Para quienes quieren descubrir toda la teatralidad que se esconde en el interior de un transporte público.

HISTORIAS COMÚNES DE ANÓNIMOS VIAJANTES

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)

“¡Pásele, hay lugares, pásele!”

En esta inmensa ciudad, millones de personas abordan a diario el transporte público con destinos tan distintos como variadas son sus historias. Los deseos que albergan, los secretos que ocultan, la soledad que los invade o el hambre que los carcome, caras sin nombre encerradas en una lata de metal que recorre las calles de la metrópoli sin parar. No se distraiga con los payasitos que buscan hacerle reír con la esperanza de recibir una moneda, no pierda la concentración deseando en silencio el cuerpo de esa mujer que oculta su verdadera identidad ni se ahogue en el océano de máscaras que ocultan su desesperación, no vaya a ser que se le pase su bajada.

“¿Dos horas diarias es mucho tiempo?”

Un boletero con el sueño reprimido de ser payaso, una marejada de pordioseros rogando a la virgen por un poco de caridad, una apasionada mujer tratando, infructuosamente, de ocultar su verdadera identidad, dos violentos cómicos y un Godínez desesperado por la soledad que sólo se puede vivir entre millones de personas en una gran ciudad son algunos de los personajes que habitan “Historias Comunes de Anónimos Viajantes”, la más reciente propuesta escénica del dramaturgo y director Antonio Zúñiga.

“Todo lo que pasa aquí es momentáneo.”

Con una fuerte carga tanto poética como dramática en voz de toda una plétora de diferentes pasajeros, Zúñiga es capaz de hacer reír, reflexionar o simplemente mostrar un espejo distorsionado de la agotadora realidad que viven tantos y tantos capitalinos a diario en su ir y venir por la Ciudad en un pesero con diálogos que transitan de lo prosaico a lo hermoso o doloroso en un abrir y cerrar de ojos. A pesar de que a momentos “Historias Comunes de Anónimos Viajantes” puede caer en la perorata o en la manipulación emocional, lo cierto es que Zúñiga entrega un trabajo dramatúrgico honesto y elaborado con firmeza que deja un fuerte cantidad de estímulos en el espectador para la reflexión.

“¿Tú qué haces con la basura?”

Pétalos de rosa que caen por el pasillo de un camión en uso, payasitos que aparecen del techo, una Virgen de Guadalupe al fondo de la unidad cuidando el camino de todos y un grupo de pordioseros que ruegan a Dios por un poco de comida mientras que hacen las veces de un coro griego en decadencia. En un eco y remembranza a los ahora desaparecidos trolebuses escénicos que hace algunos años sirvieran como espacios escénicos alternativos para la ciudad, el trabajo de dirección de Zúñiga en “Historias Comunes de Anónimos Viajantes” resignifica un camión de pasajeros para convertirlo en un escenario teatral en movimiento que vuelve a cada uno de los espectadores en pasajeros, voyeristas y, ligeramente, en cómplices de la acción que se desarrolla. Cada nueva historia presentada a lo largo de los escasos 55 minutos que dura la obra cuenta con sus propios lenguajes, significados y referentes urbanos que podrán impactar de mayor o menor manera a los espectadores en la medida en que estos se den permiso de verse aludidos, reflejados o directamente afectados. Sin duda, “Historias Comunes de Anónimos Viajantes” representa un nuevo acierto en la ya exitosa carrera escénica de Antonio Zúñiga.

“Nosotros no somos pobres, estamos jodidos que no es lo mismo.”

Haciendo uso tanto de actores con tablas y trayectoria como Abraham Jurado o Christian Cortés, así como de miembros residentes de la Colonia Obrera para su montaje, Zúñiga consigue ensamblar un reparto por demás irregular en sus capacidades histriónicas, en un intento por conseguir cierto aire de verdad a la propuesta. El resultado es positivo en gran medida a pesar de que aún se debe de explorar mucho más la fractura y desgarre emocional en cada uno de los personajes para poder conmover al público de una manera mucho más contundente. Una vez dicho esto, es digno de mencionar el buen trabajo que realizan Jurado y Cortés, así como Antonio Becerril y David Bravo, quienes muestran claramente hasta donde se puede llegar con tan interesante montaje si cada uno de los miembros del elenco se lo permiten.

“Saliendo de aquí, todo va a seguir igual.”

Yo confieso que desde hace varios años el usar el transporte público es más una decisión personal que una necesidad, alejándome por consecuencia de una realidad que se vive a diario entre los habitantes de la Ciudad de México. Sin embargo, recuerdo todavía cuando de lunes a viernes tenía que enfrentarme a las masas de personan aglutinadas en un reducido espacio, ser una de las caras poco amigables perdidas en sus propios pensamientos, darme cuenta que mi mirada era un reflejo de los cientos de pares de ojos que no podían evitar el desesperarse ante las miles de horas perdidas en el ir y venir de un lado a otro. Vivir en un mundo urbanizado tiene un precio muy alto, uno que desafortunadamente también es puro teatro.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Historias Comunes de Anónimos Viajantes”

DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Antonio Zúñiga

ACTÚAN: Margarita Lozano, Humberto Yañez, Christian Cortés, Antonio Becerril, David Bravo y Abraham Jurado.

DÓNDE: 8, 9, 13, 14 , 15 y 16 de Abril en las afueras del Teatro Esperanza Iris dentro del Festival del Centro Histórico. Consultar horarios y costos en http://festival.org.mx/

DÓNDE: Centro Cultural Carretera 45.

DIRECCIÓN: Juan Lucas Lassaga 122, Colonia Obrera. Detrás de Metro San Antonio Abad.

CUÁNDO: 23, 24, 29 y 30 de Abril, 20:30 hrs.

DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Muy cerca de metro San Antonio Abad.

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