LA SEÑORA KONG
Para quienes quieren deleitarse con el cinematográfico melodrama que es la vida de Panchita.
LA SEÑORA KONG
“¿Nos cuentas King Kong?”
¡Panchita Producciones presenta la dura vida de una viuda con tres hijos y su enamorado ebanista! La vida no ha sido, en lo más mínimo, como en las películas para Francisca. Entre trabajar todo el día en el internado donde le brindan un cuarto para vivir, y atender a sus tres muy demandantes críos, apenas si le queda dinero o energía para poder mantener a la familia, mucho menos para ir al cine. Sin embargo, la vida le tiene preparada un par de sorpresas con olor a madera y mar que le cambiarán la vida para siempre. Pensándolo bien, la vida sí es como en las películas, sólo que a veces la cinta que nos toca vivir es todo un melodrama, quizás hasta con final feliz.
“Mamá, ¿cómo acaba la película?”
La magia del cine y las vicisitudes de una mujer trabajadora tratando de proveer para su familia se entremezclan en “La Señora Kong” del dramaturgo y director Ignacio Escárcega. Ubicada en la Ciudad de México, específicamente en Santa María la Ribera en la década de los cuarenta, la dramaturgia captura tanto la esencia de la época y lugar, inspirando en la imaginación del espectador el sabor del barrio y de la década, así como el tono preciso en el que se creaban los grandes melodramas del cine de oro mexicano en el que la pobreza del personaje principal, en este caso la soñadora, pero desafortunada Francisca, es causa de enormes dramas y aun más grandes esperanzas.
“Me imagino entre los árboles brincando de liana en liana.”
El siempre insatisfecho y gruñón Esteban sueña con ser un torero, o al menos un torerito; el dulce y atrabancado Rafael detiene por completo su andar tras un suceso que altera por completo a toda la familia; la soñadora Lucía lee los subtítulos en el cine para los que no saben leer, aunque a veces le pone algo de su cosecha para hacer mejor la historia; el color que más odia Francisca es el negro, por el simple hecho de que acaba con su vista cuando trabaja con tela de ese tono en la máquina de coser. Contada desde la voz del narrador Martín, el carismático y enamoradizo pretendiente de Francisca, “La Señora Kong” se construye desde la imaginación que alimentan las películas, de los sueños por una vida mejor, desde el agridulce sabor que caracteriza a un buen melodrama. De tal manera, el que Panchita le cuente a sus hijos una película como King Kong, porque no tienen dinero para ir al cine se convierte en una encantadora dinámica familiar de la que todos participan para crear en la mente una gran historia. Otro ejemplo de ello es una simple cena en familia con el nuevo novio de mamá, acto revolucionario que puede detonar enormes ilusiones o desesperanzas dependiendo de lo que cada comensal traiga a la mesa. En la manera en que Escárcega ha construido a sus personajes, y desarrolla las interacciones entre ellos es que su dramaturgia no sólo resulta destacable por su claro entendimiento de tan difícil género, además resulta encantadora por la creación de una historia que atrapa a todo espectador por su equilibrio del drama exacerbado y la comedia fina.
“Este es un barco sólo para cuatro personas.”
El piso del escenario está decorado con posters y fotografías de películas B de los cuarenta. Al inicio de la obra, los tres hijos de Panchita tararean a manera coral el tema de la 20th Century Fox, mientras que la madre comienza una agotadora rutina que simboliza su muy dura faena diaria. Cuando les cuenta a sus hijos una película, Francisca resignifica objetos para crear magia, por lo que una cinta métrica es el borde de un árbol, o un carrete de hilo café representa al gran gorila de la pantalla grande. Mientras que la dramaturgia en “La Señora Kong” rescata la clásica construcción de un melodrama, la escenificación de Escárcega es un despliegue del buen uso de teatro de objetos para acentuar y fortalecer la narrativa. Ya sea usando una tela para simbolizar el mar o una larga mesa, utilizando una trompeta para crear una brisa marina o una armónica para simbolizar una locomotora en movimiento, o dejando una tela colgar desde un brazo para darle vida a un jefe de oficina, cada uno de los elementos que utiliza el director encienden la imaginación del espectador, haciéndolo cómplice de la puesta en escena al completar los símbolos a partir del imaginario personal.
“A mamá le desagrada ser viuda.”
Mamá se prepara para una cita con Martín. A falta de medias, se pinta una línea a lo largo de la pierna, el resto de su arreglo es frente a un espejo imaginario donde su reflejo lo realiza Esteban. Más adelante, en el juego de coquetería que los nuevos novios realizan, Francisca imita la forma primitiva en que Tarzán se comunicaba con Jane. En una escena distinta, la frustración de tener que usar ropa vieja y usada causa unos brincos descomunales en los hermanos, mismos que terminarán en ejemplificar los problemas de movilidad de uno de ellos. El elenco de “La Señora Kong”, conformado por Karen Alicia, Alfredo Monsiváis, César Alcázar, Nadia Cuevas y Enrique Aguilar se entrega de lleno tanto al género de la obra, como a las demandas físicas de la dirección. El resultado es una muestra de cómo se puede actuar el melodrama desde la verdad emocional, libre de toda pretensión exacerbada, al mismo tiempo que es una gala del buen uso de una coreografía escénica bien elaborada. Desde la sutileza con que dos pies se tocan al final de la obra, hasta la manera en que se jalan hilos de estambre, cada una de las articulaciones en escena por parte de sus histriones es acertada y solidifica la propuesta con éxito.
“Me vas a ganar en esto de contar historias.”
Luego de que mi papá muriera cuando yo tenía 12 años, mi madre tuvo que conseguir un trabajo como secretaria, mismo que tenía que malabarear con tener que cuidar a sus tres hijos, cada uno profundamente afectado por la cruda realidad de perderlo todo. ¿Cómo logró sacarnos a flote, ser exitosa en su trabajo y encontrar el amor en esa época? No lo sé y la admiro profundamente por ello. Goya es el nombre de mi Panchita, a quien le debo muchísimo más que la vida, pues mientras que desesperadamente trataba de pagar las deudas, siempre encontró la manera de llevarme a ver la última película de Star Wars. Te amo mamá.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: La Señora Kong
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Ignacio Escárcega
ELENCO: Karen Alicia, Alfredo Monsiváis, César Alcázar, Nadia Cuevas y Enrique Aguilar.
DÓNDE: Teatro El Milagro
DIRECCIÓN: Milán 24, Colonia Juárez.
CUÁNDO: Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 horas. Hasta el 26 de marzo 2023.
COSTO: $300. Boletos en taquilla y en Teatro El Milagro – Boletópolis (boletopolis.com)
DURACIÓN: 80 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.
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