thorpe
DIRECCIÓN: Claudia Ríos
ACTÚAN: Sylvia Pasquel
DÓNDE: Teatro 11 de Julio
DIRECCIÓN: Dr. Vértiz 668, Colonia Narvarte.
CUÁNDO: Sábado 18:00 y 20:00, Domingo 18:00
COSTO: $400 y $300. Boletos en taquilla y ticketmaster.
DURACIÓN: 80 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking. Terminando la función pueden ir a cenar al restaurante Tokyo Rose, que se encuentra casi a lado del teatro. Con su programa de mano reciben un 25% de descuento.