MEDIDA POR MEDIDA
Para quienes quieren ovacionar la corrupción e hipocresía moral en una “comedia” de Shakespeare.
MEDIDA POR MEDIDA
“No podemos hacer de la ley un espantapájaros.”
El gobierno de Viena ha emitido un decreto de cero tolerancia a la fornicación, ratificando la vigencia de la pena máxima como castigo a todo ciudadano que se involucre en actos lascivos y conductas inmorales que promuevan el acto sexual, total o parcialmente, sin la mediación de un contrato matrimonial o excepción por artículo mortis. Los gobernantes que rigen Viena, en ausencia del Duque, son unos ridículos hipócritas que manipulan la ley a su antojo, prohibiendo al ciudadano común lo que ellos tanto desean en la oscuridad, libres de toda máscara, alejados de la ceguera de la justicia.
“Aquí tienes mi decreto del que no debes desviarte.”
Políticos corruptos que manipulan la ley a su antojo, un condenado a muerte por el pecaminoso acto de preñar a su esposa antes de concluir todos los trámites matrimoniales, un padrote capaz de salirse con la suya gracias a su interminable verborrea, una casta novicia empecinada en salvar a su hermano de perder la cabeza, un maquiavélico Duque enmascarado como hombre de Dios para poner a prueba a aquellos a quienes dejo a cargo de su gobierno y un vividor con la boca demasiado suelta son algunos de los personajes que forman parte de “Medida por Medida”, un trabajo poco conocido de William Shakespeare que demuestra la atemporalidad y contemporaneidad de su dramaturgia al tocar temas que lamentablemente resultan demasiado vigentes en nuestra muy corrompida sociedad.
“Jamás una ramera logró agitar mi temple.”
Con una estructura propia de la comedia pero tocando temas de enorme gravedad como la corrupción, la misericordia, la falta de justicia y la ausencia de virtud en quienes gobiernan, “Medida por Medida” es considerada como una de las “obras problema de Shakespeare”, término acuñado en 1896 por el académico inglés Frederick S. Boas, al ser un trabajo dramatúrgico difícil de catalogar dentro de las muy limitantes definiciones de tragedia y comedia de la época. Este hecho queda en evidencia ante la habilidad con la que el bardo es capaz de arrancar risas en voz de personajes como el bufón Herculano, quien no para de alburear para salirse con la suya, o del siempre vituperante e imprudente Lucio, con la misma facilidad con la que conmmueve o provoca catarsis a causa de la situación en la que se encuentra la novicia Isabela a manos de un podrido y lujurioso delegado o por la dicotomía que provoca el Duque Vicentio, un antihéroe que, a pesar de ser encantador y carismático bajo el manto de un monje, en el fondo revela un alma que dista mucho de ser justa o generosa.
“La bondad está tan enferma que sólo podrá curarse muriendo.”
Dentro del proyecto denominado “Frente a Frente”, que también incluye la magnífica puesta en escena de “Ricardo III” (crítica en www.entretenia.com), el reconocido director Mauricio García Lozano aborda el montaje de “Medida por Medida” con gran imaginación, desbordante talento y, sobre todo, enorme teatralidad al conjuntar a un equipo que brilla por su inmensa capacidad. Una escenografía a cargo de Mario Marín del Río, iluminada por Ingrid SAC, presenta la ficticia Viena como una pasarela que puede hacer las veces de un tribunal donde se imparten muchas cosas menos justicia, de la cárcel de la ciudad o como algún congal de los años setentas donde una prostituta canta con música en vivo y un toque de decadencia “Tiburón a la Vista” en un despliegue de maximización del espacio escénico. A esto se une una labor de coreografía y movimientos escénicos por parte de Vivian Cruz que logran que la lujuria en un cabaret se transforme en un provocador baile feroz y visceral, la impartición de justicia sea una danza casi tribal donde una ramera es llevada a prisión entre gritos de desesperación o el engaño a un pérfido mentiroso sea un violento tango que revela la mentira y el deseo que se libera en la oscuridad. Estos elementos escénicos se ponen al servicio de la visión de García Lozano, quien deja en claro su profundo entendimiento de las palabras de Shakespeare, para crear una amalgama de estímulos teatrales que funcionan al unísono dentro del ritmo sostenido de una puesta que entiende cómo transitar entre tonos serios y ligeros, cómicos y dramáticos, en un viaje perfectamente digerible y disfrutable para el espectador casual, un verdadero manjar para aquellos más versados en el trabajo del más grande dramaturgo de todos los tiempos.
