MICROTEATRO: POR ELLAS PARTE 2
Para quienes entienden que para hablar de ellas, nunca habrán suficientes obras de teatro.
MICROTEATRO: POR ELLAS
MICRORESEÑAS PARTE 2
Por Juan Carlos Araujo
SALA 8: Y DE PRONTO ME MANDA UN WHATS
“No vaya a enredarse con alguien de la oficina.”Uno de los placeres y privilegios de ser el patrón o uno de los socios de la empresa, es el de básicamente poder hacer lo que a uno se le pega la gana. Poderse escapar de la oficina al depa de la compañía para ver el fut, echarse unas cervezas y hablar de viejas, sencillamente no tiene precio. Afortunado aquel Godínez que tiene el privilegio de ser invitado a formar parte de tan maravilloso ritual lleno de testosterona, porque no cualquiera ¿eh? No cualquiera. Claro que si ese Godínez se pone atento, sonríe y se limita a escuchar todo lo que estos neandertales adinerados tienen que decir, se enterará de mucho más de lo que él creía. Favor de poner sus teléfonos en silencio o en modo vibratorio, los mensajes que están a punto de recibir acabarán con todos.
“Eres una :poop:”En una temporada dedicada a las mujeres, resulta refrescante encontrar una comedia que toca el tema a partir del punto de vista de los hombres, específicamente, dos típicos patrones, mirreyes, machos, oficinistas y un pusilánime gutierritos, hijo de mami, que ni siquiera acaba de entender cómo es que terminó con esos dos. La mancuerna que hace Enrique Galván en la dramaturgia con Juan Ríos en la dirección resulta entretenida en un principio, muy divertida a medida que las situaciones se van saliendo de control, hasta volverse hilarantes cuando los mensajes de texto comienzan a llegar. Una propuesta ligera, muy entretenida y bien actuada, dando una mención muy especial a Pablo Montemayor quien es entrañable como el contador, que garantiza una sonrisota al final de cada función, ya sea porque se proyectaron los hombres o porque las mujeres saben perfectamente que así son ellos.
SALA 9: J’ADORE
“Bon Jour, mon amour.”Después de tanto tiempo imaginando este tan preciado y mágico momento, tras noches enteras fantaseando con el olor de su piel y años de soñar con tenerlo junto a ella para siempre… él está aquí. No más noches de soledad, el frío desaparecerá en sus abrazos y en sus besos, su vida será perfecta ahora que el amor ha llegado a su existencia, para quedarse por toda la eternidad. Juntos bailarán y cantarán las bellas melodías de Edith Piaf, una y otra vez, aunque claro, para eso habría que soltarle las piernas y los brazos, y tal vez quitarle la mordaza de la boca. Tal vez haya que pensar mejor las cosas, pero como ya lo cantó el inmortal gorrión de Francia, ella no se arrepiente de nada, de absolutamente nada.
“¿Si te quito la mordaza, prometes no gritar?”El romanticismo, la obsesión y la psicopatía se conjuntan en la mente de la dramaturga Ana González Bello para escribir un thriller psicológico que explora los lados más oscuros y perversos de la mente humana, capaz de confundir el amor con la sangre. La dirección de Dann Padilla, junto con un muy preciso trabajo de producción e iluminación a partir de un candelabro en pedazos, se encargan de elevar las palabras de González Bello a verdadera teatralidad, imprimiendo un sentido del ritmo muy preciso al horror del que son testigos los asistentes. Sin embargo, el verdadero brillo de “J’ Adore” proviene de los cuatro actores (alternando funciones), quienes se dejan llevar por completo por la desquiciante situación a la que son sometidos. Destaco en especial la labor de Aldo Escalante quien verdaderamente nos contagia su pánico y rabia ante cada estímulo al que es víctima con tan sólo su mirada, así como el de Gina Martí quien logra congelar la sangre de cada uno de los asistentes cada vez que entona la hermosísima canción de Piaf, “Non, Je Ne Regrette Rien”. Sin duda, una de las opciones más fuertes de esta temporada.
