Para quienes quieren acercarse al clásico de Tennessee Williams sobre la mendacidad.

LA GATA SOBRE EL TEJADO CALIENTE

“¿En qué estabas pensando cuando me mirabas de esa forma?”

Hoy es el cumpleaños número 65 de Papá Grande y es momento de celebrar como nunca pues este gran día viene cargado de buenas noticias, llenas de salud y de vida. Sin embargo, en un cuarto donde el calor que emana de una cama abandonada es tan caliente como el tejado de zinc sobre las cabezas de toda una familia acaudalada, las mentiras se han acumulado de tal manera que sólo una gata de uñas sumamente afiladas erá capaz de sobrevivir a un amor prohibido de pronunciar, al alcohol que ahoga el cerebro de quien ama y a la muerte que se cierne sobre la plantación más rica de la comarca.

“El olor a la mentira es asqueroso.”

“La Gata Sobre el Tejado Caliente”, ganadora del premio Pulitzer en 1955,  es una de las obras más importantes del reconocido dramaturgo estadounidense Tennessee Williams, quien públicamente reconoció que era su obra favorita por encima de la icónica “Un Tranvía Llamado Deseo”. Tratando temas recurrentes en la dramaturgia de Williams como la aversión por la muerte, la mentira, los deseos sexuales reprimidos y la ambición desmedida, y con la presencia de uno de los personajes femeninos más importantes del teatro del siglo XX, Maggie la Gata, esta obra maestra sobra la disfunción familiar es un viaje psico-emocional que deja sin aliento a quien se le enfrenta.

“Tú dime por qué bebes y yo mismo te sirvo el trago.”

Cada uno de los temas que Williams trata con maestría y destreza en “La Gata Sobre el Tejado Caliente” eran tabú en su época. Ya fuera hablando de algo tan simple como una enfermedad como el cáncer o la ambición de unos hijos por recibir una herencia, hasta abrir una conversación directa y franca sobre homosexualidad o la capacidad de una mujer de querer tomar el control de su propia sexualidad, el escritor toca temas que aun hoy en día la gente evita, llenándolos de, en palabras del personaje Brick, mendacidad. La adaptación en este montaje a cargo de Alfredo Michel, basándose en el guión utilizado para el estreno en Broadway, resta un tanto el velo de misterio que utilizaba Williams, dejando un tanto más en evidencia lo que con tanta elegancia se dejaba en claro sin tener que decir las palabras exactas.

“Si hay algo que no tengo es el encanto de los derrotados.”

El reconocido director Enrique Singer toma el mando de la puesta en escena de “La Gata Sobre el Tejado Caliente”, apoyado por la escenografía e iluminación de Philippe Armand. Lo que Singer busca es en apariencia un montaje casi tradicional de la obra, uno donde el realismo es el estilo predominante, a pesar de la presencia de un escenario inclinado y una pantalla que enmarca la escena sin realmente aportar algo a la propuesta. A pesar de un buen manejo del tono necesario y un ritmo sostenido a lo largo de las más de dos horas que dura el montaje, el resultado termina siendo un tanto aletargado ya que en ningún momento se logra transmitir al espectador el verdadero sentimiento de urgencia que existe en cada uno de los personajes por alcanzar sus metas, particularmente en el caso de Maggie, Papá Grande y el muy ambicioso Gooper junto con su esposa Mae.

“¿Cómo vas a hacer para tener un hijo con alguien que no te soporta?”

Claro que para poder alcanzar este sentimiento de urgencia en “La Gata Sobre el Tejado Caliente” es imperativo contar con verdad escénica en cada uno de los involucrados, donde haya una verdadera confrontación dentro de esta familia profundamente disfuncional basada en el equilibrio entre la contención y lo emocional, que se aleje por completo de las técnicas actorales que dependen más de la forma que del fondo, de la pretensión más que de la disrupción emocional. Una vez dicho esto, resulta importante destacar el estupendo trabajo que realiza Rafael Sánchez Navarro en el papel de Papá Grande quien se entrega de lleno al papel, proyectando tanto el poderío de un patriarca como la fragilidad de un hombre aterrado por su propia mortalidad. Sin duda Sánchez Navarro es la pieza clave sobre la que el montaje puede sustentarse para crecer al punto que un texto tan poderoso merece.

“El alcohol es una salida, la muerte es otra.”

Yo confieso ser un absoluto fanático de la obra completa de Tennessee Williams, habiendo incluso realizado diversos análisis a fondo incluso de las más oscuras adaptaciones que se han hecho de algunas de sus obras, incluyendo la ópera que se hizo de “Un Tranvía Llamado Deseo”. La historia de Maggie la Gata, uno de los personajes femeninos más icónicos de la dramaturgia del siglo XX, es fascinante, los deseos ahogados en alcohol de su esposo Brick perturbadores, cada uno de los personajes son memorables y es un privilegio poder verlos cobrar vida sobre los escenarios mexicanos. Estoy convencido de que este montaje crecerá con cada nueva función, en la medida en que se continúe explorando lo que hace a “La Gata Sobre un Tejado Caliente” un clásico de nuestros días, sobre todo respetando el poderío sexual de Maggie la Gata, una mujer que jamás, bajo ninguna circunstancia, se arrodillaría ante nadie.

Búscanos en Facebook e Instagram como Entretenia

[AFG_gallery id=’319′]

DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “La Gata Sobre el Tejado Caliente”

DRAMATURGIA: Tennessee Williams

ADAPTACIÓN: Alfredo Michel

DIRECCIÓN: Enrique Singer

ACTÚAN: Rafael Sánchez Navarro, Iliana Fox, Luis Roberto Guzmán, Verónica Terán, Carlos Corona, Amanda Schmelz y Pablo Bracho.

DÓNDE: Foro Cultural Chapultepec

DIRECCIÓN: Mariano Escobedo 665, Colonia Anzures. Enfrente del Hotel Camino Real.

CUÁNDO: Viernes 19:45 y 21:15, Sábado 18:15 y 20:45 y Domingo 17:00 y 19:30 hrs.

COSTO: $550, $450 y $350. Boletos en taquilla y ticketmaster. Aplican descuentos.

DURACIÓN: 140 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: Cuenta con estacionamiento.