“Me pide que busque la redención con el demonio.”
Mientras que Hariff Ovalle se divierte enormemente, casi al punto del engolosinamiento, en su rol como el Duque Vicentio, con una interpretación tanto juguetona y amanerada como seria e implacable, Ilse Salas se deja llevar por completo y con toda honestidad por todo el rango de emociones que sufre la novicia Isabela yendo de la caridad y la benevolencia a la rabia y la desesperación descorazonada. Por un lado Constantino Morán respira acaloradamente al primer toque que recibe de la mujer que desea luego de haber condenado a un hombre a morir por exactamente los mismos sentimientos que alberga en secreto; por el otro Paula Watson suelta un alarido de indignación y terror al ser acarreada para pagar su condena. El elenco de “Medida por Medida” funciona, casi en su mayoría, con entrega y talento, con verdad escénica y desenfado, poniéndose en manos de García Lozano para que él pueda hacer y deshacer a favor de la puesta, muestra de ello es el desempeño que realizan Haydeé Boetto personificando a un proxeneta de género indefinido o a Carlos Aragón como una especie de pachuco que cava su propia tumba con enorme gracia. Constantemente se menciona que para montar a Shakespeare de manera correcta en nuestros días se requiere de un loco visionario con toques de genialidad que cuente con un elenco que lo siga. Este es el ejemplo perfecto de tal filosofía.
“Ajusta tu voluntad a mi apetito voraz.”
Una cartelera teatral que no incluya a Shakespeare siempre se encontrará inconclusa. Hoy día, en la Ciudad de México, tenemos la enorme fortuna de contar con tres estupendos montajes, cada uno de ellos con méritos que las convierten en imperdibles. “Mendoza”, adaptación de “Macbeth” que se presenta los viernes en el Foro la Gruta, así como “Ricardo III” y “Medida por Medida” dentro del proyecto “Frente a Frente” son opciones obligadas para todo aquel que ama el teatro, que busca entender el por qué la grandeza de Shakespeare no ha perdida la más mínima fuerza y, en el caso de las dos últimas obras mencionadas, la razón por la que Mauricio García Lozano es una de las voces más poderosas en la escena mexicana contemporánea.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Medida por Medida”
DRAMATURGIA: William Shakespeare
TRADUCCIÓN: Alfredo Michel Modenessi
DIRECCIÓN Y ADAPTACIÓN: Mauricio García Lozano
ACTÚAN: Harif Ovalle, Constantino Morán, Daniel Haddad, Leonardo Ortizgris, Carlos Aragón, Ricardo Esquerra, Pablo Chemor, Haydeé Boetto, Miguel Santa Rita, Ilse Salas, Paula Watson y Ximena Romo.
DÓNDE: Teatro Julio Castillo dentro del Centro Cultural del Bosque.
DIRECCIÓN: Paseo de la Reforma y Campo Marte S/N.
CUÁNDO: Jueves, Viernes y Sábado 19:00 y Domingo 18:00 hrs, revisar horarios de alternancia con “Ricardo III” en los mismos días.
COSTO: $150 entrada general. Boletos en taquilla y ticketmaster. Aplican descuentos.
DURACIÓN: 135 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: El Centro Cultural del Bosque cuenta con una extensa cartelera en sus diferentes teatros, les recomendamos revisarla. Cuentan con dos estacionamientos gratis al mostrar sus boletos para la obra.