SALA 10: TRES VESTIDAS
Para poder ser una de las elegidas el maquillaje debe de estar impecable, la peluca exactamente en su lugar, la coreografía en punta, la voz entrenada y la canción seleccionada perfectamente ensayada. A fin de cuentas, no cualquier puede simplemente un día decidir ser actriz, plantarse un vestido y unos tacones y dirigirse con decisión a las audiciones, ¿o sí? Él siempre ha tenido un sueño y hoy es el día en que tomará el primer paso para hacerlo realidad. ¡Nada lo detendrá! El vestido de su esposa le queda un poco corto, el rímel está un poco corrido y la peluca un tanto chueca pero eso no importa, la inspiración que le transmite Priscilla, la Reina del Desierto, y la intoxicante música de ABBA lo llevarán a ser gloriosa. Claro, si las dos vestidas que tiene a su lado no se encargan de tumbarle el numerito.
“No es una historia de jotitas, ¿eh?”Aclaremos que el nombre de esta temporada es “Por Ellas”, no “Por Mujeres”, por lo que resulta perfectamente entendible que tenga cabida una historia de travestismo y sueños de fama, o para ser más exactos una comedia ligera cargada de joterías. La dramaturgia de Samuel Sosa y Gabriela Guraieb parte de una premisa sensacional: una audición para alguna obra de teatro musical donde tres vestidas, dos de ellas experimentadas y una de ellas recién estrenada en las artes de usar tacones, se encuentran para compartir sus anhelos y afilar las uñas. Sin embargo, ya como realización escénica, es de vital importancia ser mucho más contundente en los objetivos del montaje y dar un fuerte ajuste al ritmo del mismo para que resulte verdaderamente efectivo. Una vez dicho esto, ver a Mario Alberto Monroy, un hombre que carece de absoluta delicadeza y femineidad, montado en unos tacones que le quedan grandes y tratando de lucir bien en un vestido entallado fue suficiente para que me carcajeara, más aún viéndolo bailar, junto con Juan Carlos Medellín y Adrián Ladrón de Guevara, el clásico himno gay, “Mamma Mia”.
SALA 11: CONEXIÓN
“¿Quieres meterte a mi casa para conectarte a internet?”¡De todos los momentos posibles para que se fuera el internet en el departamento, este fue el peor! Justamente cuando esa belleza, una verdadera diosa, Afrodita de exquisitas proporciones, abrió el chat para platicar con él. La única solución que se le ocurre es ir a conectarse en el departamento del vecino, ese que parece que se la vive metido en el gimnasio todo el día. No es exactamente el panorama ideal, pero no hay de otra, va a tener que ir a tocar a esa puerta y pedir, rogar si es necesario, para que lo deje usar el internet lo antes posible. Podría esperar, pero es que esa carita de ángel, esos ojos coquetos, toda ella es lo que siempre ha deseado. En la batalla por encontrar el amor, el cerebro se enfrentará a la estética y sólo el más astuto saldrá vencedor.
“No estoy carita, pero tengo cerebro.”La interacción con el público siempre ha sido un factor presente dentro de MicroTeatro, constantemente desafiando las líneas entre lo permisible y lo inaudito. El dramaturgo José Ignacio Tofé tuvo una idea muy simpática al enfrentar a un nerd de la tecnología contra un galán de telenovela por conquistar a una bella mujer que ambos conocen por internet, pero es la muy atrevida y cómica dirección de Andrés Tena la que la lleva hasta sus últimas consecuencias al convertir a algún incauto de entre el público en el objeto de deseo de ambos caballeros. Ya sea por los movimientos seductores de Juan Colucho o por los muy poco atractivos labios levantados de José Fuchs acercándose peligrosamente a uno, resulta imposible detener las carcajadas, provocadas por el nerviosismo de la víctima elegida o por lo llanamente ridículo de toda la situación, que incluye un sublime homenaje a una de las escenas más emblemáticas de Star Wars.
SALA 12: ¿SIGUIENTE PACIENTE?
