FOTOGRAFÍAS: RICARDO CASTILLO CUEVAS (@RiAlCastillo)
LICENCIADO HANSEL, INGENIERO GRETEL
Para quienes quieren ver la realidad laboral de los cuentos de hadas.
LICENCIADO HANSEL, INGENIERO GRETEL
Hace no tanto tiempo en un país tampoco muy lejano, dos hermanos recién salidos del cuento de hadas y de la universidad descubrieron que el mundo no estaba lleno de brujas malvadas ni de hadas madrinas, sino de patrones explotadores y de pocas oportunidades. Los caballeros galantes en blancos rocinantes y los malvados dragones se han quedado atrás y en su lugar queda la desesperación, el hambre y las ganas de salir adelante.
“Disculpen a mi hermano, está un poco estresadito.”Escrita por Álvaro Muñoz, quien comparte la dirección y el escenario con Beatriz Valdés, “Licenciado Hansel, Ingeniero Gretel” nos presenta una farsa que busca hacer una muy dura y ácida crítica al mercado laboral presente de nuestro país que permite que Licenciados en Historia terminen como albañiles o Ingenieros Programadores vendiendo perfumes o lavando ajeno. Tomando como base el mundo de los cuentos de hadas, la obra le da vida a una premisa que sencillamente resulta deliciosa en su sencillez y en su terrible realidad.
“Su abuela tiene una empresa de varitas.”
La Bella Durmiente, Caperucita Roja, Juanito, con todo y habichuelas, así como Cenicienta, son parte de un libreto que tiene mucho que dar en cuestiones de humor, sátira y crítica. Sin lugar a duda esta ópera prima merece grandes aplausos en cuestión de dramaturgia, sobre todo a la hora de ridiculizar lo imposible que puede ser la búsqueda de un trabajo digno y bien pagado en una economía deprimida. Personajes como un reclutador así como una directora de museo son sencillamente hilarantes. A momentos el humor raya un poco en la ingenuidad y cae en lugares comunes, chistes un tanto básicos sobre el mundo de los cuentos, sobre todo si consideramos que lo que estamos viendo es una farsa, que debe de llevar la comicidad hasta sus últimas consecuencias. Sin embargo, a nivel dramaturgia, me parece que la obra es un fuerte logro para el joven Muñoz.
“¡Me debió de haber comido esa pinche bruja!”
Las actuaciones de ambos, Beatriz Valdés y Álvaro Muñoz, son bien llevadas durante la mayor parte del tiempo de “Licenciado Hansel, Ingeniero Gretel”. Disfruté especialmente momentos como cuando Beatriz se queda dormida en la oficina o Álvaro trata de convencer a todos los asistentes de que no somos unos perdedores, los cuales me tenían botado de la risa, alcanzando un gran entendimiento de lo que es actuar una farsa.
“Estudiaste programación, ¿para vender perfumitos?”
Dirigir y actuar en una obra que uno mismo escribió es buscar ser juez y parte. Pocos son aquellos que logran balancear con toda honestidad y objetividad este malabarismo, y eso sólo se consigue con años de experiencia. He aquí donde entra mi único verdadero problema con lo que es un gran trabajo. “Licenciado Hansel, Ingeniero Gretel” empieza de forma deliciosa, comprometida y simplemente divertida. La crítica social está presente, bien aderezada con humor y balanceada con ingenio. Sin embargo, a medida que la obra continúa, el ritmo, eterno enemigo de los menos experimentados, cobra su factura. Sostener el ritmo de una obra de teatro es un arte que se debe de atender con los cuidados que se le administran a un recién nacido. En el caso de “Licenciado Hansel, Ingeniero Gretel”, el ritmo de la obra va cayendo lenta pero sostenidamente hasta que el final pierde un tanto su poder de impactar, pues logró cansar a los asistentes. Recomendaría una fuerte revisión a la dirección de la misma, pero con los ojos objetivos de alguien externo que pueda guiar lo que en verdad es un buen producto.
“Eso es lo que pasa cuando estudias una carrera que no aporta nada al Producto Interno Bruto.”
Soy Licenciado en Literatura Dramática y Teatro. Cuando me titulé uno de mis mayores pánicos era el que fuera a terminar trabajando en algo que no fuera mi área. Eso fue exactamente lo que me pasó. Es hasta ahora, a casi quince años de haber terminado la carrera que puedo decir, lleno de orgullo, que me dedico a algo relacionado con el teatro. Hay miles que nunca llegan a sentir esta satisfacción. “Licenciado Hansel, Ingeniero Gretel” es una farsa, casi sátira, de lo que tantos y tantos jóvenes, y no tan jóvenes, viven día a día. Un trabajo lleno de originalidad que logra plasmar una de las grandes preocupaciones de nuestro país. Hoy tengo tres trabajos diferentes para poder pagar la renta. ¿Cuántos no tienen ni uno? Que miedo.
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