FOTOGRAFÍAS: RICARDO CASTILLO CUEVAS
EL CAMINO ROJO DE DOLORES
El huachicoleo es un teatro en llamas impregnado de Ionesco y Liera.
EL CAMINO ROJO DE DOLORES

El Camino rojo a Sabaiba es una obra de realismo mágico que en 1989 le ganó a Óscar Liera el premio Juan Ruiz de Alarcón a la mejor obra de estreno nacional. En ella, los vivos y los muertos se confrontan en un relato alrededor de la memoria, la familia y la violencia dentro de un sistema patriarcal machista que reflejaba la realidad de Sinaloa en aquellos tiempos. El Rinoceronte de Eugene Ionesco es una obra absurdista donde la invasión de estos monumentales animales refleja la lenta pero consistente infiltración nazi a todos los sistemas que culminaron en la Segunda Guerra Mundial. En un maridaje entre estas dos dramaturgias, donde el huachicoleo y el ámbito del teatro se conjuntan, es que Austin Morgan escribe y dirige “El Camino Rojo de Dolores”.
Una mujer que dejó su vida citadina para vivir en un pueblo y enseñar arte comunitario; referencias a Macbeth, Calderón de la Barca y El Rey León se conjuntan con discursos metateatrales sobre vacas sagradas y momentos escénicos catárticos; la normalización de la violencia como el camino a la destrucción en una comunidad que vive del robo de combustible.

Sin duda, la Muestra Nacional de Teatro resulta un espacio propicio para “El Camino Rojo de Dolores”, dado que una gran parte de la audiencia es capaz de apreciar y entender las múltiples referencias que se hacen no sólo al teatro, sino a la escena mexicana tanto contemporánea como a la de los noventa. La postura crítica que se levanta en torno al privilegio, a la violencia en nuestro país, a la normalización de prácticas ilegales como el huachicoleo, a las vidas perdidas a manos del crimen organizado se entrelaza con estos múltiples y constantes guiños teatrales donde se difumina cuál de ambas posturas es la que toma el centro de la narrativa.
El escenario está cubierto por aserrín. Del lado izquierdo una de las intérpretes toca la guitarra, el lado derecho del espacio nunca se usa. Al centro del escenario hay una banca de madera y un tocadiscos portátil, a sus pies un disco de Edith Piaf, detrás de él uno de los Beatles. Un par de escenas se ilustran con imágenes de rinocerontes avanzando, o con la de un paraje desolado. Una gran parte del tiempo las conversaciones suceden con las actrices viendo al frente, se dirigen más al público que a ellas mismas, a veces quedando estáticas en sus posiciones, son pocos los momentos en que en verdad hay comunión entre ellas a pesar de los lazos afectivos que las unen desde las palabras.
El trabajo actoral a manos de Leticia Valenzuela, Karina Eguía, Iris Ladrón de Guevara y Tayde Pedraza es destacable, cada una de ellas desde la comedia o la guitarra, dando vida a un ser en espera al regreso de quienes han perdido la vida, o a una mujer privilegiada cuya brújula moral ha dejado de ser una verdadera guía, logran dar mayor vida a una puesta en escena que no consigue dar ritmo a las palabras, que busca más el lucimiento del texto que el verdadero desarrollo de los personajes y establecer una honesta comunicación entre ellas. Es gracias que a el compromiso que demuestra el elenco con la puesta en escena que el interés se mantiene a flote.
“El Camino Rojo de Dolores” de La Talacha Compañía de Teatro y representante del estado de Veracruz, se presentó en el Teatro de la Ciudad el domingo 9 de Noviembre de 2025 dentro de la 45 Muestra Nacional de Teatro en la ciudad de Cancún, Quintana Roo.

DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: El Camino Rojo de Dolores
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Austin Morgan
ELENCO: Leticia Valenzuela, Karina Eguía, Iris Ladrón de Guevara y Tayde Pedraza
DÓNDE: Teatro de la Ciudad
DURACIÓN: 70 minutos sin intermedio.




