INSTRUCCIONES PARA JUGAR DE MEMORIA
Para quienes quieren hacerles compañía a dos amigos atrapados en el laberinto de una mente.
INSTRUCCIONES PARA JUGAR DE MEMORIA
“A veces me gustaría ser un conductor de fórmula uno y perderme en la velocidad.”
Después de muchísimos años, la Formula 1 regresa a México. La velocidad de los autos, el poder de la tecnología y el riesgo que sus participantes corren al poner sus vidas en manos de una máquina hacen de este evento algo irresistible. Claro que, para poder ir, Blanco y Loco tendrían que escapar del bizarro encierro en que se encuentran. Atrapados entre llaveros de Acapulco, cubos Rubik, revistas de Playboy y la furia de Papá Pitufo, el vacío que ha dejado quien falta en este grupo de amigos es tan poderoso como el río que tenía que cruzar la orgullosa Mary.
“¿Qué clase de sueños se pueden recrear estando en este espacio?”
Transitando libremente entre lo onírico y lo absurdo, lo surreal y lo ridículo, entre lo gracioso y lo profundamente doloroso, la dramaturga Camila Villegas explora la amistad entre hombres y la preservación de los recuerdos en “Instrucciones para Jugar de Memoria”. Este profundamente inteligente y agridulce texto presenta a dos amigos de toda una vida que se necesitan y se repelen en un mundo en constante proceso de desaparición y cambio del que no pareciera no haber salida, claro eco de Vladimir y Estragón de Esperando a Godot de Samuel Beckett
“El desgaste es lo peor.”
Ya sea con una discusión sobre carreras de autos, revisando una lista de objetos que de inmediato remiten a los ochentas o proponiendo un baile desquiciado al ritmo de una icónica canción de Credence Clearwater Revival, el trabajo dramatúrgico de Villegas en “Instrucciones para Jugar de Memoria” es complejo por decir lo menos, desafiando al espectador a crear su propia interpretación de la narrativa que se está presentando. Sin embargo, es palpable la lógica absoluta contenida en el universo creado por la escritora que da coherencia y cohesión a su propuesta, provocando que las diferentes lecturas sean válidas, a pesar de que cada una de ellas sea igual de dolorosa.
“Interrumpir el curso de las cosas es terrible.”
Líneas que cruzan el escenario y que no deben ser pisadas, una banca como único elemento presente y dos espaldas que resultan tan interesantes como sus frentes. La dirección que David Jiménez Sánchez aporta a “Instrucciones Para Jugar de Memoria” es clara y precisa, sin muchos aspavientos que distraigan al espectador de la historia o del trabajo actoral y con un ritmo preciso que permite que la seriedad con que se discute la muerte de Ayrton Senna sea igual de eficaz en escena como una disertación sobre el peligro que representa Papá Pitufo o un baile creado para intentar escapar de la aburrición.
“¡Yo soy una persona, no un pitufo!”
La dupla que crean los actores Antón Araiza y Pedro Mira en “Instrucciones para Jugar de Memoria” es una clara demostración de que, cuando hay talento, se puede llevar toda una escena dándole la espalda al público y mantener la atención del mismo por completo. Haciendo las veces de un abogado, una decadente versión de Terminator o un filósofo oriental, Araiza saca a relucir su capacidad para asumir cualquier rol con absoluta verdad y realismo, sin importar cuan irreal esta sea. Por su parte, Mira se da permiso de ser tanto profundo como hilarante, ya sea en disertaciones mentales que caen en la perorata o luciendo con orgullo una pequeña colita azul. Tanto la evidente buena comunicación que existe entre ambos actores como los recursos que aportan cada uno por separado a la escena suman a una propuesta que divierte, cuestiona y hiere a quien la observa.
“¿Crees que quemándolo todo desaparecerá el recuerdo?”
El teatro que busca cimbrar al espectador, confrontarlo con sus propios demonios a partir de quizás arrancarle una carcajada, aquel que no se conforma con una historia lineal de fácil lectura puede ser sublime cuando es bien realizado. Mi lectura de “Instrucciones para Jugar de Memoria” se cimenta en la muerte, en la permanencia del cuerpo mientras que la mente poco a poco se va difuminando hasta desaparecer, en la presencia de amigos en los recuerdos de un moribundo que se aferra a ellos para no dejar este plano existencial. El arte es subjetivo, sujeto de interpretación y, en base a esa definición, este montaje lo es.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Instrucciones Para Jugar de Memoria”
DRAMATURGIA: Camila Villegas
DIRECCIÓN: David Jiménez Sánchez
ACTUAN: Pedro Mira y Antón Araiza
DÓNDE: Teatro La Capilla
DIRECCIÓN: Madrid 7, Del Carmen Coyoacán.
CUÁNDO: Lunes 20:30 hrs.
COSTO: $200 entrada general. Aplican descuentos. Boletos en taquilla y en www.redticket.com.mx
DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.