MARÍA WOYZECK
Para quienes quieren ver tres lecturas diferentes en contra de la violencia a las mujeres.
MARÍA WOYZECK
¿Qué significa la palabra puta? En un principio era sencillamente la contracción de “prostituta”, pero con el paso del tiempo estas cuatro letras se han transformado, se han deformado o evolucionado, según se quiera percibir, en algo que abarca mucho más que la profesión de vender placeres sexuales a quien tenga la tarifa necesaria en la cartera. “Puta” ha cobrado dimensiones enormes dentro del inconsciente colectivo, siendo utilizada para llamar a una mujer que provoca con la mirada, que promete favores carnales con la longitud de su falda, que invita a todos los hombres a su alrededor a que utilicen su cuerpo como les plazca con su simple caminar. Dentro de este concepto… todas las mujeres son putas y pagarán las consecuencias.
Inspirado por la obra clásica del siglo XIX “Woyzeck” del dramaturgo alemán Georg Büchner, el escritor y director Luis López escribe “María Woyzeck”, un poderoso monólogo que le da voz al personaje femenino de la obra, Marie, para defenderse de todas las acusaciones a las que ha sido sometida, especialmente por su esposo Franz. Esta muy interesante premisa realmente sirve como una simple excusa para iniciar un apasionado discurso sobre la naturaleza femenina, su sexualidad y la violencia a la que tantas y tantas mujeres han sido víctimas durante tanto tiempo.
“Cualquiera es un potencial violador cuando la calle está muy oscura.”
El problema de la violencia a la mujer es un tema que ha sido tratado infinidad de veces en montajes tan diversos que van desde “Los Monólogos de la Vagina” producida por el gigante comercial Ocesa, hasta “Medea Material” dentro del programa Impacto Social del Foro Shakespeare. La gran diferencia entre las diferentes propuestas se establece en la manera en que el tema es presentado. “María Woyzeck” comienza con una premisa interesante y profunda sobre la naturaleza de la mujer para poco a poco ir soltando una ira y amargura contra los hombres que termina victimizandola y satanizando al sexo masculino en un acto francamente reductivo de un problema mucho más grande. Sin embargo, Luis López consigue tocar fibras muy delicadas y sensibles al tratar sobre el escenario el tema del amor o el rechazo que puede sentir una madre al producto que resulta de una violación. La franqueza y candor con que se expresa María sobre sus sentimientos encontrados hacia su propio hijo fueron poniéndome la piel de gallina, dándome el verdadero punto más alto de la obra.
El verdadero atractivo de “María Woyzeck” radica mucho más en la forma que en el fondo. Se han convocado a tres actrices de diferentes edades para realizar el mismo monólogo, con ligeras variantes, en distintos días y horarios para así poder dar lecturas diferentes a las mismas palabras. Inés de Tavira se encargará de interpretar a María la niña, Lorena del Castillo a la joven y Martha Cristiana interpretará a la versión adulta. Esta idea resulta deliciosa ante la oportunidad de experimentar la misma obra bajo tres ópticas totalmente distintas.
La función de “María Woyzeck” que tuve la fortuna de ver fue con Inés de Tavira y debo decir que la encontré sencillamente fascinante. A escasos cinco minutos de haber entrado a escena, Inés consigue ganarse al público con su encanto e inocencia de niña para poco a poco ir tomando matices de profunda oscuridad hasta liberar una cantidad de odio, rencor, resentimiento e ira que, estando yo en primera fila, me hicieron sentir ínfimo de tamaño y temeroso ante el poder de sus sentimientos. La manera en que Inés es capaz de manipular su mirada para proyectar dulzura u odio en un espacio de 45 minutos es algo digno de presenciarse y, por supuesto, de aplaudirse.
Soy un hombre que verdaderamente cree en la igualdad. Las mujeres y los hombres somos humanos ante todo y merecemos el mismo respeto, la misma dignidad. Nunca habrá una sola razón justificable para levantar la mano en agresión, no en contra de una mujer, sino en contra de nadie. Toda obra de teatro que abra caminos para el diálogo y disminución de este problema son merecedoras de atención. Con tres actrices de gran calidad, “María Woyzeck” busca formas distintas de trasmitir el mismo mensaje: Nunca será tolerable la violencia.
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