RECEPCIÓN/CONSULTORIO
“A ver, ¿quién llegó primero?”Un ginecólogo, una enfermera, dos pacientes, un esposo y todo un enjambre de secretos entre ellos. Cinco personas divididas en dos cuartos, con tan sólo una puerta de separación, encierran una vergonzosa gama de traiciones, mentiras, abandonos, engaños, y todo lo que puede llegar a convertir al ser humano en una criatura verdaderamente detestable. El calor del pueblo no es nada comparado al calor que hace en este lugar, producto de la lujuria y los deseos no contenidos en cada uno de ellos. ¿Quién se ha enredado con quién? ¿Quién en verdad está embarazada? ¿Qué hermanos han cruzado líneas que nunca deberían de rozarse? ¿De quién es el hijo que ha sido abandonado? ¿A qué se deben esos gemidos de placer que provienen del otro lado de la puerta? Lo siento, si quieren saber… tendrán que volver en otra ocasión.
“Revísame como revisas a tus otros pacientes.”El concepto de pueblo chico, infierno grande queda perfectamente plasmado en una de las propuestas más originales e irresistibles que he visto en toda la historia de MicroTeatro México. Aprovechando el gran espacio disponible afuera de la sala 12, Juan Carlos Vives escribe y dirige un verdadero rompecabezas teatral al crear un montaje dividido entre dos espacios separados, el consultorio de un ginecólogo y su sala de espera, consiguiendo dos obras ocurriendo al mismo tiempo, perfectamente concatenadas y sincronizadas, siendo que lo que pasa de un lado tenga repercusiones del otro. Al tener dos posibles pacientes a punto de tener consulta, aquel que decide visitar esta sala dividida se encuentra con cuatro posibles vertientes, dos en sala de espera y dos en consultorio. Créanme que la primera vez es entretenido el chisme, la segunda vez es un escándalo, pero cuando ya vieron las cuatro variaciones el resultado es sensacional en la cantidad de podredumbre humana que se llega a plasmar entre estos personajes. Si de por sí esto ya suena interesante, la presencia de fuertes actores como Pedro Mira (actualmente en “Litoral”), Guadalupe Damián (quien estelarizara “Negación”) y Bernardo Velasco (actualmente en “Jacinto y Nicolasa) validan todavía más la propuesta y la convierten en una imperdible de esta temporada y una muy fuerte candidata para “Por Clásicos”.
SALA 13: EL SIGUIENTE
“Discúlpeme, yo no sabía que usted sería el siguiente.”Todos, absolutamente todos terminan sobre esa fría plancha de metal, en sus manos, a su merced, listos para revelar sus últimos secretos. Años de profesión, de dedicación a tan macabra labor, han provocado que deje de notar caras, facciones o personalidades, resultando en un desfile de cuerpos anónimos a los cuales hay que abrir, diseccionar, o destazar, lo que se requiera en cada uno de ellos… hasta ahora. Sobre su lecho mortuorio se encuentra ella: fría, inerte, libre de toda luz en sus ojos y él no tendrá más remedio que tomar el filo de la cuchilla y aplicarlo a su ahora insensible testa. Pero antes, tendrán un último momento de comunión profunda, donde será él quien revele sus secretos a aquella que deseó y que ahora se encuentra muerta.
“¿Para qué le sirve el nombre a los muertos?”La propuesta más perturbadora de toda la selección de “Por Ellas” nos encierra en una morgue junto a un cadáver y el médico forense encargado de realizar su necropsia. Esto podría sonar a una simple premisa escrita para shockear o asustar de manera barata al público, pero en manos del dramaturgo Humberto Leyva el resultado es de gran fuerza dramática en un monólogo lleno de imágenes tanto poéticas como aterradoras que provocarán conmiseración y asco al mismo tiempo. Esto, por supuesto, es resultado de una apropiada dirección a cargo de Darío T. Pie y definitivamente gracias a la poderosa actuación que brinda Leonardo Mackey como este médico enamorado. La presencia de Valeria Antonella como la muerta en cuestión provoca un cierto nivel de incomodidad y nerviosismo en los asistentes, pero la interpretación de Mackey consigue que la temperatura del lugar se reduzca a cero al helarnos la sangre por lo que dice, nada más de recordar su diálogo sobre los nardos me produce piel de gallina, como por lo que hace, que provocó mis deseos de salir corriendo de la sala en repulsión total. Un producto sólido que utiliza toda una serie de herramientas creativas para lidiar con un tema por demás delicado y aterrador.
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