Para quienes quieren atestiguar las perversiones que se viven en un cuarto de hotel cuando lo único que queda es el aburrimiento.

ESTRELLA Y MEDIA

Un cuarto de hotel de ínfima calidad es testigo silencioso de toda una colección de placeres ilícitos, moralmente reprobables o sencillamente perversos. Los amantes se tocan, algunos con desenfreno, otros con cierta prisa por volver al trabajo, pero todos en busca de llenar esas carencias que no logran satisfacer en sus propias camas. Los cuerpos se exploran, los labios se besan, los sentimientos se confunden y los placeres carnales se llevan al límite en una interminable búsqueda por llenar los vacíos que nunca serán satisfechos. Tal vez una propuesta, una negociación, una transacción de compra-venta, sea lo que un matrimonio necesita para poder ser feliz. La pregunta es… ¿pueden ser felices los demás?

La sexualidad y los excesos a los que el humano puede llegar a caer son explorados por Hiram Molina en su obra “Estrella y Media”. El irresistible impulso de un matrimonio por explorar los límites de sus cuerpos, a través de la manipulación, el control, la seducción y prácticamente la compra de dos amantes, hombre y mujer, resulta una premisa de verdadero interés en una época sobre-sexualizada por todos los medios de comunicación y entretenimiento. Es cierto que muchas obras tocan este tipo de temas escabrosos, tanto en el mundo homosexual como el heterosexual. Sin embargo, rara vez se encuentra el tema de la bisexualidad plasmado en el escenario con tal honestidad, cinismo quizás, como se hace en este montaje.

La dirección compartida de “Estrella y Media” a cargo de Hiram Molina y de Eloy Hernández, ha sido creada con el fin de provocar y seducir a los espectadores ya sea a sentirse incómodos o incitados por los cuatro cuerpos semi-desnudos que retozan y juegan en la cama que se encuentra en el centro del escenario. A momentos comedia sexual, a otros un drama que quisiera remontarnos al clásico del erotismo “Luna Amarga”, para terminar cayendo en el melodrama; el tono de la obra debería definirse con mayor claridad por ambos creadores en aras de fortalecer lo que, como ya mencioné, es una premisa de sumo interés. Independientemente de esto, estoy convencido de que “Estrella y Media” provocará, al término de la misma, una buena discusión o una gran noche de placer en un buen número de parejas que vayan a verla. De igual manera aplaudo el trabajo de ambientación del Espacio Urgente 2 del Foro Shakespeare para convertirlo en un cuarto de hotel de baja categoría, aprovechando el espacio a la perfección.

“Esto se va a terminar cuando nosotros queramos, chamaquito.”

Las actuaciones en “Estrella y Media” resultan un tanto disparejas no por falta de capacidad actoral, sino, una vez más, por una falta de coherencia en el tono de la obra marcado por la dirección. Mientras que María José Jimenez Alcocer está bien plantada en el drama como Esther, una de las amantes, el personaje de Anabel a manos de Xana Sousa está al límite de la farsa; Gabriel Hernán está clavado en el melodrama como el segundo amante, Sebastián, y Javier de la Vega navega entre todos como el poderoso y adinerado José. Muchos asistentes pasarán por alto estos desniveles gracias al atractivo físico de los cuatro involucrados, quienes ciertamente se entregan de lleno a este perverso y sumamente divertido juego que propone el texto.

“No estoy sintiendo nada.”

Pocas cosas pueden resultar más repugnantes o excitantes como un cuarto de hotel de dudosa categoría donde se ha concertado una cita para un encuentro sexual. En él se pueden realizar las fantasías o perversiones más ocultas con todo el desenfado que produce el anonimato. El problema viene cuando todo acaba y se tiene que volver a la realidad, al aburrimiento de la cotidianidad. “Estrella y Media” nos trae ese cuarto mugroso y deseable a unos cuantos metros de distancia para que seamos testigos de todo lo que el dinero, el poder y el deseo pueden llegar a conseguir. No seamos hipócritas, todos en algún momento hemos querido estar ahí.

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(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)